Por dos días los melómanos penquistas se sintieron como niños en una tienda de dulces. Y es que ya no hay muchas opciones para vitrinear y adquirir discos originales y de artistas reconocidos. En la Feria del Vinilo, cuya tercera versión se realizó el sábado y ayer en La Bodeguita de Nicanor, las buenas opciones sobraban; desde rock clásico y estrellas del pop hasta algunas joyitas de la música chilena.
Este año acudieron nueve expositores desde distintos puntos del país, sumando en conjunto unos 10 mil LPs, mientras que las ventas anduvieron cercanas a las 3 mil, según informó el organizador de la cita, David Viveros. Pero no sólo se podía pasar el tiempo disfrutando del formato con mejor sonido en la industria, sino que además había música en vivo de forma constante, así como djs. Anoche el cierre era con Chinoy, quien además protagonizó una muestra pictórica en el segundo piso junto al artista local Pititore (ver recuadro).
"Estamos felices con el resultado de esta tercera feria, los expositores están conformes con lo vendido y la parrilla musical funcionó sin ningún percance y buenas propuestas desde folclore a rock sicodélico. Partimos de menos a más en cuanto a asistencia, pero finalmente contabilizamos unas 600 personas por día", comentó Viveros, quien valoró a La Bodeguita de Nicanor como lugar para realizar la feria (antes se hizo en Del Aire Artería y en Artistas del Acero).
"Daniel Gómez, dueño del local, llevaba varios meses interesados en traer la feria acá. Fue un éxito pues es un espacio ameno que la gente ya conoce y asocia a la música; además que el segundo piso resultó ideal para complementar con exposiciones. De hecho ya estamos pensando en la cuarta versión que se realizará acá, y que se efectuará en agosto de este año. Para noviembre estamos planificando la quinta, pero sería en San Pedro de la Paz, pues su Departamento de Cultura está muy interesado y dispuesto a dar recursos para tener más expositores y bandas de renombre", agregó el arquitecto y dj.
En cuanto al mercado del vinilo en nuestra zona, David asegura que está en un gran momento. "El año pasado Audiomúsica vendió más de 250 tornamesas, lo cual habla del creciente gusto por el formato. Hay dos tipos de compradores, las personas mayores que siempre gustaron del vinilo y que aprovechan el revival actual; y la gente más joven de la moda hipster que se está enamorando del sonido"
En cuanto a algunas quejas por los valores de los vinilos, Viveros sostiene que son relativos. "Lo que pasa es que se encarece un poco respecto a Santiago, pero también pesan otros criterios como el estado en que se encuentran, el artista, o la escasez de copias. Por ejemplo se da el caso de Congreso, que tiene tan pocos vinilos circulando que pueden llegar a costar 100 mil pesos, o la edición limitada de 'Fome' de Los Tres que anda por ese precio. También se considera si son con doble cubierta. Los conocedores están pendientes de cada uno de esos atributos", finalizó.
Este año la novedad fue la muestra de obras de Pititore y Chinoy, músico que por primera vez trajo sus pinturas informalistas, coloridas y con elementos del expresionismo abstracto y el futurismo. "Es un arte que viene desde chico y que me da por períodos. En este caso pasé dos años creando y he podido exponer en varias poblaciones. Ahora con Pititore queremos hacer algo en conjunto en la capital", contó.