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Convertirnos en un país saludable es un desafío

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Según la OMS, la salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad. ¿Qué determina este completo bienestar? De acuerdo a importantes salubristas, los sistemas de salud influyen o determinan el 10% de este bienestar, la biología humana cerca del 30% y los estilos de vida cerca del 45%.

Sin embargo, cuando pensamos en la salud y en la enfermedad, con frecuencia asociamos estos términos al sistema de salud, a las enfermedades que tenemos y al plan de salud al que estamos afiliados.

Existe evidencia para concluir que los estilos de vida son de vital importancia para mantener la salud, entendiendo éstos como la manera de vivir, la que resulta de la interacción entre las condiciones de vida, los hábitos, las conductas y los aspectos socioculturales y personales. Bajo estas determinantes las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.

Chile se encuentra en una situación demográfica diferente en Latinoamérica. Nuestra esperanza de vida al nacer bordea los 80 años con tasas de mortalidad infantil y materna comparables a aquellas que registran los países desarrollados. Pero, según la última Encuesta Nacional de Salud, tenemos una prevalencia del sobrepeso cercana a 40%, índices de obesidad de 25%, consumo de tabaco cercano a 41%, síntomas depresivos que bordean el 20% y el sedentarismo se evidencia en prácticamente el 90% de la población. Comparar y analizar estos datos, nos lleva a meditar y reflexionar en forma crítica sobre el concepto de salud.

Debemos analizar qué hacemos por tener y mantener nuestra propia salud. ¿Nos hacemos cargo de este bienestar para sentirnos más saludables? ¿Cuidamos nuestra salud? ¿Entendemos lo que es llevar una vida saludable y las consecuencias negativas que trae el no practicar el auto-cuidado? A la luz de cifras sobre la evolución de algunas enfermedades y problemas de salud pareciera que la comprensión y práctica del estilo de vida saludable es hoy un tema pendiente.

Se hace necesario poner en práctica medidas preventivas y promocionales que nos lleven al autocuidado. Éstas se refieren a las prácticas cotidianas y a las decisiones que la persona, la familia o grupo hacen o toman para cuidar de su salud. Dentro de estas prácticas podemos mencionar la alimentación adecuada a las necesidades, higiene y confort, manejo del estrés, habilidades para establecer relaciones sociales y resolver problemas interpersonales, ejercicio y actividad física, realizarse exámenes preventivos, adoptar comportamientos seguros, recreación y manejo del tiempo, medidas trascendentales para lograr ser un país más saludable.

Yo, pecador

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Acúsome, Padre: no obstante mis irrenunciables convicciones democráticas, creo en la literatura monárquica. La de reyes. Sí,… la de Neftalí Reyes Basoalto.

Absorbo el rocío de sus versos, deletreo la palabra mo-li-no, la primera que leyó en sus calzoncillos hechos con un saco harinero.

Siento sus temores cuando una salvaje lo acosaba con un cuchillo. O en la Guerra Civil española, donde descubrió a deslumbrantes escritores. O en las noches angustiantes en que -barbado, con pasaporte de ornitólogo- cruzaba la cordillera, prófugo de la persecución política.

Bebí en el manantial de su poesía. Confieso, sin acto de contrición ni ánimo de arrepentimiento, que el verbo es una estrella: ilumina senderos, inaugura surcos, desbroza historias.

Y me surte de bríos y amapolas en mi amor principal: el periodismo.

Estudié en la Escuela Domingo Matte Mesías, de los Hermanos de La Salle.

Hasta hoy nos juntamos los compañeros de la Promoción del 61.

Desde niño leí todos los diarios, porque mi padre era el agente en la ciudad. Él se concentraba en 'Las Últimas Noticias,' que entonces circulaba a mediodía. Ahí descubrí a Daniel de la Vega, único ganador de tres premios nacionales: Periodismo, Literatura y Arte, mención Teatro. A Luis Sánchez Latorre, inteligente, culto y erudito; a Homero Bascuñán, el gran narrador de la pampa; a Julio Martínez, el comentarista emotivo de los deportes.

Después trabajé con todos ellos.

Antes, en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica fui discípulo de Guillermo Blanco y de Nicolás Velasco del Campo, sobre todo en el correcto uso del idioma.

Transité por periódicos y revistas, defendí la libertad de expresión con mucho amor en tiempos de quebranto de la democracia.

Creo en una Santísima Trinidad: amor, humor y dolor.

Tuve una fuente esencial en Pablo Neruda. Colecciono todos sus libros.

Escucho los tangos y videos de Carlos Gardel.

Soy un devoto de El Principito, a quien considero el mejor periodista del mundo porque pregunta, camina, descubre planetas y recrea la palabra.

Presento setenta y dos artículos que han nacido de mi alma sensible, de mi memoria acuciosa y de mis dedos atrofiados. Se han publicado en 'El Sur' de Concepción, 'El Libertador' de Rancagua, 'El Líder' de San Antonio, 'Puente Alto al Día' y en mi Facebook.

No se advierta en ellos disciplina ni coherencia. Nacen de la espontaneidad y la fluidez, como quiso Juan Pablo Cárdenas, mi editor y amigo.

Reciban mi libro -'Acúsome, Padre: soy periodista'- como un gesto de entrañable interés por los vocablos y la riqueza idiomática.

Espero que abran sus páginas con entusiasmo, cariño y devoción. Y que perdonen mi pecado: el periodismo.

¿Con qué sueñan los niños, niñas y adolescentes chilenos de aquí al 2030?

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Hace unos días la Presidenta de la República Michelle Bachelet Jeria, en el marco del inicio del programa 'yo elijo mi PC', se refirió a la necesidad del cambio en la educación. No sólo habló de calidad, sino también gratuidad. Misma preocupación y sueño que tienen 1.001 niños, niñas y adolescentes, según los resultados de la Consulta sobre la agenda de desarrollo post 2015 de las Naciones Unidas, coordinada en Chile por Aldeas Infantiles SOS y cuyos resultados fueron difundidos.

La edad promedio de los participantes fue de 14 años, representando a distintas realidades geográficas y socioeconómicas. El 99,6% de los participantes asiste al colegio, 42,1% lo hace a un establecimiento municipal, 36,1% está en un colegio particular subvencionado y el otro 20,5% asiste a particular pagado. Al ser consultados por sus sueños para el 2030 emergieron como temas principales la educación y la salud. El 43,5% de los consultados anhela educación de calidad y gratuita, donde nadie más deba endeudarse para estudiar en la universidad. Mientras que en salud los niños y niñas, plantean: 'que todos tengamos mejores hospitales para que nadie se muera esperando que lo atiendan'.

Como meta más urgente para el país, más de mil niños y adolescentes propusieron como objetivo post 2015, la erradicación de la pobreza, considerado el más difícil de alcanzar. La mayoría de ellos, sabe que la única forma de salir de este círculo, es la educación. Pero sin dinero, también están conscientes que no pueden cumplir sus anhelos.

Estas preocupaciones fueron manifestadas directamente a la clase política, ya que junto con el lanzamiento de esta Consulta, se conformó la Bancada Transversal de Senadores por la Infancia y Adolescencia. Es histórico ver cómo diversos representantes del poder legislativo escuchan y se comprometen con los niños de Chile. Más de diez representantes de la consulta y senadores firmaron un compromiso, por lo pronto simbólico, para trabajar por una agenda legislativa que apunte a proteger sus derechos y a tratarlos como sujetos de derecho con opinión.