Chile debe avanzar todavía en la flexibilización del mercado laboral en términos de jornadas de trabajo, de manera que abra más espacios principalmente a los jóvenes y a las mujeres.
El crecimiento de un país se mide entre otras variables por la capacidad de generar empleos y elevar la participación de los segmentos de la población al mercado laboral. Esto es innegable en Chile. Sin embargo hay deudas pendientes, como la brecha salarial entre hombres y mujeres y la rigidez del mercado laboral.
Constanza Mozó, gerente zonal de Randstad Chile dijo que en los últimos 10 a 15 años el mercado laboral ha tenido enormes cambios por diferentes factores, pero principalmente por el avance de la tecnología. "Hoy los profesionales son más especializados. Antes la gente se pasaba toda la vida en la misma empresa, al contrario de lo que ocurre hoy donde existe una alta movilidad, precisamente por los medios tecnológicos como LinkedIn, que permite ingresar un currículo en línea y postular a toda la oferta disponible. Antes el proceso era largo y burocrático". Esto explica también la alta rotación en el mercado, porque está el tema del "mejor postor" donde las empresas buscan, vía mejor salario, atraer al más talentoso y capaz. Asimismo, las compañías hoy se preocupan más del "salario emocional" de los trabajadores (dar un día libre por el cumpleaños, por ejemplo). Hoy todo es más transparente y visible. Cada candidato elige a que empresa quiere ir.
La ejecutiva detalló además, que la rápida incorporación de la mujer es otra de las evidencias de esta evolución en el mundo del trabajo. Hoy ella está en sectores como la minería y la industria, en áreas operativas exclusivas de los hombres y que hace una década era inimaginable y donde el mercado también se tuvo que culturizar desde esa perspectiva.
Los avances también han venido por el lado de la disminución de las brechas entre hombre y mujeres. En el caso de la industria productiva, Constanza Mozó, afirma que "no se da tanto esta diferencia, porque las empresas se dieron cuenta de las características de género de las mujeres, que son más detallistas, más prolijas, características que son más valoradas hoy. Y en los cargos directivos y ejecutivos, las diferencias son casi cero", señaló.
Al contrario. Álvaro Vargas , gerente general de Trabajando.com Chile, desde los años ochenta, tanto en participación como en la igualdad salarial de géneros es cada vez más notoria. "Hoy de a poco el tema está pasando a no serlo, sin embargo, no es secreto para nadie que los cargos altos siguen siendo los que tienen brechas salariales de género más grandes".
La participación femenina ha tenido un crecimiento importante. Hace 3 años atrás la tasa de participación laboral femenina llegaba a un 43,5% (Encuesta Casen 2011), hoy en cambio, según el INE del trimestre noviembre 2013-enero 2014, la participación femenina fue del 48,5%.
Vargas explica que la brecha salarial entre hombres y mujeres llegó al 20% durante el 2013, lo que representa un aumento de siete puntos los últimos 10 años. En promedio los hombres ganaron $625.866 en 2013, mientras que las mujeres $521.835, según la Superintendencia de Pensiones de Chile.
OTROS PAÍSES
Según el INE de España, 2,79 millones son mujeres que tienen, además, sueldos más bajos que los hombres, una brecha salarial que aumenta con la responsabilidad, el nivel jerárquico del puesto de trabajo y la edad.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (Ibge), la renta de las mujeres creció el 22,3% en la última década, pero aun así sus salarios equivalen en promedio al 73,3% de lo que reciben los hombres.
Álvaro Vargas precisó que las mujeres se destacan por sobre los hombres, en áreas como la enfermería, nutrición, psicología, fonoaudiología, pedagogía, párvulos, educación diferencial, administración de empresas y derecho. Así también son líderes en algunos sectores que antes eran 100% masculinos, como es el caso de las ingenierías y la informática.
De las mujeres, el 45,8% de las que trabajan o buscan trabajo tiene educación básica; un 53,9% tiene estudios medios incompletos. Mientras tanto, aquéllas con más de 16 años de estudios lo hacen en 73,4%, en el caso carreras técnicas o profesionales, y en 85,5% en el caso de carreras universitarias ( II Encuesta Nacional sobre Mujer y Trabajo en Chile, de Voz de Mujer).