Líderes y miembros de organizaciones que han salido a plantear sus demandas a las calles, pertenecen a partidos que desde mañana serán parte del gobierno. Contrario a lo que afirman los gremios, analistas dicen que esto puede aminorar algunas manifestaciones.
A partir de mañana, quienes eran de gobierno pasarán a ser oposición y viceversa. Gran parte de los dirigentes de las organizaciones sociales que han salido a las calles a manifestar su descontento por diversas razones o a exigir mejoras en sus áreas, son militantes o simpatizantes de partidos políticos que están incluidos en la Nueva Mayoría, coalición que tomará el mando este martes.
¿Podría esto causar que los movimientos sociales bajen su intensidad o que las demandas se resuelvan por vías partidarias en lugar de la calle?
El analista político de la Universidad del Bío Bío, Rafael Galdames, cree que estos movimientos podrían ser mitigados por el hecho de que los partidos tendrán representación dentro de ellos, "porque ya sabemos qué ocurrió durante muchos gobiernos de la Concertación, en que los movimientos eran regulados por un diálogo entre los partidos de esa coalición, como el movimiento sindical, que es el caso más patético, entre otros".
Incluso, Gonzalo Müller, analista político y docente de la Universidad del Desarrollo, afirma que la inclusión del Partido Comunista a la Nueva Mayoría puede corresponder a una estrategia para suavizar las demandas callejeras y poder resolverlas por otras vías. "Yo creo que fue incluido como un seguro, pero ahora hay que ver si ese seguro es tan efectivo como creen", plantea Müller.
El analista explica que esto puede ser un arma de doble filo: "Puede funcionar como una oportunidad, pero también es un riesgo importante, porque hasta hoy el sistema era ejercer presión al gobierno a través de las marchas, de las protestas y ahora nos damos cuenta de que esos movimientos pertenecen por militancia al propio gobierno y que si éste no es lo suficientemente rápido, o no escucha a los movimientos sociales, éstos tendrían que recurrir a los mismos mecanismos, que son los tradicionales. De esa manera, tendríamos a gente de militancia del gobierno protestando contra el mismo gobierno", afirma el experto.
AUTONOMÍA
Javier Miranda, de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción, cuenta que "las dirigencias del movimiento estudiantil, en su mayoría, no pertenecen a partidos de la Nueva Mayoría, sino que están en posiciones consecuentes con lo que ha sido el movimiento estudiantil del 2011 en adelante".
Asegura no ser militante de ningún partido político y afirma que, al menos en su movimiento, continuarán con una visión crítica de las propuestas que el gobierno entregue en materia de educación.
"Ahora (ayer), vamos a comenzar una asamblea de Confech en Temuco, para evaluar cómo van a ser los movimientos en este nuevo periodo y ante eso, las diferencias que hemos planteado han sido claras con respecto a la Nueva Mayoría. Yo pertenezco a la Unión Nacional Estudiantil, esa es mi única militancia", afirma Miranda.
Jorge Figueroa, presidente de la Fenats (Federación Nacional de Trabajadores de la Salud) en la Región del Bío Bío, opina que en los movimientos que tengan en su mayoría a militantes de la Nueva Mayoría sí habrá diferencias entre la forma en que hoy se exigen las demandas sociales.
Según su punto de vista, esto puede provocar que los dirigentes no tomen determinaciones radicales frente a ciertas demandas, y asegura que esto puede ocurrir sobre todo en los sindicatos.
"Evidentemente, estos movimientos no van a tener la autonomía para poder tomar determinaciones y, a juicio mío, lo más probable es que exista una diferencia", agrega.
Frente a esto, aclara que la Fenats sigue un rumbo diferente, manteniendo su independencia al actuar frente a cualquier gobierno: "Nosotros siempre mantenemos nuestra autonomía. Independiente del gobierno de turno que esté, siempre hemos planteado nuestra línea, que va en defensa del sistema público".
DEMANDAS EN LA CALLE
Sergio Gatica, presidente provincial de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), es militante del Partido Comunista, que forma parte de la Nueva Mayoría, pero asegura que esta situación no causará ninguna diferencia en su actuar con respecto al gobierno entrante.
"Aunque muchos tenemos una militancia política, eso no quiere decir que vamos a entregar un cheque en blanco al futuro gobierno. Yo soy militante comunista, ahora somos parte de la Nueva Mayoría, pero soy el presidente de la CUT, por lo tanto, mi primera responsabilidad son los problemas de los trabajadores, de asegurarnos que se respete la ley en esta zona, donde hay tanto abuso", dice Gatica.
Asegura que el gobierno anterior no logró terminar con los abusos que menciona y que tiene esperanzas en que el próximo sí los escuche.
"Que le dé un nuevo impulso a la Región, que se nombren autoridades que hagan respetar la ley, que se fiscalice a las empresas que no cumplan con la normativa legal. Sin embargo, si no hay un gobierno que nos escuche, independientemente de que sea de nuestros partidos, vamos a tomar la decisión de salir a las calles. Queremos ser muy claros con los trabajadores, darles la tranquilidad de que la CUT, es una organización autónoma que se preocupa de los problemas laborales. Cada uno puede ser del partido que quiera, pero la autonomía se respetará. Le daremos un tiempo al gobierno para que ponga en práctica su programa, pero si siguiera habiendo abusos contra los trabajadores, no les quepa duda que vamos estar llamando a movilizarnos", asegura el dirigente.
El académico Rafael Galdames confía en que las calles no se silenciarán, a pesar de los dirigentes que militan en partidos que conforman la Nueva Mayoría, "porque la ciudadanía está más activa, para bien o para mal. Hay más población educada, hay más profesionales, tienen más impacto ahora los nombramiento de las subsecretarías y ministerios, donde se cuestionan muchas cosas, porque la gente se da cuenta de situaciones que antes no sabía. Las demandas fundamentales las seguirán planteando los movimientos sociales".