Como intensas definió el intendente Víctor Lobos las tres semanas que le quedan de gestión como el representante del Presidente Sebastián Piñera en la Región del Bío Bío. Entre inauguraciones, informes y actividades propias del cargo, Lobos destacó que lo más importante en términos personales, será entregarle al nuevo jefe regional de la Nueva Mayoría, Rodrigo Díaz, toda la información relevante que tiene que ver con el desempeño de lo que será su función y el futuro de varios proyectos que calificó como claves para la zona.
"A mi me interesa traspasar buena información al nuevo intendente. Independiente que hay que entregar el inventario, el estado del personal, las situaciones contractuales existentes, a mí interesa informarle sobre los proyectos emblemáticos como el Teatro Regional, la Ruta 160 o el Puente Industrial. Esa información entregarla de manera tal que el nuevo intendente pueda seguir trabajando a fondo en ellos. En la parte personal, no he tenido tiempo ni de pensarlo, termino el once y en ese momento pensaré qué se hará", dijo Lobos en relación a este tema.
Entre otras cosas, tiene contemplada una reunión de camaradería junto a todos los funcionarios del Gobierno Regional que trabajaron bajo el alero de la actual administración de centro derecha.
El intendente Lobos tuvo un breve periodo de vacaciones. Por ahora se encuentra preparando una serie de reuniones que tienen que ver con su participación como presidente de directorio de varias comisiones o instituciones que están asociadas al cargo. "Estoy trabajando en una gran cantidad de reuniones y he tenido problemas para organizarlas porque todos los miembros de esos directorios están de vacaciones. También tengo que hacer un gabinete programado", destacó el jefe regional saliente.
Asimismo, agregó que otro hito importante en la agenda, será la visita en conmemoración del 27-F, del Presidente Piñera. "Aprovechará de hacer una cuenta concentrada en la reconstrucción. Así que el Presidente viene a eso a la Región, por la importancia que tiene la zona en este tema", indicó Lobos.
En el mismo sentido y dentro de la programación de sus días, agregó que "tenemos la reunión pendiente con el futuro intendente que creo que la debiéramos hacer la próxima semana y tenemos que organizar el traspaso del día 11 de marzo".
Fuera de cifras oficiales y de reconstrucción, en que el actual intendente siempre ha colocado como principal énfasis en su gestión y hablando de calificaciones a lo que ha sido su paso por el servicio público, Lobos precisó que "en lo personal, y en el resto de la gente también, se empieza a desarrollar un estado de ansiedad, por un cambio muy fuerte. Así como fue un cambio fuerte cuando la gente ingresó al gobierno, creo que el cambio, el día que se vayan, también lo será. Se termina la adrenalina propia de una gestión intensa, que son los gobiernos regionales y la política. Se pasa a un estado de mayor tranquilidad y eso en lo personal se percibe".
Siguiendo en la misma línea de balances, la autoridad de la Alianza destacó que "bajará la intensidad y se va a producir una disminución en la adrenalina y a lo mejor llega un estado, que no diría que será depresivo, pero que si de un estado en que nos va a sobrar el tiempo".
Para Lobos una de las situaciones mas descriptivas del cargo es, definitivamente, la intensidad con que se vivió. "Eso de acostarse todas las noches con cuarenta problemas en la cabeza y despertarse a las tres de la mañana pensando en otros nuevos, es distinto a decir que mañana no tengo nada que hacer. Este fin de semana estuvo el teléfono que ardía por la situación de Lebu que fue muy lamentable. Ese tipo de cosas se van terminar para bien o para mal. Eso de estar despierto toda la noche recibiendo información, es adrenalina, es estrés y mantenerse activo", dijo el intendente.
En relación a su futuro reafirmó su intención de abocarse al mundo privado y ejercer su actividad como arquitecto. "El gran balance es un gran enriquecimiento respecto al conocimiento de la Región, con sus problemas y potencialidades. Junto con eso una gran experiencia en algo que no me había tocado que son los conflictos sociales. Aprendí que al sentarme con la gente, a dialogar, con un problema social encima, siempre algo de razón tienen. Fue un gran enseñanza". finalizó.