"No puede haber Asamblea Constituyente si el Parlamento no la crea y le otorga facultades"
El parlamentario dice que los deseos de una nueva Constitución se deben enmarcar en las instituciones que hoy existen, y subraya que la DC debe opinar en la discusión educacional, especialmente si aparecen "blancos y negros".
Con expectativas de trabajar por el pronto cumplimiento de las primeras medidas del programa del actual Gobierno, para lo que -asegura- el oficialismo "no puede quedarse con los brazos cruzados", el senador (DC) Andrés Zaldívar reafirma el derecho de su tienda para aportar en temas relevantes y donde, según dijo hace algunas semanas el presidente de la tienda Ignacio Walker, el partido está quedando "fuera de la foto" en la Nueva Mayoría. "Cuando el programa se traduzca en un blanco y negro, hay muchas cosas que precisar", señala el parlamentario por el Maule Norte.
El personero fue el primer ministro del Interior que tuvo la Presidenta Michelle Bachelet en su anterior administración y dejó su cargo en el marco de la llamada "revolución pingüina" de 2006. Ahora, Zaldívar señala que los afanes por implantar una nueva Constitución, presentes en varios sectores de la coalición que volvió a La Moneda, deben enfocarse, sí o sí, en los cauces institucionales vigentes.
"Todo tiene que hacerse dentro de la institucionalidad vigente. Por motivo alguno, y eso creo que ya está claro, podemos buscarlo por la vía de los subterfugios o los resquicios", agrega.
El senador DC plantea también algunos de los puntos que debe atender el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, para realizar una buena tarea en al jefatura del gabinete, basado en su propia experiencia como ministro del Interior de Bachelet, desde donde salió, según propia confesión, por la necesidad de un golpe político fuerte por las manifestaciones de los estudiantes.
- Usted, que fue ministro del Interior de la Presidenta Bachelet, ¿cómo cree que debe ser el perfil de ese secretario de Estado?
- Es muy difícil hacer un perfil, pero lo único que puedo decir es que las condiciones que debe tener son facilidad y un nivel de conocimiento de lo que es la actividad pública. No se le puede pedir que tenga práctica que lo acredite, sino que la gente también demuestra su capacidad de hacerlo cuando ejerce un determinado cargo. Tiene que saber que debe ser la persona más cercana a la Presidenta de la República, y debe tener una capacidad de coordinación del gabinete en su conjunto. Y le toca un papel bastante complejo, que es el orden público, que requiere mucha coordinación y cooperación de la fuerza pública, sobre todo cuando hay situaciones de conflicto social. Es una persona que debe tener capacidad de generar equipos y anticiparse a esos conflictos, y también equipos que reaccionen y encuentren soluciones para evitar las crisis en los conflictos.
-¿Debe existir confianza entre el Jefe de Estado y su jefe de gabinete?
- La confianza es fundamental entre la Presidenta de la República y su jefe de gabinete. Debe haber una simbiosis muy estrecha y casi una comunicación permanente. Me parece que eso lo cumple el actual ministro Rodrigo Peñailillo.
- ¿Usted tuvo esa confianza con Bachelet cuando fue su ministro del Interior?
- Yo tuve esa confianza. Lo que sucedió en mi caso fue que, cuando la Presidenta toma la decisión de mi salida, se había provocado una situación de conflicto social por el tema educacional, además de una baja en la popularidad de la opinión pública. La explicación que ella me dio es que debía hacer un golpe político fuerte para tratar de cambiar esa tendencia. Y eso sólo podía ser mediante un cambio de gabinete que tuviera significación. Yo tuve mucha apertura y confianza con ella. Por supuesto puede ser que hayamos tenido algunas diferencias y cosas que no coincidía en cómo yo pensaba que tenían que hacerse las cosas. Y efectivamente esas diferencias existieron, pero no las voy a pregonar. En el momento que ella me pide que la deje en libertad de acción es porque esa confianza no existía.
- Luego de los problemas para la definición del gabinete a nivel de subsecretarios, ¿cómo cree que fue ese proceso?
- Por supuesto que en algo salpicó al Gobierno. No es que haya creado una situación de punto crítico, sino que dio motivos para una campaña a través de los medios bastante dura. Las noticias en verano no eran mayores, y esto pasó al primer plano. Creo que sí hubo errores, que ya están solucionados. Yo hubiera preferido ejercer las soluciones que se habían tomado más que mantener por un largo tiempo las objeciones que se hacían a algunos personeros. En ese sentido hubiese sido preferible que el Gobierno electo hubiese tomado al comienzo las decisiones. Sobre todo por las personas que se vieron afectadas e involucradas. Esas personas tuvieron el respaldo y redactaron sus renuncias, por lo que estuvieron durante 30 días expuestas a la opinión pública sobre cuáles eran los pecados que habían cometido. Era un verdadero bulliyng al que fueron sometidos durante todo ese tiempo. Eso no lo encuentro apropiado.
- El presidente de la DC afirmó que le preocupa estar "fuera de la foto" en educación, por las diferencias de su partido y la izquierda. ¿Le preocupa a usted que su partido esté quedando fuera de alguna otra "foto"?
- Me parece que el tema de educación es muy importante, pero también tenemos que confrontar nuestras ideas con el resto de los partidos de la Nueva Mayoría. Ahora, yo espero que (la falta de presencia DC) se subsane y el ministro tomará las medidas necesarias para crear los espacios donde pueda producirse el encuentro donde la DC tenga claridad para poder plantear sus temas. Nosotros estamos claramente por implementar el programa de Gobierno en materia educacional, pero por supuesto cuando el programa se traduzca en un blanco y negro, hay muchas cosas que precisar. Y ahí la Democracia Cristiana tiene todo el derecho de pedir tener lugares donde poder tener una opinión.
- ¿Cree que es prioritaria la discusión de una nueva Constitución?
- Es un planteamiento que se hizo durante la campaña electoral y creo que no fue una propuesta populista, sino que una propuesta seria. Creo que en cuatro, seis u ocho meses más se puede avanzar para ver qué es lo que se quiere exactamente, y ver todos sus detalles para analizar cuál puede ser la propuesta de texto constitucional. Eso sí, todo tiene un claro marco de acción: todo tiene que hacerse dentro de la institucionalidad vigente. Por motivo alguno, y eso creo que ya está claro, podemos buscarlo por la vía de los subterfugios o los resquicios. Creo que tenemos que ser muy abiertos para hacer, por supuesto, una Constitución participativa, pero también dentro del marco de la institucionalidad.
- ¿A nivel de Asamblea Constituyente?
- No puede haber Asamblea Constituyente si el Parlamento no la crea, le otorga sus facultades y determina su integración. Si no hay votos para eso no puede haber Asamblea Constituyente. Tendría que haber un mecanismo diferente.
- ¿Cuál cree que será el tránsito de las principales reformas de Bachelet en el Congreso?
- La Presidenta ha hecho un llamado a apoyar las primeras medidas para su periodo inmediato de Gobierno. En el transcurso de los 100 primeros días de su administración no podemos quedarnos con los brazos cruzados en cuanto a avanzar en la elaboración de los proyectos de ley. En materia educacional son seis o siete proyectos de ley. En materia de reforma tributaria, creo que debería estar lista en el primer semestre. Ojalá la tengamos lo antes posible, ya que las cosas hay que hacerlas con rapidez para eliminar la incertidumbre.
- Con el anuncio de la próxima realización de marchas y manifestaciones de diferentes entidades gremiales y estudiantiles, ¿cuál, a su juicio, debe ser el rol del Gobierno en el control de la violencia que acarrean constantemente las protestas?
- El país tiene que estar atento porque es un tema que puede surgir en cualquier momento. La violencia muchas veces no es querida por quienes organizan manifestaciones, pero eso es aprovechado por sectores más radicalizados. Yo espero que este Gobierno tenga mucha más capacidad de gestión y de relacionarse mejor con las fuerzas sociales, de tal manera que haya un marco de acción mucho más regulado y controlado. Ahora, si hay violencia, es obligación de todo Gobierno poner coto a la violencia y restablecer el orden público. Eso se puede hacer mucho previniendo antes que reprimiendo. Pero si en un momento dado la violencia se desborda, el Gobierno tiene la obligación de atacar eso con las herramientas que le otorga la legislación.
- Desde la oposición se critica al ministro de Hacienda por poner demasiado el acento en la desaceleración y las posibles falencias de la economía, antes de invitar al país al crecimiento o de tener un discurso más propositivo. ¿Entre quiénes se ubica usted?
- Yo le he escuchado todo lo contrario. El ministro ha dicho que su primera labor es que el país retome el camino de la inversión y los índices de crecimiento. Nosotros recibimos un país en un proceso de desaceleración muy profundo. Por supuesto que eso nos preocupa, por lo que debemos revertir esa situación. Y para eso hay que hacer un plan de contingencia. Sin perjuicio de incentivar el ahorro, también debemos motivar la inversión pública, que muchas veces ha estado poco ejecutada. El ministro de Hacienda ha dado cuenta de que hay más de US$ 2.000 millones que fueron aprobados presupuestariamente y no han sido ejecutados.
El parlamentario por el Maule Norte recuerda un adagio para referirse a la posibilidad de que el ex Presidente Sebastián Piñera pueda ser parte de la contienda electoral en la próxima elección presidencial, en 2013. "No quiero, no quiero. Echelo en el sombrero". De acuerdo a su propia experiencia de cara a La Moneda, donde fue derrotado por Ricardo Lagos en una primaria en 1999, Zaldívar afirma que "conociendo la condición humana, es muy difícil adelantarse a eso", sin querer adentrarse en la discusión que ya comienza a generar disputas en el seno de los partidos y movimientos de la derecha a sólo días de que haya terminado el periodo presidencial.