"La coalición no estuvo a la altura del Gobierno"
El parlamentario cree que faltó "diálogo permanente" en la relación entre la Alianza y la actual administración, y prevé que en los próximos cuatro años el bloque deberá "cuidar sus liderazgos" para volver a La Moneda.
En un balance global de los cuatro años del Gobierno del Presidente Piñera, el senador y eventual candidato a la presidencia de RN, Francisco Chahuán, destaca su agenda social, pero cree quedan varias tareas pendientes para la Alianza.
Considera que faltó generar una coalición más dialogante con el Ejecutivo, que hubo demasiado "chaqueteo" al interior del sector y que se requirió de mayor voluntad política para avanzar en la "institucionalización" de la coalición.
El parlamentario espera que en los cuatro años en que volverán a ser oposición, la Alianza "tenga los pantalones largos" para aspirar volver a La Moneda.
- Sí, creo que se pudo haber hecho mucho más en términos de haber generado una coalición dialogante permanente con el Ejecutivo, pero también la coalición no estuvo a la altura del Gobierno del Presidente Piñera. Y lo señalo porque a pesar de todos los esfuerzos que se hicieron para que hubiese vocerías conjuntas entre los dos partidos, hubiese la posibilidad de mecanismos de solución de las diferencias, donde con el senador Hernán Larraín pedimos a los dos presidentes de partido avanzar en la institucionalización, finalmente esta no se produjo porque no hubo voluntad política de la UDI en ese sentido. Pero cuando uno hace el balance, tenemos un Gobierno que cumplió la palabra, particularmente en materia de agenda social, donde hubo un especial énfasis en lo que dice relación con el cumplimiento de las materias que estaban en el programa de Gobierno. Estoy muy orgulloso de lo concluido como administración. Sin lugar a dudas, el proceso quedó trunco, porque en la coalición creemos que el Gobierno del Presidente Piñera merecía otro mandato, pero esperamos que la Alianza que tenemos que construir en estos cuatro años en que vamos a volver a la oposición, tenga los pantalones largos y esté a la altura de hacer una buena oposición, y al mismo tiempo, de ser capaces de volver a La Moneda.
- Es perfectamente legítimo que el Presidente de la República, en su carácter de ex Presidente, pueda levantar una fundación que tenga como objetivo la defensa del legado de su Gobierno. Creo que, sin que esto implique restarle importancia a los partidos políticos, la fundación va a ayudar a defender la obra del Gobierno del Presidente Piñera, que no me cabe la menor duda que los primeros meses del Gobierno electo va a ser objeto de ácidas críticas. Y finalmente, quiero señalar que cuando uno aspira a reconstruir una Alianza que sea capaz de ampliar sus límites naturales, de ampliar su base social y política, tiene que haber mucha más generosidad. Tiene que haber más diálogo, más convicciones de pasar de alianzas puramente electorales a alianzas programáticas. Tiene que haber mucha más convicción en términos de ampliar en igualdad de condiciones esa alianza, por supuesto, a los nuevos movimientos. Esos son los desafíos que tenemos por delante y para eso se requiere actuar con altura y teniendo pantalones largos que yo creo que fue lo que faltó a la Alianza en estos cuatro años. Tenemos que cuidar todos los liderazgos. Eso es parte de la madurez de una coalición, y esa madurez no estuvo presente en estos cuatro años que fuimos Gobierno, donde el chaqueteo permanente fue una tónica y donde. Tenemos que generar las condiciones de liderazgos alternativos que nos permitan volver a La Moneda.
- Yo lo señalé desde el primer día, que había que restarle dramatismo a que el Presidente finalmente tomara una decisión de volver o no a RN. En su carácter de ex Presidente, quien está por sobre los partidos, nosotros nos sentimos muy orgullosos de que un hombre de nuestras filas haya llegado a La Moneda, pero tal como establecían los estatutos del partido, cuando un militante de RN asume la primera magistratura de la nación debe renunciar a su militancia, y el regreso del Presidente Piñera al partido era un tema que yo había desdramatizado desde un inicio, porque claramente cuando una persona asume esa condición está por sobre los partidos de la propia coalición que contribuyó a su elección.
- Lo que le ha hecho mal a la coalición es justamente ese fenómeno de descalificación permanente a lo diferente, a lo diverso. Creo que, por el contrario, vamos a lograr ser una opción para volver a La Moneda en la medida de que seamos capaces de ser generosos, diversos, donde volvamos a recuperar la unidad en torno a esta diversidad, que fue lo que nos llevó a La Moneda el 2010. Por tanto, sería mucho más cuidadoso en esas declaraciones. Hay que respetar las decisiones de formar nuevos movimientos, pero con un solo cuidado: no caer en la atomización de la coalición, porque teniendo en cuenta que vamos a ser oposición y que tenemos desafíos pendientes, particularmente en los tres principales ejes de Bachelet (reforma a la Constitución, reforma a la educación y reforma tributaria), tenemos que ser capaces de congregar a expertos, a los centros de estudios, a los parlamentarios. También he señalado que hay que tener "ministerios en la sombra" o "ministerios de contrapunto", donde seamos capaces de reclutar la experiencia acumulada en estos cuatro años en cada uno de los gabinetes ministeriales, y fiscalizar el cumplimiento de las promesas electorales.
- La coalición requiere de un cambio profundo, y eso implica que hay que institucionalizarse de verdad, establecer mecanismos de solución de las diferencias y vocerías permanentes. Debemos asumir que el diálogo entre los partidos de esta coalición es lo que nos va a permitir afianzar la percepción ciudadana de que tenemos capacidad para gobernar Chile, y eso implica también ampliarse con generosidad, cuidar los liderazgos alternativos y generar una tarea en la cual está abocado RN: renovación de los cuadros gremiales, sindicales, estudiantiles, que permiten que la expresión de la cultura de la centroderecha permee a la sociedad civil, cuestión que no hicimos en estos cuatro años. También tenemos que cambiar la manera de entender los partidos políticos. Tienen que ser partidos mucho más horizontales, partidos donde haya mucho más diálogo, más mecanismos de toma de decisiones, más inclusivos y vinculados con la sociedad.
- Todavía estoy en estado de reflexión, pero voy a tomar esta decisión seguramente la primera semana de marzo. Nosotros creemos que RN tiene una tarea pendiente por delante de, uno, profundizar la descentralización, darle más poder a las regiones y a las comunas; segundo, ser capaces de combatir la pobreza en su amplio contexto, incorporada a la segregación educacional y; tercero, establecer un sistema que devuelva la confianza ciudadana y que permita cambiar el sistema presidencialista por uno semipresidencial, con mayor contrapeso de los poderes públicos y mayor control ciudadano de la gestión pública. Esas son parte de las tareas de RN que vislumbro, como también la reforma a los estatutos que permita una mayor incorporación de las directivas en la conducción del partido. También una reforma a la declaración de principios para armonizarla con los nuevos tiempos. Creo que RN fue clave para que el Presidente Piñera llegara al Gobierno. RN también va a ser clave en estos cuatro años, donde esperamos ser el eje de la oposición. Esperamos que en cuatro años más RN sea el puente para volver a La Moneda.
- La nueva oposición tiene que ser leal y constructiva, pero que aspire a volver a ser Gobierno en los próximos cuatro años. Y eso implica un trabajo mancomunado de construir una nueva forma de relacionarnos como oposición, una nueva forma de relacionarnos entre los partidos, pero que en definitiva sea capaz de generar estos contrapuntos, ya sea a través de comisiones temáticas en materia de reforma a la constitución, reforma educacional y reforma tributaria.
- Acá hubo dificultades de instalación del Gobierno de Michelle Bachelet, donde ha habido falta de liderazgos. La recomendación que le daría al Gobierno electo es que, para poder gobernar en tiempos de crisis, se requiere fortalecer la autoridad presidencial. Y estos días ha habido un fuerte cuestionamiento de los partidos al liderazgo del equipo de Gobierno. El Gobierno electo debe escuchar a la sociedad civil, pero entendiendo que aquí no gobiernan los movimientos sociales, sino que el que dirige es el Gobierno que obtuvo el triunfo en las urnas. Creemos que acá se va a poner a prueba el liderazgo respecto de lo que haga o no la Presidenta Bachelet sobre ese gabinete. Vamos a ver si tiene la capacidad de maniobra, más allá de la coalición que la llevó al Gobierno, de tomar decisiones por más duras que puedan parecer, pero que en definitiva permitan asumir que el liderazgo lo tiene ella, lo tiene su núcleo más cercano y no los movimientos sociales y tampoco los partidos o movimientos de la coalición que la llevó al Gobierno.