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John, el gringo tuerto

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No hay un chileno más de derecha que yo. Me formé en Estados Unidos, haciendo posgrado en George Mason University, cuando tendencias más libres que Chile regían al país.

Soy un bicho raro: una mezcla de evangélico, optimista, neoliberal y economista enfocado en políticas públicas, que aboga por soluciones y alternativas de mercado libre para regulación, educación y drogas. Tantos "impedimentos" me hacen un tuerto rey en tierra de ciegos y me facilitan ver lo que otros derechistas no.

Estoy enamorado de Chile por su belleza, sus avances y sus posibilidades. Además, me proyecto a futuro. Veo lo que Estados Unidos y Chile serán en 2035, previendo a Chile como el país más apropiado para neoliberales y religiosos anacrónicos como yo y mi señora osornina. Por esto, aliento a ricos norteamericanos y europeos a radicarse acá. Sin dudar botaría mi pasaporte de la "tierra de los libres" antes que el chileno. Por ende, publico interesantes comentarios (en inglés) sobre Chile en (1) mis dos libros, (2) mi blog (EscapeAmericaNow.info) y (3) mi programa de radio "Red Hot Chile" (overseasradio.com).

Mis cartas y columnas en diarios chilenos (más de 1.200 publicaciones desde octubre de 2011) incluyen algunas observaciones positivas (homeschool, evangélicos, modelo económico, etc.), y aún más críticas (burocracia, tendencias tramposas, aborto, intervencionismo, etc.) con el objetivo de ayudar a mantener Chile relativamente libre.

Los rankings de libertad económica mundial han situado a Chile entre los top ten, confirmando mi tesis. El país no es perfecto, pero es más libre que Estados Unidos y casi toda Europa. No es sorpresivo que inédito número de gringos ricos estén eligiendo botar su ciudadanía norteamericana. Quiero atraerlos acá.

Estando ligado a este país por 18 años, es probable que lo conozca más que cualquier otro gringo e incluso más que la vasta mayoría de mis compatriotas chilenos.

Puedo ser ingenuo, siempre medio perdido, pero no ciego. Soy "tuerto" con una visión que a muchos chilenos les falta.

Puedo ver las desastrosas tendencias políticas del hemisferio norte y nuestra gran oportunidad si evitamos repetir los errores de otros países, siguiendo la fórmula: + mercado - Estado + inmigrantes adinerados =prosperidad.

¿Es la eutanasia a menores de edad un acto médico?

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La Cámara de Representantes belga ha votado el 13 de febrero de 2014 el proyecto de ley que modifica la ley del 28 de mayo de 2002 relativa a la eutanasia, con fin de extenderla a más menores de edad, aprobando la propuesta legislativa formulada por el Senado el 13 de diciembre de 2013.

En resumen, se extiende la legislación del 2002 no tan sólo a menores capaces o emancipados sino "con capacidad de discernimiento" que se encuentren en una situación de enfermedad física sin cura y con pronóstico de muerte en corto plazo - a diferencia de los adultos donde esta razón puede no ser una limitante - sufrimiento físico constante e insoportable -. En este caso, no se aprobó como en los adultos el sufrimiento psicológico, que no puede ser aliviado y que resulta de una afección accidental o de una patología grave incurable; requiere de evaluación por un psiquiatra infantil o psicólogo para precisar las razones de su solicitud cuando son menores no emancipados, lo cual debe quedar en un informe por escrito. El médico tratante se debe entrevistar con los representantes del menor de edad, entregar toda la información concerniente, llegar a la conclusión de que no hay "otra solución razonable" y la voluntariedad de la misma, y asegurarse que los representantes legales señalen su acuerdo con la solicitud del menor; finalmente luego que la solicitud del paciente haya sido evaluada por el médico tratante las personas involucradas deben ser informadas de la posibilidad de acompañamiento psicológico.

Queda de manifiesto en el caso belga que la llamada "muerte digna" de menores de edad en manos de un tercero, el médico, es un paso en adelante y no en falso de la ideología de la salud total, poniendo en evidencia que no existen límites a la voluntad de poder, más aún cuando el objeto de esta voluntad es poner fin a la vida de un niño vulnerable y sufriente.

En Chile, esta disyuntiva ha sido disipada recientemente en sede académico-gremial a través de una publicación en la Revista Médica de Chile (2011) de forma conjunta por varios médicos provenientes de diversas casas de estudios al señalar que la eutanasia no es un acto médico, advirtiendo que: "No hacerse cargo médica y humanamente de la agonía del enfermo, acelerándola o dando término intencionado a su vida para eliminar sufrimientos, costos económicos o responsabilidades políticas y sociales, vulnera el propósito de la profesión.

Es posible que una generalización de la práctica de la eutanasia termine por afectar principalmente a quienes están más necesitados de cuidados -como los desvalidos, los ancianos, los enfermos crónicos y los moribundos- llegando incluso a dañar gravemente los derechos básicos de las personas". Grupo de Estudios de Ética Clínica de la Sociedad Médica de Santiago y aprobado por su Directorio (8 de marzo de 2011) y Mesa Directiva (29 de abril de 2011)