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Estudiantes quisieron ayudar a gestionar bienestar laboral

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Cuando los estudiantes ingresan a la universidad, probablemente piensen en terminar rápido y pasar los todos los ramos. Es lógico. Pero, no hay que desconocer que existen asignaturas que motivan a los jóvenes, logrado que quieran llegar más allá con las herramientas que les fueron entregadas.

Ése fue el caso de un grupo de alumnos integrantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción, específicamente de la carrera de Ingeniería Civil Industrial, quienes se encontraron con el ramo electivo 'Gestión de la Felicidad Laboral'.

José Pablo Encina cuenta una vez que el ciclo del curso concluyó, surgió el cuestionamiento de si aquello terminaba en eso o lograban generar algo más trascendente. Entonces se les ocurrió la idea de realizar la Semana de la Felicidad UdeC entre el 19 y 22 de marzo. Justamente, para contextualizarla, decidieron llevarla a cabo en paralelo a la conmemoración del Día Mundial de la Felicidad (20 de marzo).

Entre las motivaciones, explica el estudiante, estuvo el hecho de que en Concepción hace algunos años ocurrió un hecho catastrófico, el 27F, y lo vieron como una oportunidad de poder ayudar levantar los ánimos, aunque el enfoque que le quisieron dar fue el del bienestar en el ámbito laboral.

En ese sentido, Leonardo Sanhueza, agrega que la idea fue hacer una actividad que fuera completamente abierta, tanto para alumnos como para profesores y también para el ambiente empresarial.

"Enseñar y aprender a gestionar la felicidad en las personas es un movimiento muy naciente, por lo que queríamos que la mayor cantidad posible de personas lo conocieran y se motivaran, demostrando que tiene un impacto positivo en quienes lo adoptan", afirma José Pablo Encina. A ello, Sanhueza añade que esperan que ésta sea una iniciativa que se mantenga a largo plazo. "El primer año se buscaba concientizar y motivar. Que se logre generar investigación y se traspase esto a la gente es uno de los objetivos que se plantearon, por lo que éste fue el primer paso y esperamos que vengan muchos más",

afirma.

DIVERSAS ACTIVIDADES

Los estudiantes se basaron en la realidad de que estas iniciativas sólo se gestan en Santiago y no en otras ciudades de Chile. Por lo mismo quisieron innovar trayendo a expositores que ellos definen de primer nivel y realizando actividades originales como risoterapia y la Feria Perma, instancia en la que se entregaron herramientas de diagnóstico y bienestar personal.

'Perma' es un modelo psicológico generado por Martin Seligman, que se compone por cinco elementos fundamentales para la realización de la felicidad. La letra P se refiere a Positive Emotions, en español optimismo; la E es Engagement que se traduce como el compromiso para hacer las cosas, R es Relations y se refiere a las relaciones personales; M es Meaning y su traducción literal es significado pero en este contexto se refiere a que la vida tenga un sentido y significado. Por último la A es por Achievements que significa logros.

La idea de esta instancia, abierta a todo público, era que cada persona que ingresara realizara un test validado científicamente que daba un diagnóstico acerca de cómo se estaba en cada una de esas cinco dimensiones. Además, habían stands que representaban cada una de ellas con monitores que explicaban el tema a fondo.

Experiencias de los padres son valiosas para el primer pololeo de sus hijos

Cuando una persona especial aparece en la vida de los adolescentes son muchas las dudas que surgen, tanto en ellos como en los padres. Por lo mismo, lo adecuado es ser capaces de guiarlos en esta nueva etapa, teniendo en cuenta que equivocarse es parte del proceso.

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Dicen que el primer amor no se olvida. Sin embargo, sea cual sea la verdad sobre esta afirmación, lo cierto es que lo óptimo es vivir esta etapa de la mejor manera.

La falta de conocimiento, la inexperiencia y la edad, muchas veces juegan un papel relevante en la manera en que se llevan a cabo las primeras relaciones amorosas, por lo que es importante que los jóvenes reciban el apoyo necesario para tomar buenas decisiones.

Eso sí, "no se trata de que no se vayan a equivocar. Equivocarse siempre es importante porque es parte del camino del aprendizaje", sostuvo la psicóloga María Victoria Navarrete.

En este contexto son los padres quienes deben funcionar como guías, respondiendo dudas y aclarando situaciones que son nuevas y desconocidas.

"En las primeras relaciones amorosas los jóvenes van poniendo en práctica distintas habilidades interpersonales, que son las que les permiten llegar al otro. Dependiendo de la personalidad y el carácter, van a existir profundas diferencias en el modo de llevar adelante estas acciones", afirmó la profesional.

Pero que el resultado final no sea el esperado, no quiere decir que no haya sido un aporte. Según explicó la especialista, un elemento que es importante tener -y que debe verse fortalecido en estas primeras aventuras- es la tolerancia al fracaso.

"No siempre se gana; la niña o el niño que a uno le gusta no necesariamente es como uno se imaginaba; y las situaciones no siempre se desarrollan de la misma manera en que uno la planeó. Y es normal, por lo que también es bueno que los jóvenes aprendan a perder, dado que a lo largo de sus vidas tendrán otras experiencias que pueden no ser tan positivas", agregó.

TODO A SU TIEMPO

La edad es un componente determinante es estas primeras relaciones, aseveró Navarrete, ya que bajo los trece años el nivel de compromiso en el pololeo es casi inexistente, ya que no existen nociones suficientes sobre lo que significa este tipo de vínculos.

Sin embargo, desde los quince años existiría una actitud distinta respecto de estas relaciones. "Acá ya se ve una disposición mucho más clara a 'sentirse' parte de un pololeo, por lo que se entiende que hay deberes, como la fidelidad, y respeto", añadió. En ese sentido, las experiencias de los padres son valiosas en el primer pololeo

Cambiar a los amigos y el tiempo que se pasa con ellos, por estar con la nueva pareja, es una actitud bastante común; sin embargo, es necesario poner atención si es que este tipo de comportamientos deriva en un aislamiento social. Bajo esta mirada, la participación de los padres es positiva, en tanto hagan a ver a sus hijos que están cometiendo un error. "Que tengan un pololo o una polola no significa que tengan que distanciarse del resto de la gente. De hecho, lo correcto sería señalarles que el desafío positivo es lograr mantener todas las relaciones interpersonales -amigos, compañeros, familia- y continuar realizando todas las actividades normales sin dejar de lado a su pareja. Es decir, enseñarles que lo importante es lograr un balance", apuntó María Victoria.

La clave es, tal como resumió la experta, no adelantarse e ir viviendo de acuerdo al tiempo y la edad.

"Los jóvenes de quince años que están viviendo su primer pololeo no pueden esperar que ésta sea la relación definitiva o que la persona con la que están compartiendo va a ser con la que van a pasar el resto de su vida, pero sí deben saber respetar, tanto al otro como uno mismo. No es necesario que se adelanten en comportamientos que no van con su edad, porque es muy posible que cometan errores o se arrepientan", planteó.

APOYO Y CONFIANZA

Una situación que puede generar dudas y preocupaciones en los padres es el momento en que sus hijos manifiestan un serio interés por otra persona. No obstante, el director de la escuela de Psicología de la Universidad Santo Tomás Concepción, Rodolfo Álvarez Jara, dijo que "lo que los papás deben tener en cuenta es que los jóvenes comparten esas mismas dudas y preocupaciones".

Es por esto que es necesario dejar de lado los propios temores e inquietudes, para convertirse en un fuerte respaldo emocional para quienes están comenzando a aventurarse en una primera relación.

"No hay que asustarse porque los hijos están teniendo sus primeros amores. En vez de eso, hay que verlo como algo natural que están viviendo, aunque muchas veces existan ciertos recelos. Una buena idea es que los padres recuerden que ellos también pasaron por eso, también tuvieron sus primeros pololeos y saben que es una etapa difícil, porque se está aprendiendo de algo que es desconocido", añadió.

En este aspecto, la experiencia de los padres se puede convertir en un valioso material, ya que mientras para los hijos se trata de situaciones completamente nuevas, para los padres son hechos que fueron vividos, analizados y valorados.

"Por eso es bueno que escuchen a sus hijos, que se interesen por ellos", aconsejó Álvarez. En estas circunstancias lo adecuado es dedicarles tiempo, preguntarles cómo se están sintiendo, qué es lo que piensan, que les cuenten sobre su nueva pareja y qué les gusta de ella.

Como algunas recomendaciones que pueden ayudar a los padres a actuar correctamente en esta nueva etapa, el profesional enfatizó que "no hay que prohibirles pololear porque es algo natural, pero sí es bueno poner algunos límites que tienen que ser respetados, como los que tienen que ver con los espacios en los que pueden compartir en la casa, a los lugares que pueden ir y los horarios".