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Que regrese la confianza a Huachipato

El juego mostrado, el andamiaje del equipo y el regreso del gol fueron destacados por la escuadra acerera que se ilusiona con la final.

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Una inyección de confianza para un lastimado Huachipato fue la victoria conseguida por los siderúrgicos frente a la U. Católica. Es que el presente que viven los de la usina en Copa Chile se contrapone totalmente con el del Torneo Nacional, donde se mantienen peleando en el fondo de la tabla acumulada.

Y aunque ambos equipos se presentaron con alineaciones que mezclaron titulares y reservas, lo mostrado por los acereros dejó buenas conclusiones. Más allá del resultado, la intensidad de juego impuesta, en la que presionó y dominó durante buena parte del partido hizo eco de un avance en el juego que quiere lograr el técnico Mario Salas.

"Fue un buen triunfo ante un gran rival. Lógicamente no está resuelta la llave y creo que tenemos mucho que mejorar, sobre todo por el segundo tiempo; pero vamos en un camino que nos permite, bajo nuestra forma de jugar, ganar los partidos importantes", reconoció el DT.

Pese a la temprana ventaja conseguida a los cinco minutos por Juan José Morales, los metaleros nunca bajaron los brazos. Aunque en el segundo tiempo decayeron en su nivel, sumando y restando las conclusiones fueron positivas, aunque ya ponen los ojos en su próxima valla: Colo Colo.

"Lógicamente el objetivo y la motivación que tiene jugar semifinales de Copa Chile, ganarla y asistir a la Copa Sudamericana es muy importante. Y está demás que se lo diga a los jugadores, pero para nosotros lo fundamental es hacerle un muy buen partido a Colo Colo y traernos los 3 puntos", aclaró Salas.

"JAY JAY" TOMA CONFIANZA

Varios jugadores tuvieron la oportunidad de ingresar desde el primer minuto de juego. Uno de ellos fue "J.J." Morales. El trasandino entregó el gol a su escuadra y fue un motor en la artillería, presionando a la zaga cruzada y motivando a sus compañeros en el ataque.

Ley del ex o no, el delantero sabe a qué juegan "los de la franja", por lo que su labor en delantera fue agradecida tanto por el cuerpo técnico como por el público.

Este gol fue el primero del trasandino con la casaquilla acerera, por lo que representó un envión anímico reconociendo que "es muy importante para un delantero hacer goles".

Eso sí, Morales fue autocrítico, comentando que "mi último partido fue el 19 de noviembre pasado, porque el campeonato en Brasil termina en esa fecha, a diferencia de Chile, que terminó en diciembre y sólo se detuvo una semana. Yo me paré casi dos meses. Voy ganando minutos y, si bien el gol da confianza, tengo que seguir trabajando".

Además, en el duelo ingresaron como titulares el portero Miguel Jiménez y el volante de corte Gerson Valle, quienes también resaltaron por su regularidad.

Mario Salas reconoció sus presentaciones, pero dio énfasis al trabajo colectivo señalando que "respondieron a la altura que merece este partido y eso habla bien de lo que es este equipo. Nosotros tratamos que esto no sean grupos de jugadores sino que sea un equipo y los muchachos lo están demostrando porque sale uno y entra otro en perfectas condiciones. Esto hace que uno tenga mayor calma".

El acero comienza a ver un pequeño destello al final del túnel, al que esperan acercarse este domingo, cuando deban enfrentarse a los albos en el estadio Monumental.

Uno de los que destacó en el choque entre acereros y cruzados fue el mediocampista Gerson Valle. El ex campeón con Arturo Fernández Vial se incorporó este año a las filas de la usina en busca de una oportunidad en el fútbol profesional.

Y si ya en el 'Almirante' no dejaba indiferente a nadie, el martes frente a U. Católica no fue la excepción, destacando en la recuperación de balones, el envío de pases e incluso algunos remates al arco.

"Uno viene para aportar y lo tiene que demostrar no con palabras, sino dentro de la cancha", declaró una vez finalizado el partido.

Pese a que debió retirarse por un golpe en la rodilla a los 58

Vacaciones sin los padres, un paso más de la autonomía

Aunque la connotación positiva o negativa se la da la propia familia, es importante que los adolescentes vivan esta experiencia.

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Llegan las vacaciones y, mientras los adultos sólo quieren pasar unos días de descanso después de arduos meses de trabajo, los jóvenes sólo quieren pasarlo bien. Panoramas con los amigos, tardes de playa o piscina, momentos recreativos y uno que otro espacio de reunión familiar.

Si bien el director de carrera de Psicología de la UST de Concepción, Rodolfo Álvarez, cree que la temporada vacacional son la oportunidad para reencontrarse con la familia, porque en el resto del año los padres han estado pendientes de sus trabajos, los niños y jóvenes estudiando, sin la posibilidad de compartir los días de manera íntegra; llegará el momento en que los adolescentes quieran irse de vacaciones sin sus padres y acompañados de sus amigos.

Para las mamás y papás éste se podría transformar en un momento difícil pero, probablemente, es una experiencia que los jóvenes deben vivir.

Según el psicólogo no se puede calificar de bueno o malo, porque hay mucho de subjetividad en si los padres dan autorización o no. Pero, lo primero que se debe considerar, dice que "es un acto de confianza que no se da en un instante, sino que es el resultado de los comportamientos, actitudes y responsabilidad de todo el año, y también de años anteriores".

FOMENTAR AUTONOMÍA

Desde la perspectiva de la psicóloga de la Ucsc, Daniela Sáez, que los jóvenes salgan sin sus padres de vacaciones será algo muy positivo. "Este tipo de experiencias fomenta la autonomía, el autocuidado y pueden tomar decisiones por sí mismos", afirma. Lo anterior les proporcionaría mayor seguridad, potenciado su autoestima y ayudando a la diferenciación respecto a las figuras parentales. Algo fundamental, porque contribuye a la construcción de la identidad.

Para la académica de Psicología de la USS, María Eugenia Brante, salir solos de vacaciones se convierte en una prueba de su propia capacidad de autogestión. Pero, reconoce que, lo que parece fácil desde lo teórico, requiere de un proceso familiar de ajuste y negociación. "Cada familia ha ido negociando lentamente los espacios de libertad, por tanto, difiere mucho de una familia a otra. Ahora, además de la autonomía existe también el acuerdo y los códigos familiares, por ejemplo, en familias que respetan el espacio de las vacaciones como sagrado para estar juntos o juntarse con la familia extendida", explica. Lo que recalca es que "si los niños desarrollan la autonomía y la responsabilidad desde pequeños, se generarán espacios de confianza mutua, donde los niños y jóvenes se atrevan a preguntar. Si se gana este espacio en las familias, ellas estarán tranquilas de lo que sus hijos hagan fuera de la casa y sin su cuidado".

EXPERIENCIAS PREVIAS

La especialista sostiene que es difícil definir si existe una edad correcta para que vivan o comiencen a vivir esta experiencia, pero lo que sí es importante, es que las familias reconozcan que los jóvenes buscan y valoran este espacio.

"Generalmente entre los 16 y los 18 años los jóvenes comienzan a salir con sus amigos, esto depende de sus condiciones: cada padre conoce a sus hijos y, por lo tanto, sabe a qué edad está preparado y no tiene riesgos", sostiene.

Desde el punto de vista de Sáez "lo fundamental es evaluar el grado de autonomía y capacidad de cumplir con sus compromisos, en la medida que los jóvenes hayan demostrado en experiencias previas donde se auto regulen en su conducta, sin la presencia de una figura de autoridad".

El estilo de crianza jugará un rol fundamental, por lo que es aconsejable que los padres ayuden a sus hijos, desde que son pequeños, a ir desarrollando su autonomía y favoreciendo su capacidad para resolver problemas por sí mismos. "Es importante que tengan vivencias en las que no estén bajo el control parental como ir a dormir a la casa de los amigos, que participen en actividades deportivas o scout, que impliquen pequeños viajes con grupos de pares para que se vayan acostumbrando", ejemplifica.

A lo anterior, María Eugenia Brante agrega que "no hay que olvidar la diferencia que existe en nuestra cultura entre géneros. Generalmente los jóvenes salen de sus casas antes que las chicas de la misma edad, lo que si bien tiene que ver con los potenciales riesgos, debe considerarse también como una conducta educable la salida en grupos mixtos".

MÁS QUE LIBERTAD

Se quiera o no, los hijos crecen y deben forjar su propio camino, aprender a valerse por sí mismos y tomar sus propias decisiones. Un viaje solamente con los amigos podría transformarse en la primera experiencia real de autonomía e independencia. Tal vez es una manera en que ellos se sientan libres.

"La autonomía es un proceso gradual, importantísimo para el desarrollo humano que ayuda y se vincula al desarrollo emocional y cognitivo", explica la psicóloga María Eugenia Brante. Por eso que, según ella, el mejor consejo para los padres es que vayan desarrollándola junto a la autogestión y la responsabilidad desde muy pequeños. De esta manera los niños y adolescentes irán encontrando sus propios límites, aprenderán a decir 'no