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Cuando nada tiene sentido

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Muchas veces escucho decir que el presente no funciona, que pareciera que nada tiene sentido o, en los mejores casos, reconocen que necesitan de una reestructuración en sus vidas. Ambos desafíos son interesantes, buscar un sentido de vida o bien darle un nuevo sentido a lo que ya existe.

Esas crisis no sólo ocurren a nivel de pareja sino en todo cuanto es importante para nuestras vidas. En esas circunstancias, lo vivido versus lo esperado toma un curso importante en relación a los sueños, ideales o expectativas de vida.

No se trata que se esté volviendo loco al inquietar su mente con estos cuestionamientos vitales. Posiblemente pueda entrar en momentos de confusión, no obstante todos son cuestionamientos necesarios para encontrar el anhelado equilibrio.

La gran mayoría de las veces nuestra vida se convierte en una obviedad, donde no existen aperturas a nuevas configuraciones, por lo tanto es natural romper esos esquemas y en ocasiones sentir que las cosas no tienen sentido.

Esos conflictos mentales de todo punto de vista son positivos, ya que permiten organizar ideas, deseos o ilusiones personales que van a traer como consecuencia un nuevo sentido o lo que hoy concibe como presente.

Resolver incertidumbres y, en algunos casos, las obviedades de la vida, lo situarán en una nueva construcción de su futuro. No le garantizo que este encuentro ven

ga colmado de buenos días o alegres sentimientos o pensamientos, por el contrario es posible que acumule tensión, duda, pena o frustración.

Pero nada es peor que vivir una vida sólo con obviedades, certezas o aplanamientos afectivos, donde lo desconocido no lo descubrió por miedo o resistencia al cambio. Estancar una crisis no sólo sería una involución, sino un cúmulo de malas decisiones a futuro.

Si usted se encuentra en esa situación hoy, sin duda es afortunado, ya que antes de lo que crea va a encontrar la repuesta un nuevo ciclo de su vida.

Ver una película de amor podría salvar una relación

"Movie Intervention" denominaron a esta opción de terapia de pareja, que podría ser tan efectiva como dos visitas al terapeuta.

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Para todas aquellas parejas a las que se les hace difícil ponerse de acuerdo para ir a una terapia, una investigación podría ser la solución, al menos cuando los problemas conyugales no son aún tan serios. Según un estudio de la Universidad de Rochester, ver películas románticas y luego conversar sobre ellas, podría ayudar a tal nivel la convivencia, que incluso disminuiría las posibilidades de terminar una relación.

Con la intención de encontrar una opción diferente a las clásicas terapias, el grupo de investigadores sometió a 174 parejas para ver cómo reaccionaban luego de ver determinadas películas de amor, y para su sorpresa, notaron no sólo que la "movie intervention", como la llamaron, evitaba en varios casos los quiebres, sino que podía funcionar de manera tan efectiva como dos visitas al terapeuta.

Los resultados, si bien se consideran aún preliminares, fueron publicados en diciembre en The Journal of Consulting and Clinical Psychology, presentando una opción de autoayuda para las parejas en conflicto, o aquellas que no tienen un fácil acceso a recibir un asesoramiento profesional para remediar sus conflictos.

"Una película es una manera poco amenazadora de iniciar una conversación", comentó Ronald D. Rogge, uno de los autores del estudio, según informó The New York Times.

Asimismo, la conversación que vendría después de ver ciertos tipos de films, entrega la oportunidad de tocar y profundizar en temas específicos que podrían estar afectando la salud de una relación.

En la lista que los investigadores entregaron para su uso "terapéutico", no se encuentran, sin embargo, aquellas películas que acaparan las lágrimas de muchas mujeres porque muestran parejas que se enamoran y sufren por no poder estar juntos, al estilo "Diario de una pasión". Sino que los expertos prefirieron aquellas en las que sus protagonistas deben superar distintos tipos de vaivenes en sus relaciones.

"Hollywood puede fijar expectativas muy poco realistas en las relaciones románticas", agregó Rogge. "La idea de que supuestamente se enamoran al instante y sin mayores esfuerzos no es la realidad, ni es relevante para la mayoría de las parejas que llevan dos, tres o cuatro años en una relación", explicó.

Algunas de las películas propuestas para el "movie intervention" son:

-"American Beauty" (1999)

-"Anger Management" (2003)

-"Otoño en Nueva York" (2000)

-"Antes del atardecer" (2004)

-"Blue Valentine" (2010)

-"El Diablo viste a la moda" (2006)

-"Atracción fatal" (1987)

-"El padre de la novia" (1991)

-"Alguien tiene que ceder" (2003)

-"Love Story" (1970)

-"Magnolias de acero" (1989)