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El grado de autoestima de las personas tiene en gran parte un origen cultural, según una investigación

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La autoestima de un adolescente no depende de sus propios valores personales, sino en gran parte de los que priman en la cultura en la que vive, indica un estudio realizado por científicos franceses y difundido ayer.

Desde hace cien años, según precisa el Centro Nacional francés de Investigación Científica (CNRS), el punto de vista dominante en sicología radicaba en que cada individuo basa su autoestima en el hecho de cumplir con aquello que personalmente percibe como más importante.

No obstante, la encuesta, realizada desde 2008 entre más de cinco mil adolescentes y adultos jóvenes en 19 países de Europa Occidental y Oriental, Oriente Medio, Sudamérica, Africa y Asia, debilita esa creencia.

El estudio, publicado en la revista "Personality and Social Psychology Bulletin", refleja que la valoración propia se funda, sea cual sea la cultura considerada, en la consecución de los valores dominantes en el resto de personas del entorno.

Los expertos constataron que la autoestima de los participantes dependía de cuatro grandes puntos: el cumplimiento de su deber, la ayuda a los otros, la mejora de su estatus social y el control de su propia vida.

La importancia otorgada a cada uno de esos aspectos variaba según la cultura, pero la autoestima, según ese análisis, aparece en términos generales como un medio importante a través del cual la gente interioriza los valores de su cultura a un nivel implícito, aunque aseguren no adherirse a los mismos.

El estudio sí precisa que en contextos donde se priman valores como la libertad individual o la búsqueda de una vida estimulante, como en Europa Occidental o en ciertos países de Sudamérica, la gente es susceptible de basar su autoestima en la sensación de controlar su propia vida.

En otros en los que predominen la conformidad, la tradición y la seguridad, como en ciertas partes de Oriente Medio, Africa y Asia, la gente se muestra más proclive a que la autoestima dependa del sentimiento de haber cumplido con su deber, concluye el análisis.

La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter.

Mujeres tienen más problemas para dormir que los hombres

Pese a que pasan más tiempo acostadas, ellas duermen 11 minutos menos cada noche. El mal estado de salud sería la principal causa.

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Aunque las mujeres pasan más tiempo en la cama, duermen menos horas que los hombres, sugiere un estudio publicado esta semana por la Universidad de Cambridge. La razón de esto radicaría en que ellas tienen más problemas de sueño que el sexo opuesto.

En la investigación, sólo el 36,6% de las mujeres indicó que nunca tienen dificultades para dormir, en comparación con el 63,3% de los hombres. El problema más reportado por las personas encuestadas fue despertarse muy temprano, con un 14,7% en el caso de las mujeres y un 11,7% en el caso de los hombres.

La insomnia media -es decir, el despertarse en medio de la noche y luego tener problemas para volver a dormir- fue señalado por un 9% de los hombres y un 14,7% de las mujeres consultadas por el equipo.

El estudio británico también encontró que los problemas de sueño eran menos frecuentes en las personas que mostraban un buen estado de salud. Estos trastornos también eran menos comunes en quienes se encontraban trabajando, en aquellos que poseían mayor nivel educacional y en quienes eran más jóvenes.

El trabajo científico estableció, además, que las mujeres pasan más tiempo en la cama que los hombres y, sin embargo, duermen menos. Específicamente, el estudio encontró que ellas pasan 15 minutos más acostadas, pero tienen 11 minutos menos de sueño.

Los factores que conllevan a esta situación serían varios según los autores de la indagación, pero la causa número uno sería la salud.

En concreto, las mujeres con mala salud tuvieron una proporción más baja entre tiempo pasado en la cama y horas de sueño, y las personas con muchas dificultades para dormir -incluyendo la dificultad para quedarse dormido, despertarse en medio de la noche y tener problemas para volver a conciliar el sueño- tuvieron la proporción más baja. Mientras que quienes no presentaron ninguno de esos problemas tuvieron las proporciones de sueño más altas.

El estudio fue publicado esta semana en la revista especializada "Sleep Medicine" y estuvo basada en las entrevistas realizadas a 8.480 personas de entre 45 y 90 años por el estudio europeo European Prospective Investigation of Cancer (EPIC), que fue desarrollado a partir de encuestas hechas entre 2006 y 2007.

Pero el estudio también descubrió otros hechos interesantes. Por ejemplo, estableció que la hora promedio en que la gente se acuesta cada noche es a las 22:41.

También encontró que la hora promedio en que las personas se levantan cada mañana es a las 07:17.

Los fines de semana, en cambio, las personas se acuestan 12 minutos más tarde que lo habitual y despiertan 27 minutos más tarde.

Además, las personas que trabajan pasan menos tiempo acostadas los fines de semana y pasan 1,5 horas más en la cama que el tiempo que efectivamente dedican a dormir.

Finalmente, el trabajo concluyó que las personas mayores pasan más tiempo acostadas, pero dedican menos tiempo a dormir.

Mejora el estado anímico, favorece la inteligencia y protege el corazón son algunas de las razones por las que diversos estudios han recomendado a las personas dedicar más tiempo a descansar y dormir.

Una de las investigaciones más recientes sobre este tema fue desarrollada por la Universidad de Wisconsin. El estudio, realizado con ratones de laboratorio, mostró que dormir genera la producción de melina, una proteína que protege a los circuitos cerebrales y permite que éstos se reparen más rápidamente. A ello se suma la evidencia de que el sueño profundo coincide con la liberación de las hormonas de crecimiento en los niños y adultos jóvenes, según el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos de EE.UU.

La ciencia también ha descubierto que el acto de soñar podría mejorar la memoria, estimular la creatividad y mejorar la planificación futura. Y aunque en general se ha recomendado alargar las horas de sueño, un estudio sugirió que el tiempo dedicado a esta actividad no debería sobrepasar las nueve horas. Según el trabajo, publicado en la revista "Sleep" de este mes, con ello se evitaría el padecimiento de síntomas depresivos.