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Lamentablemente Chile está muy dividido

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En este tiempo en que fui participe del muy buen gobierno del presidente Sebastián Piñera, me pude dar cuenta del grado de división que presenta nuestro país, pero aunque pudiera uno verse tentado a clasificar esta división entre los bloques políticos mayoritarios -entiéndase Nueva Mayoría y Coalición por el Cambio-, o entre aquellos que opinan que un sector sólo propicia el crecimiento económico y el otro sólo la distribución de lo que ya hay, la gran división es simplemente entre los que son afectados por la desidia y los que se esfuerzan día a día. O dicho en una forma más cruda y sin eufemismos, entre los flojos y los trabajadores.

Las grandes empresas están fuertemente divididas entre aquellas que entienden que sus ganancias se sustentan en compartir sus éxitos con las sociedades donde están insertas, con su capital humano por la vía de remuneraciones justas y empleos estables, por el respeto irrestricto a la normativa ambiental entre otros factores y aquellas que piensan que por el solo hecho de tener el capital suficiente para iniciar operaciones no necesitan relacionarse con su entorno, intentan pagar los sueldos más bajos posibles para aumentar sus utilidades o simplemente utilizan argucias legales para no respetar el entorno social-ambiental donde se desarrollan.

Los trabajadores, por su parte, se encuentran muy divididos entre aquellos que piensan que por el solo hecho de firmar a las 08.00 hrs de la mañana ya se hacen merecedores de su salario dedicándose el resto del día a esperar que lleguen las 17.00 hrs para retirarse a sus casas. Pero también existen aquellos que llegan en la mañana pensando qué pueden hacer para tener un rendimiento sobresaliente en sus empresas, entendiendo que gran parte del éxito de ellas depende de la suma del esfuerzo de todos y cada uno de sus empleados, que el éxito de su empresa es el éxito propio. Éstos son los denominados intraemprendedores.

Existen políticos candidatos que realizan campañas onerosas y rimbombantes con ofertones populistas, muchas veces que ni siquiera tienen relación con las atribuciones del cargo para el cual fueron electos, pero también existen alcaldes, parlamentarios y altos funcionarios públicos de los gobiernos de turno que comen, viven, sueñan con su trabajo dedicándose al 100% a sus obligaciones, meten poco ruido por la prensa pero son verdaderas hormigas que luego de desempeñar las labores propias del cargo se despliegan por sus circunscripciones, distritos o comunas para empaparse de las necesidades y sueños de la gente para la cual y por la cual gobiernan, para ellos no existe la residencia eterna en el olimpo.

Ejemplos de esta división existen muchos más y sería muy extenso mencionarlos, falsos dirigentes sociales que viven de las demandas desmedidas vs. aquellos que dedican sus vida a luchar por los demás sin recibir nada a cambio, padres que solo engendran v/s padres que crían a sus hijos, prensa amarillista y sesgada políticamente vs. prensa objetiva y seria y un largo etc.

Esta debe ser una división declarada como principio social de desarrollo, entendiendo como tal la sumatoria de crecimiento económico más bienestar social, esta es la lucha que todos debemos dar porque nuestras filas son mayoritarias, somos la democracia de los más vs. la dictadura de los pocos.