Reflexión sobre la instalación de los coresy 50 actividades cumplió el intendente
El jefe regional, Rodrigo Díaz, asumió el cargo hace un mes y suma medio centenar de reuniones, ceremonias, saludos protocolares y visitas realizados de manera pública en la Región.
Dentro de los temas prioritarios en el inicio de su administración destacan la descongestión de la Ruta 160, la escasez hídrica y el Bono Marzo. La comuna más visitada ha sido Talcahuano.
Partamos de la base que siempre la instalación y el funcionamiento de un nuevo marco institucional presentará dificultades, independiente de si estamos apostando a mejoras adaptativas sobre algo que ya existe. Los procesos de innovación en las políticas públicas son lentos y requieren de una capacidad de proyección y generosidad en los análisis. La instalación de los nuevos consejeros regionales no ha estado exenta de estas dificultades.
Un primer clivaje surgió en la elección por sus pares del presidente del consejo, materia donde debió pronunciarse la Contraloría General de la República. Fuera de los tecnicismos jurídicos, el punto es que hoy día, a diferencia de años anteriores, los integrantes del consejo tienen una mayor legitimidad derivada del mecanismo de elección directa popular.
Lo anterior facilita que la ciudadanía, en su derecho, pueda exigirles cuenta pública de sus actos. El presidente al ser un "primero entre sus pares", debe actuar velando por el conjunto, recogiendo la variedad política y principalmente la alta heterogeneidad al interior de la Región.
De aquí surge la segunda dificultad. Pese a que el gobierno recién ingresó un proyecto de "ley corta o rápida", para definir las atribuciones del presidente del Consejo Regional, lo cierto es que los ciudadanos votaron por un actor político que no tenía claridad de sus competencias. En una primera mirada, el nuevo proyecto de la ley es más restrictivo en las atribuciones.
Es importante que tengamos una discusión abierta, con actores regionales, sobre esta nueva institucionalidad, que sea inclusiva y que vele por el desarrollo armónico del país. Debemos pasar rápido a la discusión de la ley que fortalece la regionalización, aclarar las competencias de los cores, la reforma de los gobiernos regionales y la elección popular de los intendentes. Siempre en contexto de políticas públicas orientadas a la mayor descentralización de Chile.
Una tercera dificultad es el asumir los compromisos adquiridos en la administración anterior. Esto se deriva de la naturaleza política.
Los compromisos que se adquieren como Estado pasan de un gobierno a otro. Un vector que permite medir la calidad de la democracia es el respeto de los compromisos inter-generacionales. Por tanto, se debe asumir los proyectos en marcha, los temas inconclusos y en paralelo identificar los nuevos retos que definirán la agenda en esta instancia regional.
Finalmente, el Core será el espacio natural para que surjan y se potencien nuevas figura políticas. El telón de fondo es que los partidos políticos operan con un alto centralismo en Santiago. Por ello, hay que estar atentos al Consejo Regional, es allí donde los futuros líderes se van a aproximar a los temas regionales, a la mecánica de funcionamiento del Estado, en el fondo, a las políticas públicas.
Francisco Gatica,
asesor Corbiobio,
académico UBB.