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SAG realizó operativo pecuario en Cobquecura

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Con el objetivo de facilitar la implementación del Programa Oficial de Trazabilidad Animal en la comuna de Cobquecura, funcionarios del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), coordinado por los dos Programas de Desarrollo Local, Prodesal -Indap, realizaron un operativo pecuario conjunto durante esta semana, permitiendo la inscripción de establecimientos pecuarios, aplicación de Dispositivos de Identificación Individual Oficial (Diio) y el muestreo de animales.

"La legislación vigente -Resolución N°1.546 del 6 de marzo de 2014 del SAG- establece que todos los animales bovinos deben portar su Diio y deben movilizarse con el FMA (Formulario de Movimiento Animal) por ello es importante la coordinación que estamos realizando con algunos Prodesales de Indap, lo que nos permite llegar a pequeños ganaderos y ganaderas, quienes requieren apoyo para cumplir la normativa vigente", destacó Jaime Peña Cabezón, director regional del SAG.

En este sentido el jefe de la Oficina del SAG de San Carlos, Iván Ramírez Delpín, indicó que el operativo contó con el trabajo de 6 funcionarios del SAG y 9 de Prodesal, quienes durante la semana censaron 298 predios con 1.319 vacunos, de los cuales a 906 se les aplicaron Diio, además de toma de muestra a 428 animales para determinar presencia o ausencia de brucelosis bovina e inscripción de 241 establecimientos pecuarios.

Mientras que Claudio Campos Pino, jefe técnico del Prodesal 2 (Indap de Cobquecura) señaló "que en esta oportunidad trabajamos con 27 sectores de la comuna, permitiendo que los pequeños ganaderos y ganaderas tengan acceso a esta información, sin costo para ellos, ya que esta comuna está más distante de centros poblados de importancia y las oficinas del SAG e Indap no están presente acá, por lo que es una gran ayuda y en el caso nuestro como programa de apoyo nos permite aprender sobre la implementación de esta ley".

Tradición e innovación: la exitosa mixtura de la Viña De Martino

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Innovar, reconociendo la historia y la experiencia es la fórmula que a la prestigiosa Viña De Martino le está reportando no sólo grandes satisfacciones comerciales, sino también sociales, al impulsar una proyecto productivo único en el país que comienza a tomar más forma justamente en la Región del Bío Bío.

Fue en 2011 cuando la viña familiar comenzó en forma pionera a producir vino de manera natural. La iniciativa partió con una exhaustiva búsqueda de tinajas de greda por el sur de Chile, ya que todo el proceso de fermentación y guarda se haría en estos nobles recipientes, de la misma forma como se hacía hace cientos de años atrás.

Algunas de estas vasijas hechas a mano tienen más de 100 años y sus dueños las usaban para la producción de vino de manera artesanal. "Las capacidades y formas de cada una son distintas, lo que da una individualidad única a cada vino", dice Marcelo Retamal, enólogo jefe de la viña.

Pero lo que más vincula a la zona con este proyecto tiene que ver con el descubrimiento de la cepa que utilizan en esta especial producción. Se trata de una variedad tinta no muy conocida y casi perdida entre viejos viñedos del Valle del Itatam, denominada Cinsault.

Un tercer elemento nuevo fue el proceso de vinificación. Se trata de maceración carbónica. "La idea es no moler los granos y que sólo una parte de estos se vayan rompiendo en el fondo de la tinaja por efecto del peso de las bayas que están arriba. El resultado es una fermentación mixta de levaduras y enzimas lo que lo hace un vino más ligero y complejo", explica Retamal.

Tras unos meses el resultado fue muy grato. La tinaja entregó un vino honesto y limpio, que expresa fielmente la cepa y su origen, con una mínima intervención, se hacen prácticamente solos. No hay aplicación de productos externos ni sulfurosos (antimicrobiano y antioxidante muy utilizados en la industria), tampoco se usaron enzimas ni levaduras comerciales, sólo las levaduras que la uva trae naturalmente desde el viñedo. "El resultado fue sorprendente. Se dejó una muestra de la misma uva, vinificada de la misma manera, pero en un tanque de acero inoxidable y el resultado obtenido en la tinaja fue definitivamente superior", detalla Eduardo Jordán, también enólogo de Viña De Martino.

Entonces nació el vino Viejas Tinajas.

Para Marco De Martino, gerente comercial de la Viña, el Valle del Itata tiene un enorme potencial para hacer vinos de clase mundial, que ya han logrado reconocimientos, con altos puntajes en concursos nacionales e internacionales. "Las uvas de esta zona pueden producir vinos de altísima calidad, aunque por desgracia los productores están muy pendientes y dependientes de los precios, lo que no permite que estas viñas subsistan", dice.

Esta es esta razón que De Martino paga los mejores precios del mercado a los productores, más del doble del valor promedio que pagan las grandes viñas ($85/k). "La idea es justamente los productores cuiden sus viñedos que son un gran patrimonio no sólo de ellos sino de Chile mismo", afirma.

Recuerda que los viñedos del Itata fueron los primeros que se plantaron en Chile, en torno al año 1550, y los agricultores aún conservan el modo tradicional del cultivo, de la tierra labrada a caballo y a azadón y "es en esta tradición que está la solución para conservar este patrimonio".

La viña trabaja tres principales proveedores de Coelemu, Guarilihue y Trehuaco con las cepas Cinsault y Moscatel.

Sus vinos patrimoniales son de la línea Viejas Tinajas; el Cinsault Tinto y el Moscatel y, de la Línea Gallardía del Itata, el Cinsault Rosé, el Cinsault Tinto y el blanco Gallardía Moscatel.

Los resultados hasta ahora han sido tan positivos que decidieron avanzar con viñas propias. Marco De Martino, confirmó la compra de 20 hectáreas de viñas.

"Las adquirimos hace un par de meses, están en proceso de recuperación y trabajándolas para llevarla a su potencial. El tiempo dirá, pero también queremos que los jóvenes vean que hay oportunidades en el campo", espera.

Tras superar en 2011 todas las expectativas agotando el stock de todo el año en un mes, la viña aumentó la producción de su vino Viejas Tinajas. Y, aunque la producción seguirá siendo limitada por el número de tinajas de arcilla antiguas disponibles para 2012 ya había aumentado a 18 mil botellas y sigue creciendo.

Marco De Martino agrega que "el incremento en la producción es importante, pero es probable que de todas maneras la demanda sea mayor a lo que podemos ofrecer, ya que somos muy estrictos en que la guarda se realice en tinaja antiguas, muy difíciles de conseguir. Seguimos constantemente en la búsqueda de más de estos tesoros."

A la fecha, la familia De Martino ha reunido una colección de 110

recipientes, cuyas capacidades fluctúan entre los 60 y 1.150 litros.