¿Cuál es la solución para el tema energético en Chile?
Los proyectos energéticos se instalan donde existe el recurso que les permite cumplir su objetivo de generar electricidad. Ejemplo de ello es una central hidroeléctrica que se instala donde existe el agua y las condiciones geográficas; una central termoeléctrica cerca de un puerto o donde se pueda construir uno, para descargar el carbón importado; un parque eólico donde existe las condiciones de viento, y así con cada una de las tecnologías.
Con respecto de los beneficios, la construcción de una central térmica o hidroeléctrica convencional se demora tres años en su etapa de construcción otorgando alrededor de 3 mil puestos de trabajo. Un 60% de éstos corresponde a personas de la zona cercana. Sin embargo, en la etapa de operación la cantidad de mano de obra es baja en relación con la inversión y es en este punto donde existe un desequilibrio entre externalidades negativas y positivas en la comuna donde se instalan. Además, los pagos de derechos municipales son bastante menores respecto a la inversión.
Para mejorar estas externalidades negativas que se producen en la etapa de operación, considerando que desde el 2011 tenemos una norma de emisiones y el nuevo reglamento del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), que rige desde diciembre de 2013, y que cumplen con los máximos estándares de exigencia medioambiental internacionales, se debe avanzar en contar con una ley de compensaciones que permita tener claridad, tanto para los inversionistas como para las autoridades locales y la comunidad, del beneficio o compensación para mantener o mejorar la calidad de vida de las comunas donde se emplazan los proyectos energéticos.
Esta ley no debe ser el piso, sino un estándar que permita tener claridad en la inversión y en la comunidad. De lo contrario, corremos el riesgo de que se mantenga la oposición a la instalación de proyectos energéticos, lo que se traduce en que el precio de la electricidad siga aumentando para todos.
Una ley de compensaciones por sí sola, no solucionará todos los problemas en el tema energético. La oposición de la comunidad simplemente porque no quiere un proyecto cerca y la judicialización de los proyectos energéticos, no son temas sólo de compensación. Existen además, las agrupaciones muy bien organizadas que se oponen a cualquier proyecto, apoyando y generando instancias para fomentar en la gente la oposición, a lo que se suman los abogados que se han especializado en oponerse, paralizando pequeños y grandes proyectos. ¡La solución no es una sola!, hay que trabajar en la socialización de cada proyecto y de la política energética. El gobierno debe destinar más recursos a informar a los ciudadanos y a implementar la eficiencia energética en todos los ámbitos del país, continuar en la búsqueda de territorios consensuados para la instalación de proyectos, en la diversificación de la matriz eléctrica, en la implementación del Net Billing, en una carretera eléctrica que permita evacuar la electricidad de proyectos de Ernc y aumentar la participación del gas natural para desplazar el uso del petróleo.
Rodrigo Torres Hermosilla
Ex Seremi de Energía,
Director, Lawen Consultora