Secciones

Trastorno del Espectro Autista: familia es la que marca los límites

Si bien en temas de inclusión queda mucho por hacer y para los padres puede ser frustrante notar que sus hijos son distintos a otros, cuando se comprometen en la educación, habrá avances significativos. La estimulación temprana y las redes de apoyo son primordiales.

E-mail Compartir

Es común escuchar conceptos como la inclusión educativa, la igualdad de derechos y la no discriminación. Pareciera que vivimos en una sociedad en la que cada vez se aboga más por los derechos de todos a tener a una vida plena, igualdad de oportunidades o una educación de calidad. Una sociedad que respete a todos por quiénes son y no por cómo son. Tal vez son muchos quienes anhelan vivir en un mundo así, pero la realidad a veces golpea en la cara: se discrimina por ser distinto y es transversal. Puede ser por la condición económica, creencia religiosa, tendencia sexual o capacidad intelectual.

En el caso de aquellas personas que tienen capacidades diferentes, Marco López, director de Pedagogía en Educación Diferencial de la Universidad San Sebastián, afirma que los desafíos para lograr la plena inclusión social son inmensos en nuestra sociedad. Falta un largo camino que recorrer en el ámbito educacional y en cuanto a la inserción laboral.

Eso sucede con quienes tienen algún Trastorno del Espectro Autista. Justamente, el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo se conmemoró ayer, 2 de abril. Fue en ese contexto que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon dijo que el mensaje de este día "no tiene por único objeto generar comprensión, es una llamada a la acción. Insto a todas las partes interesadas a participar en la promoción de los avances prestando apoyo a programas de educación, oportunidades de empleo y otras medidas que ayuden a hacer realidad nuestro ideal común de un mundo más inclusivo".

Es que, según López, eso es lo que falta en nuestro país: información, educación y cambió de pensamiento. "Somos una sociedad muy discriminadora, debemos cambiar los paradigmas hacia formas de desarrollo humano con más valores y actitudes de aceptación a la diversidad", aseveró.

RESPETAR DIVERSIDAD

"Cuando hablamos del autismo, por cultura o por costumbre, nos preocupamos más de la etiqueta y no de la persona", sostiene Luz Jara Mödinger, educadora diferencial y directora de la Escuela de Educación de la Universidad Santo Tomás de Concepción. Ése sería el punto de partida para generar un cambio. Y es que, tal como ella cree, "antes de 'ser autista' debemos referirnos a 'una persona