Medida surgió en respuesta a la expulsión de tres funcionarios de la embajada de EE.UU. en Venezuela, al ser acusados de promover protestas contra del gobierno de Nicolás Maduro.
Estados Unidos dio 48 horas a los tres diplomáticos venezolanos para abandonar Washington, en respuesta a la expulsión de tres funcionarios estadounidenses acusados de promover violentas manifestaciones en el país sudamericano.
La historia reciente entre Venezuela y la Casa Blanca cuenta con reiterados enfrentamientos diplomáticos y desde el 2008, cuando el fallecido Hugo Chávez expulsó al embajador de Estados Unidos en Caracas, las naciones no tienen representantes de ese nivel.
El presidente Nicolás Maduro, que ha seguido el discurso antiestadounidense de su antecesor, expulsó la semana pasada a tres funcionarios de la embajada acusándolos de reclutar a estudiantes universitarios para liderar las protestas en su contra.
Desde principios de febrero, miles de venezolanos han salido a las calles a manifestarse contra el gobierno, al que culpan de la inflación, el desabastecimiento y la inseguridad.
El Departamento de Estado de Estados Unidos informó en un comunicado que declaró personas no gratas a dos primeros secretarios y a un segundo secretario venezolano, que cumplían labores consulares en la embajada en Washington.
"Tienen 48 horas para abandonar los Estados Unidos", advirtió en el comunicado.
A pesar de los enfrentamientos ideológicos, Estados Unidos sigue siendo el principal comprador del crudo venezolano.
Maduro dijo que planea nombrar un nuevo embajador en Estados Unidos para intentar superar los altibajos.
"Para que sepan la verdad de Venezuela. Están creyendo que de verdad nos estamos matando, que no podemos salir ni a la esquina y están pidiendo intervención militar de Estados Unidos en Venezuela ¡Una locura!", dijo, señalando que su canciller, Elías Jaua, haría el anuncio.
La crisis en Venezuela, que ha dejado cientos de heridos y al menos 500 detenidos, llevó al presidente estadounidense Barack Obama a pronunciarse y conminar a las partes al diálogo. El gobierno de Maduro dijo que las declaraciones fueron una injerencia en asuntos internos.
De acuerdo con residentes y autoridades, el lunes por la noche se registraron saqueos en tiendas de las ciudades de Maracay, Maracaibo y San Cristóbal, esta última capital del estado Táchira, que ha vivido los enfrentamientos más encarnizados.
El líder opositor venezolano, Henrique Capriles, aseguró que la razón de fondo sobre la ola de protestas que vive el país es "la debacle económica" hacia la que se dirige y "no solamente el problema de la violencia y la inseguridad".
"A la violencia, que se les fue de control (al gobierno venezolano), se suma una crisis económica con la inflación más alta del mundo el año pasado, de un 56%, y un índice de escasez casi del 30 %, cuando lo normal es de 5%", indicó Capriles en una entrevista con una radio argentina.
Según el dirigente del partido Primero Justicia, los últimos hechos violentos "han sido utilizados por el Ejecutivo de Nicolás Maduro "para tratar que se concentren sectores de clase media para darle fuerza a la represión".
"Así le dicen al mundo que hay un golpe de Estado en desarrollo, que lo quieren tumbar", señaló.
Capriles afirmó que al gobierno "se le fueron las cosas de las manos" y "la gente le perdió el miedo" con la llegada de Maduro al poder tras la muerte de Hugo Chávez.