Secciones

Plena conciencia

E-mail Compartir

La mayoría de nuestros problemas existenciales tienen que ver con el adormecimiento de nuestra conciencia. Esa desconexión se convierte en un apacible estado mental de embotamiento, en el que la acción queda suspendida hasta una nueva réplica de incomodidad.

Por lo general, tenemos identificadas las causas de nuestros problemas, más el miedo prevalece dejando el plan de acción tranquilamente descansando en el preconsciente, aquel estado intermedio entre el consciente y el inconsciente.

A diario escucho frases cómo necesito que nos ayude a llevarnos mejor, a controlar la ira, a sacarme este dolor o a mejorar un trastorno sexual. Tantas situaciones que las personas mantienen activa en sus conciencias pero que en su gran mayoría no están dispuestos a salirse de ellas, modificando superficialmente sus niveles de insatisfacción.

Es conmovedor escuchar testimonios de vida, pero sin duda es aún más revelador cuando la gran mayoría de las personas, por medio de su intuición, tienen claro la raíz de sus problemas.

No se trata de ayudar a llevarse bien cuando ya no existe amor o sólo uno es el que ama, ni de aprender a controlar la ira, cuando lo que sienten es una gran frustración por su vida desplazándola a otras dimensiones, o que tras un trastorno sexual existe un alto nivel de estrés, ausencia de amor o sencillamente una negación en la orientación sexual.

La solución no está en aprender a vivir con el dolor ni menos buscar estrategias para sublimar los síntomas, la real solución es abrir, limpiar y reconstruir sobre el origen del problema independiente de los alcances o repercusiones que éste pueda tener en su presente.

Tanto las cosas que están en el inconsciente como aquellas que están en el preconsciente, son fácilmente traídas al presente a través de nuestros sueños, lapsus lingues entre otras sublimaciones, por tanto no pierda el tiempo almacenando problemas o miedos, y actúe en su vida haciendo plenamente consciente su inconsciente.

*cnavarretek@gmail.com

Carola Navarrete Kelly

Psicóloga.

Proyecto "Lavandería 21" realizó ceremonia de tijerales

E-mail Compartir

Desde el 2 de enero de este año, que el galpón que se ubica en los terrenos de la Parroquia Sagrada Familia (en la calle Manuel Rodríguez de Concepción), se transformó en el espacio que albergará a la Lavandería 21, una iniciativa cuya principal característica, es que va a funcionar gracias al trabajo de jóvenes que tiene Síndrome de Down.

Tras meses de labores, este proyecto del Arzobispado de Concepción realizó sus tijerales recientemente, por lo que el día de su puesta en marcha está cada vez más cerca. De hecho, el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali, cuenta que esperan inaugurarla en dos meses más, aproximadamente.

INCLUSIÓN

Esta iniciativa es una oportunidad para los jóvenes con trisomía 21 y la autoridad eclesiástica está segura de que los ayudará mucho, sobre todo, tomando en cuenta que tener síndrome de Down no es sinónimo de incapacidad, a pesar de que aún puedan existir personas que piensen lo contrario. Así, dice, "con la lavandería sentirán que la sociedad los apoya y los quiere, que forman parte integrante de ella prestando un gran servicio". Además, sabe que los padres se sentirán orgullosos al ver a sus hijos trabajando "y no todo el día en sus casas con poco o nada que hacer".

Es por lo mismo que la lavandería significa muchísimo para el arzobispo, principalmente porque le da la posibilidad de colaborar efectiva y no sólo afectivamente con estos jóvenes. Pero, también, afirma que "es una alegría saber que hay personas e instituciones que creyeron en este proyecto y ayudaron para que salga adelante".

DEMOSTRAR

Según el religioso, "hoy en día, las personas con algún grado de discapacidad están abandonadas, por los que hay que trabajar mucho para que la sociedad los considere realmente como son: una riqueza y aporte para el país". La lavandería da cuenta que la perseverancia, en la vida, es una buena aliada y consejera. "Este proyecto, hecho a base de esfuerzo y cariño, demostraría eso", plantea.

"En Chile hay mucho que hacer y depende de cada uno hacerlo. Quiero demostrar que embarcarse en proyectos sociales genera mucha alegría y es una ayuda eficaz para superar la pobreza de las personas", concluye.

Usar el zapato correcto es la mejor forma de evitar el pie diabético

Una de las grandes complicaciones de la diabetes es la patología del pie diabético. Pero ésta se puede prevenir o, bien, rehabilitar. Lo importante es no tener conductas de riesgo y autocuidarse.

E-mail Compartir

En la medida que la ciencia avanza, también lo hace la esperanza de vida. Si bien en la actualidad hay muchos quienes optan por llevar una vida saludable, también hay otros que tienen hábitos que no son para nada beneficiosos: tabaquismo, mala alimentación, sedentarismo y obesidad. Todos son ejemplos de conductas que pueden traer consigo patologías como la hipertensión y la diabetes. La última es una enfermedad que puede afectar enormemente la vida de un individuo.

La doctora Violeta Hinojosa, médico fisiatra y directora de la Teletón penquista, cuenta que alrededor del 9,4% de los chilenos padece diabetes, sea de tipo 1 ó 2, aunque es la segunda la más preponderante.

Esta patología acarrea consigo diversas complicaciones y una de éstas es el pie diabético: "Un pie que va sufriendo los efectos de la diabetes, que va teniendo dificultades de polineuropatías diabéticas y que, finalmente, por no ser bien tratado termina en heridas y ulceraciones, lo que afecta gravemente la calidad de vida de las personas que, en muchos casos, terminan amputados y con una vida que no corresponde a una persona chilena", explica la profesional. Pero, la buena noticia, es que se puede prevenir y/o rehabilitar.

Justamente, fue uno de los tópicos que se habló, a través de diversas charlas, en el Curso de Pie Diabético que se llevó a cabo recientemente en Concepción y que fue organizado por el Centro Integral de Pie Diabético, Diab. Un equipo multidisciplinario para atender esta problemática y que es pionero a nivel país.

PREVENCIÓN

Según la fisiatra, la prevención se logra cuando se unen fuerzas y se realiza trabajo en equipo, dando atención a los pacientes a través de enfoques multidisciplinarios. Lo importante, sostiene, es que además de enfrentar en conjunto, se les enseñe a los pacientes. "Hay una alta probabilidad de que con un buen manejo en educación y en prevención, se pueda evitar un alto porcentaje de amputaciones", plantea. Entonces, primordial es mantener conductas adecuadas que permitan disminuir los riesgos: uso de zapatos y plantillas adecuadas, comprometer a la familia del paciente, higiene y autocuidado, son sólo algunos ejemplos.

De eso sabe la traumatóloga uruguaya especializada en pie diabético Nuri Shinca, quien vino al Curso como expositora. "En Uruguay llevamos 20 años trabajando con un equipo multidisciplinario, haciendo cursos en todo el país. Lo importante es que son unidades integradas por diabetólogos o endocrinólogos, traumatólogos, cirujano vascular, enfermera y podólogo", comenta. Así, el paciente con pie diabético llega a la unidad y lo ven todos. "Hicimos estudios y bajamos de una manera enorme el número de amputaciones y también los niveles. Antes de tener los equipos predominaban las amputaciones en muslo y pierna, ahora predominan netamente en algún dedo. Es decir, tiene resultado positivo y el grupo de acá va a ser pionero. Es el único en Chile, por ahora", manifiesta.

ZAPATO ADECUADO

Aunque Shinca no desconoce que hay pacientes que llevan 30 años conviviendo con la diabetes sin presentar ninguna lesión en el pie, hay otros que no le toman el peso a lo que significa no cuidarse, aseverando que "la negligencia es la causa de todos los males en el pie diabético".

Fundamental, entonces, es enseñarles que quienes tienen diabetes pierden la sensibilidad en los pies, por lo que se lastiman y no se dan cuenta. Además, añade, "los diabéticos, frecuentemente tienen mala circulación sanguínea, por ende si se abre una herida no se cura, es porque no les llega sangre al pie". También hay que explicar, a propósito de las bajas temperaturas, que "no hay que utilizar bolsas de agua caliente (guateros) o poner los pies cerca del fuego, porque pueden producirse grandes daños, ni tampoco usar calcetines o medias sintéticas".

Desde allí, afirma que, sin dudas, el zapato adecuado es el mejor aliado a la hora de prevenir el pie diabético. "Al no tener sensibilidad en el pie, una rotura, una costura que se sale o un zapato apretado puede lastimarlo, y la persona no se da cuenta", menciona. Aunque a veces se indica zapato ortopédico, la doctora Nuri Shincha aclara que el zapato deportivo es muy bueno, "porque disminuye el impacto en la planta del pie entre un 30 y 50%, por lo que es fundamental que el paciente use ese tipo de calzado". La talla también debería ser una más grande, dice, porque a veces se utilizan plantillas, lo que le quita espacio al calzado.

AUTOCUIDADO

Niños y adultos con diabetes tienen las mismas posibilidades de padecer pie diabético, por lo que desde el momento en que se detecta la enfermedad, es importante hacer un examen clínico completo, porque los pies van a ser un problema. Así lo cree Violeta Hinojosa, ya que enfatiza que "los pies son muy importantes y uno los deja muy de lado: siempre están cubiertos, con humedad. Con la diabetes, además, se pierde fuerza, cambia la forma de los huesitos, de caminar y, además de perderse la sensibilidad, se reseca la piel y se producen grietas. Es tan grave porque en 5 minutos, por un descuido, se puede terminar en el quirófano, amputado. Y es más, con riesgo de vida".

El autocuidado es básico ante todas las patologías, sobre todo para evitar un pie diabético. Cortarse las uñas con mucho cuidado, mirarse todos los días con un espejo la planta de los pies son formas de cuidarse a sí mismos. Pero a eso, la médico fisiatra agrega que es importante que los pacientes asuman su responsabilidad y que las familias también, ya que "muchas veces juega en contra el hecho de que no acepten la enfermedad".

Todo va de la mano con el estilo de vida y desde allí deben comenzar los cambios. En ese sentido, la doctora Nuri Shincha agrega que "no se trata de asustar a los pacientes, pero sí de saber que la base de todo está en el buen control metabólico. La diabetes es solapada, durante diez años están bien, pero luego se acuerdan y están ciegos o tienen lesiones en el riñón, o están amputados. Todo es por el mal control metabólico y eso es lo que los pacientes deben tener en cuenta".