Las cifras de ventas a nivel mundial son elocuentes: contra todo pronóstico y lógica, la gente está prefiriendo smartphones cada vez más grandes. Cuando a principios de la década de 2000 las compañías fabricantes de teléfonos móviles se empecinaban en una competencia para ver quién podía producir el celular más pequeño del mercado, hoy ocurre todo lo contrario.

¿Cómo se explica que los usuarios decidan (y prefieran) andar con un aparato incómodo de llevar y engorroso de manejar en desmedro de opciones más ergonómicas y livianas? La respuesta radica en cómo ha mutado 'la razón de ser' de estos gadgets en el último tiempo. Si antes utilizábamos el celular para llamar, enviar SMS's y jugar juegos sencillos como el nostálgico Víbora, hoy se ha convertido en todo un centro de entretenimiento en nuestro bolsillo. Teniendo las capacidades que nos brinda Internet en la palma de la mano, las posibilidades de uso se hacen infinitas. El desarrollo de las aplicaciones móviles no hace más que enriquecer este concepto, brindándonos novedosas y mejores formas de aprovechar esta tecnología.

Tal como muchos prefieren el televisor más grande que se puedan permitir para poner en su salón, hoy los consumidores desean el teléfono que les ofrezca una pantalla suficiente para disfrutar de sus videos, películas, fotos, sitios web y aplicaciones favoritas de la mejor forma posible. Ante este nuevo escenario, que los usuarios busquen una visibilidad más cómoda tiene perfecto sentido aun sacrificando ergonomía y comodidad.

"En 2011, muchos creían que no tenía sentido un teléfono tan grande como el Note. El tiempo nos ha dado la razón", manifestó recientemente en una entrevista Celestino García, vicepresidente de Samsung España, refiriéndose al éxito del Samsung Galaxy Note 3, de imponentes 5.7 pulgadas.

Es imposible negarse a la evidencia: según datos revelados por la operadora móvil europea Orange, un 45% de los clientes de telefonía celular llega hoy a las tiendas preguntando por equipos con una pantalla de 5 o más pulgadas. Si los rumores son ciertos, Apple, el último bastión de las pantallas 'ergonómicamente aptas para su uso con una mano