Ayer comenzaron las conversaciones entre el Ejecutivo y el grupo armado, las que culminarán el 22 de mayo, tres días antes de las elecciones presidenciales en ese país.
La guerrilla de las Farc y el gobierno colombiano retomaron con optimismo ayer los diálogos de paz en La Habana, aunque inquietos por el espionaje a las comunicaciones de ambas partes, en el último tramo de la campaña presidencial.
"Somos insurgentes y sabemos que el Estado y el régimen y todos los actores sociales que nos adversan desde que empezó la confrontación, acuden al espionaje", dijo a la prensa Andrés París, un delegado de paz de las Farc, sobre la interceptación de correos electrónicos de la guerrilla y del presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien busca un nuevo periodo en los comicios del 25 de mayo.
"Lo que estamos presenciando es el espionaje contra el conjunto de la sociedad colombiana", agregó París, afirmando que las escuchas tenían "intencionalidad política", pues la información sustraída serviría para "manipulación mediática" contra el proceso de paz que busca poner fin a un conflicto armado de medio siglo en Colombia.
INVESTIGACIÓN
La Fiscalía colombiana acusó la semana pasada al experto informático Andrés Sepúlveda -ligado al equipo de campaña del conservador Oscar Iván Zuluaga- de haber interceptado correos de Santos y de las Farc, lo que el mandatario atribuyó a un intento de "envenenar" el proceso de paz, iniciado en 2012.
Santos, quien mantiene una leve ventaja en las encuestas, atribuyó el espionaje a la "desesperación" de los opositores a las negociaciones de su gobierno con las Farc, la mayor guerrilla en ese país.
"Están desesperados porque ven que la paz les quita su razón de ser, su razón de existir", dijo Santos en una entrevista con la AFP, en una gira de campaña a Cúcuta, en la frontera con Venezuela.
París insistió en que la guerrilla no toma partido en la contienda electoral y elogió que los cinco candidatos se hayan pronunciado por la paz.