A pesar de las dudas iniciales, la llegada de las señoras de los socios a espacios que, hasta hace poco, eran sólo para hombres, ha logrado una positiva aceptación.
"Cuando comenzaron las primeras prohibiciones para fumar en interiores, teniendo que separar espacios, hubo socios que decían 'si a mí me discriminan y me meten a un nicho a fumar no vengo más al club'. Los clubman tienen esa raigambre, sienten que están su casa, por eso, si quieren, pueden gritar y decir garabatos, porque es su espacio. Por eso nos asustaba que la presencia de mujeres pudiera ser visto como extraños", recordó el gerente del Club Concepción, Héctor Figueroa.
Se trató de uno de los cambios que más ha llamado la atención a lo largo de los últimos años.
Fue el pasado 22 de febrero cuando la institución autorizó, por primera vez en su historia, la presencia de mujeres en el bar, la terraza y el comedor de socios, indicado para los días sábados entre las 12 horas y las 24 horas.
Con más de un mes en curso, y a pesar de los iniciales prejuicios, los resultados han sido favorables.
Según explicó Figueroa, la importancia de esta apertura de los áreas históricamente masculinas, debe encontrarse en la misma costumbre.
"Hay una tradición permanente de que la nieta de un socio tiene derechos, por ejemplo, a casarse en las instalaciones, o que la viuda sigue siendo socia. Y, aunque el club siempre ha tenido las puertas abiertas con las descendientes, hay un sector que es pequeño, que es el bar, la sala de billar, y el comedor de socios, que tiene su encanto, quizás por el mismo misterio de ser sólo de hombres", sostiene el ejecutivo.
HACIA EL FUTURO
Uno de los problemas que afecta a los clubes, según consideró Héctor Figueroa, es la tendencia de estas instituciones a ir estancándose lentamente y debilitarse.
Para eso es que reconocer los lugares de la sociedad que están siendo ocupados por las mujeres resulta clave.
"La apertura del bar a las mujeres fue una decisión del directorio, compuesto solamente por hombres. Este tipo de acciones ayudan a ir adaptándose a los tiempos. Es ir hacia el futuro en el sentido correcto, sin dejar de lado la tradición", consideró.
Y los resultados han sido positivos, reconoce Figueroa, ya que "aunque aún hay socios habituales que no se todavía no acostumbran a la idea, para la mayoría ha sido un paso que ha sido mirado con buenos ojos. Incluso hay algunas señoras a quienes el marido nunca las había traído y hoy el club se está convirtiendo en su centro de reuniones", sostuvo el gerente.
DISFRUTAR
El acceso a las mujeres al bar, que permite incluso que las hijas de los socios puedan ir con sus amigas, no busca generar otro tipo de modificaciones asociadas.
"Esto no es un pub ni un karaoke, es, tal como siempre ha sido, un lugar para comer algo rico, disfrutar de un buen trago. No hicimos ningún cambio, no creamos una tablita especial, el canapé del bar sigue siendo el mismo. No buscamos competir con otros mercados, sino que esto es para la gente que quiere venir y mostrar a sus hijos y, ahora, también a sus hijas su lugar, su club", explicó el gerente.
Así también lo reafirmaron los propios asistentes. Una de ellas fue Mireya Hananía, quien contó que "esto es una buena posibilidad para cambiar la rutina, salir de La Posada o Llacolén, y tener otro espacio donde compartir. Además, me gusta el pool, así que aquí también tengo la posibilidad de jugar".
Similar fue la visión de Patricia Rico. "Mi marido es socio del club desde hace 15 años, siempre viene a jugar cacho y billar, y esta es la primera vez que puedo venir a disfrutar con él y la familia en este espacio", afirmó.
Para Fernanda Rengifo, en cambio, ya han sido tres las oportunidades que ha tenido de disfrutar de las preparaciones, junto a un trago y buena compañía en el bar del club.
"Cuando supimos que podíamos venir nosotras también, nos alegramos bastante, porque este es un lugar muy agradable donde poder pasar un buen momento. La verdad es que me parece que es una muy buena iniciativa", expresó.
Sin embargo, la medida no sólo es aplaudida por las mujeres. Pedro Ortiz, socio desde hace más de dos años, también la reconoce como un positivo aporte.
"Este es un lugar de esparcimiento que ofrece distintos atractivos, platos de muy buena calidad y la posibilidad de pasar un buen rato con los amigos. Poder venir con mi señora me parece fantástico, así que creo que ha sido realmente un acierto", planteó.
La medida aprobada por el directorio del club autoriza la presencia de las señoras de los socios -además de las hijas y las familias- los días sábado en el bar, terraza y comedor.
El horario en el que se efectúa es de 12 horas a 24 horas.
De lunes a viernes se debe realizar las reservas de mesas para comedor de socios al mail rrpp@club-concepcion.cl, o al teléfono 2737700, mientras que los días sábado, con maître de turno.