Rating: el televidente también cae en su propia trampa
Periodismo y televisión tienen una relación estrecha. Sin embargo, hay que saber separar las aguas cuando ocurren situaciones como las planteadas en el espacio de Canal 13, "En su propia trampa".
De un tiempo a esta parte el periodismo en televisión pareciera estar dando espectáculo.
La última encuesta Adimark, que evaluó al gobierno durante abril, registró la percepción de los encuestados sobre el comportamiento de los medios de comunicación después del terremoto que afectó a la zona norte: el 47% de los consultados respondió que "desaprueba" la labor de la TV.
Coincidiendo con la semana de entrega de dicha encuesta, el Tercer Tribunal Oral de Santiago absolvió a tres jóvenes de la población Juan Pablo II, que cayeron "en su propia trampa" tras apropiarse de un vehículo que los productores de Canal 13 (del programa presentado por el periodista Emilio Sutherland) dejaron en la vía pública para confirmar que la oportunidad hace al ladrón.
La justicia expresó en su fallo que el proceso penal no habilita a las partes, para "crear y aparentar realidades con el fin de perseguir a los delincuentes".
Y agregó: "En este procedimiento se puso en movimiento todo el aparataje estatal, para perseguir un delito creado por una supuesta víctima que tampoco era tal, con un fin netamente periodístico".
MISIÓN: INFORMAR
¡Pero basta de desprestigiar al periodismo! Alguien debe salir en su defensa y decir que los tribunales están equivocados.
¡Cómo puede creer un juez que inventar un delito es algo "netamente periodístico"!
Cuando se monta un show para atraer audiencias estamos hablando de cualquier cosa, menos de Periodismo.
Si bien los medios de comunicación pueden tener por misión la de entretener, esta profesión de las comunicaciones, en cambio, busca informar a la sociedad para entender mejor el mundo en el que vive. En otras palabras, para hacer que la democracia opere, funcione y que, en consecuencia, los organismos públicos cumplan ellos con la misión que les corresponde.
En ese sentido, los periodistas podemos denunciar o fiscalizar a través de lo que publicamos.
Sin embargo, es el juez el que juzga, el médico el que cura y el profesor el que enseña.
NO CAER EN TRAMPAS
Entonces, hay que anotar que no es el Periodismo el que está dando espectáculo, sino quienes se apropian de él para disfrazar de periodismo cosas que no lo son.
Sin embargo, hay otro problema: la misma audiencia que fustiga a la televisión y declara que "desaprueba", toma el control remoto y regala sintonía.
En su propia trampa logró el año pasado peaks de audiencia de hasta 27 puntos de rating, cifra no menor en estos tiempos de tanta competencia.
Frente a lo anterior, entonces, parece que estamos cayendo en nuestra propia-propia trampa.