Hacienda, ministerio clave
Asumiendo el nuevo gobierno en el país, empezará a correr el plazo de los cien días para llevar a cabo un importante número de medidas, que éste ha comprometido realizar en un acotado plazo. Seguramente se iniciarán desde el primer día las escaramuzas de costumbre, cuando comienza un nuevo período presidencial, que tendrá al frente una ciudadanía empoderada y atenta a comprobar el cumplimiento de todos los compromisos previos. Así irá transcurriendo el primer "round".
Dentro del equipo de gobierno, tendrá un rol protagónico, el nuevo ministro de Hacienda, al cual le corresponde, por definición, liderar tal vez uno de los ministerios más importante y difícil de manejar, como se ha comprobado en prácticamente todos los equipos de gobierno de las últimas décadas. Es la persona encargada de manejar la "billetera fiscal" y debe enfrentar muchas demandas que inciden en un mayor gasto público, por una parte y por otra, con recursos económicos limitados y escasos, por definición.
Da la impresión que no habrá, en esta oportunidad, "luna de miel", por parte de la ciudadanía que tuvo como preferencia electoral al gobierno que asume, de manera que se espera que el nuevo ministro de Hacienda además de mantener un marcado acento técnico propio de este ministerio, deberá mostrar un accionar mucho más activo en lo político que los ministros antecesores en este cargo, principalmente por la necesidad de no defraudar en lo referente a las demandas comprometidas.
En esta misma línea, las reformas y cambios anunciados, no serán fáciles de implementar, aunque se cuente con mayoría en el Congreso Nacional como, por ejemplo, es el caso de la reforma tributaria, pero no sólo por la propuesta de subir ciertas tasas de impuestos, sino porque se deben mantener determinados equilibrios macroeconómicos y algunas medidas podrían llegar a perjudicar el eficiente funcionamiento de la economía, por decisiones y políticas implementadas en un contexto de desaceleración de la economía nacional, con números y proyecciones lamentablemente a la baja.
Por otra parte, el ministro de Hacienda que termina su periodo al frente de esta cartera, hace ver la importancia de tomar decisiones apropiadas y no apresuradas, para continuar en la senda del crecimiento sostenido o, en este caso, para recuperar los niveles que la economía del país alcanzó en los últimos años, recomendando tener extremo cuidado en las reformas que se piensan implementar, señalando como una de las tareas prioritarias, el recuperar y sostener los índices de inversión que el país necesariamente requiere y controlar las presiones sobre el gasto, como también mantener las condiciones y políticas que garanticen el equilibrio macroeconómico.
Como se puede ver, será una tarea difícil de realizar, donde se plantea una ecuación con demasiadas incógnitas. Seguramente será el Ministerio más difícil de conducir, donde se concentran las presiones y es el lugar en que deben conjugarse tanto los verbos que se relacionan no sólo con acciones en el área económica, sino también con la política, con lo social, y que en último término es el propio ejercicio del poder.