"Ese potencial de lograr lo que quieres en la vida, está en ti"
Un accidente dejó sin nada a este hombre que tuvo todo, pero encontró su fuente de inspiración y se recuperó de una manera milagrosa. Hoy en día vive sin limitaciones.
"El día del accidente volaba en un Anfibio en un viaje de pesca hacia Alaska. Las relaciones con mi mujer estaban bien, mi negocio estaba bien. Pero en un momento cerré los ojos y desperté seis meses después. No tenía empresa, no tenía familia, mi señora se había divorciado cuando yo estaba en coma y vendió todo. Cuando desperté del coma no tenía nada, el fruto de treinta años había desaparecido". Ése es el relato de Edward Wale, hijo de madre chilena y padre estadounidense, quien hace veinte años vivió una experiencia que no sólo le cambió la vida, sino que le hizo descubrir la persona que realmente era.
Una historia cruda y que a muchos hubiera derrumbado. Con el 92% de su cuerpo con quemaduras en tercer grado, los médicos decían que si algún día se llegaba a sentar iba a ser un milagro. Perdió varios de sus dedos de la mano, también sus dos piernas. Pero hoy es una persona que vive sin limitaciones. Sin embargo, el camino no fue fácil. Tuvo que estar en lo más hondo para renacer.
"Creo que tengo que haber insultado a Dios más que cualquier otra persona en el mundo, porque le preguntaba, ¿por qué no terminaste tu trabajo?, ¿por qué me dejaste vivo? Porque el dolor lo puedo explicar: toda quemadura se venda, sangra. Era una hora al día todos los días, sólo para sacarme las vendas. Había que hacer curaciones. De dolor me desmayaba. Y cuando pasas por ese tipo de traumas ¿a quién culpas? Yo no quería estar ahí, quería estar muerto", cuenta.
Aunque un día tuvo la oportunidad de dejar este mundo y acabar con su dolor, su pensamiento dio un vuelco. Y es que cuando se cree en la gente, se cree en los médicos porque tienen el conocimiento y son ellos quienes dicen 'si te llegas a sentar va a ser un milagro