Tarjeticidia
-¿Si no deseaba refundirlas en una sola, para qué trajo todas sus
deudas?
-Quería saber cuánto debía y no me atrevía a sumarlas...
-¿Si no deseaba refundirlas en una sola, para qué trajo todas sus
deudas?
-Quería saber cuánto debía y no me atrevía a sumarlas...
En nuestra Región del Bío Bío muchos jóvenes, en su afán por buscar un futuro mejor, debieron recurrir a los denominados créditos Corfo, entre 1997 y 2011, a quienes se les cobró una tasa de interés inusual de 9 por ciento, comparado con el 2 por ciento de los créditos estatales.
El sistema funcionaba licitando el ente estatal una cantidad de dinero para que los bancos otorgaran los créditos, con un retorno de 3,5 por ciento de interés mientras la banca se quedaba con el 5,5 por ciento restante.
Un camino tortuoso para los futuros profesionales, pero quizás el único posible para muchos de ellos, haciéndose cargo de un endeudamiento tremendo. Eso ha llevado a miles de estudiantes embargados o con viviendas al borde del remate, ante la imposibilidad de pagar ese crédito siniestro. Cuántos de esos estudiantes son del Bío Bío, no hay estadísticas conocidas, pero sí se sabe de muchos que pasaron y pasan por ese calvario.
Hubo, posteriormente, un acuerdo para rebajar esa tasa de interés a un 2 por ciento, pero sólo afectando a la deuda pendiente y por tanto la utilidad fue bastante relativa, toda vez que ya se habían pagado buena parte de los intereses del crédito.
Hasta ahí los antecedentes. Y es por ello que desde la Presidencia se ha instruido en buscar una solución conjunta entre los titulares de Educación, Hacienda, la propia Corfo y las entidades bancarias, considerando que a septiembre de 2013 aún había 93 mil de estos créditos vigentes, de los cuales sólo 26 mil pudieron negociar la rebaja y unos 25 mil siguen pagando interés de 9 por ciento.
El objetivo ministerial es asumir la defensa de esos jóvenes y entregar una solución a sus penurias dentro de las próximas semanas. Hubo un error del Estado, eso parece claro, y debe repararse.
Algunos han propuesto la compra de la cartera por parte del Estado, la forma más eficiente de poner fin a los embargos y, fundamentalmente, a los abusos. Cabe mencionar que algunos bancos colocaron sus créditos de consumo sin contar con el beneficio Corfo, situación claramente inaceptable y digna de sanciones ejemplares.
Mucha gente grita a los cuatro vientos que se elimine el IVA a los libros. En 140 caracteres no hay nadie que pueda decir que no está de acuerdo. Parece que estamos todos de acuerdo que éste debería ser un bien meritorio, es decir, un bien que la sociedad estima que todos debieran tener acceso, sin importar mucho los costos asociados a este objetivo. Quiero plantear por qué no debería quitársele el IVA a los libros.
El argumento más invocado y el más débil, es el supuesto que la gente no lee porque son muy caros. La gente no lee porque no hemos sido capaces de incentivar la lectura en ningún nivel de las etapas educacionales. En eso, hemos fallado como sociedad y no hemos hecho nada para cambiarlo. Basta ver lo barato que es asociarse a bibliotecas y obtener accesos a cientos de libros, sin embargo el nivel de subutilización es impresionante. También se han hecho esfuerzos por imitar a países europeos con la liberación de libros en tiendas o paraderos. Hoy se pierden alrededor del 10% de estos ejemplares. Si bien hay interés en estos préstamos, la comunidad no llega a las 2.000 personas. Cuando las librerías hacen descuentos que superan el valor del IVA, tampoco se produce una explosión de la demanda por libros.
Tengo 3 argumentos más poderosos para oponerme a esta petición. Primero, se debe considerar que para cualquier empresa, no pagar IVA es un tremendo negocio. Piensen en cualquier empresa que compra con IVA (facturas), este pago que realiza le queda como un crédito que el Estado le "debe" a la empresa. Por otro lado, las empresas venden con IVA, por lo que ese IVA que recibe, se los "debe" al Estado. A esta deuda, se le resta lo que la empresa pagó de IVA para poder determinar cuánto le debe la empresa al Estado finalmente. Si la empresa no vende con ese impuesto, entonces el Estado le debe devolver todo el IVA pagado en sus facturas de compra. Se imaginarán la cantidad de empresas de cualquier rubro, que comenzarán a abrir imprentas o editoriales.
Segundo, tendríamos que definir qué es libro. Si nos vamos a lo que dice la RAE, nos vamos a llenar de libros con 10 páginas con la biografía de Justin Bieber o algún prócer, sumado a muchas hojas blancas que se llamarán libros (hoy llamados cuadernos). Las agendas, los blocks de apuntes podrían ser libros. Como buenos chilenos vamos a buscar la manera de que haya muchos "libros". Si consideramos que no pagar IVA es un subsidio que reduce el costo de producción y podría traspasarse a las personas parte del menor costo, se verían más beneficiados las "Piñericosas", "50 sombras", "Biografía del Halcón", etc.
Tercero, una vez que le abres la puerta a uno (libros) vas a tener que abrírsela a todos. No sería raro que después de los libros, golpearan la puerta los panaderos, los que venden verduras, los lecheros, etc. No quiero decir que me oponga a que se lea más y más barato, pero eliminar el IVA a los libros es abrir un forado económico gratuito al país.