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Campamento histórico de Coronel termina urbanización

Las 39 familias que viven en el sector podrán acceder a agua potable y alcantarillado tras más de 12 años de constante lucha.

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Hace más de doce años que en Coronel, frente a la central Santa María de Colbún, justo a un costado del by pass, existe un campamento fundado con el mismo nombre de la carretera que lo rodea.

Nació como una toma de terreno, en la solución para abandonar de una vez la vida de arrendatarios. Hoy, "Bypass" será el primer campamento de la comuna, y de la Región, en cerrarse, dando solución habitacional a 39 familias a través de la estrategia de radicación mediante urbanización. Es decir, manteniendo a sus habitantes en el terreno, pero garantizándoles servicios básicos, como agua potable y alcantarillado.

La inversión para este campamento superó los $95 millones y cuenta hoy con un 98% de avance por parte de la empresa constructora José Acuña. Las redes están listas para entregar efectivamente los servicios a las familias a fines de enero o principios de febrero.

"Estamos muy contentos de que las familias de 'Bypass' vean materializado el sueño de contar con todos los servicios básicos para dejar atrás la vida en campamento. Este es nuestro primer proyecto de urbanización ejecutado en su totalidad y ya se encuentran en ejecución otros dos en las comunas de Lota y Tucapel", sostuvo Iván Fierro, coordinador regional de Aldeas y Campamentos. El valor agregado de esto, dijo Fierro, es que "las familias permanezcan en sus lugares de origen y no tengan que dejar atrás sus redes y su entorno".

Desde el municipio, mandante de la obra, la directora de la Secretaría de Planificación (Secplan), Tania Aguilera, señaló que se trata de un avance histórico para las familias, hoy emplazadas en un terreno de 9.972 m2. No sólo eso, pues de los otros nueve campamentos existentes en la comuna, cuatro se están interviniendo en diferentes etapas, ya sea el inicio de la obra, de los estudios o de la licitación para los trabajos.

"Posterior a esto viene la pavimentación, para lo que se necesitaban las instalaciones sanitarias. Allí vamos a acompañar a las familias en el proceso y vamos a ver todas las vías posibles, ya sean pavimentos participativos o con fondos del Fndr", sostuvo Aguilera.

Por ahora, señalaron desde Aldeas y Campamentos, información también ratificada por la municipalidad, la obra que inició en septiembre sólo está a la espera de la conexión de las últimas viviendas al sistema de alcantarillado y agua potable. Desde Essbio informaron que aún no han recibido documentos para la recepción de la obra ni la conexión a las matrices, lo que implica un corte rutinario del servicio sanitario.

Cabe mencionar que durante estos años, las familias pudieron acceder a agua potable a través de un pilón financiado por el municipio.

"Recuerdo cuando pusimos la primera piedra del proyecto, que todos los habitantes del asentamiento estaban muy emocionados. Algunos tuvieron que invertir mucho dinero para poder optar a conexiones de agua potable casi hechizas o para comprar una fosa séptica, que tenía que ser vaciada constantemente, lo que significaba otro gasto. Ellos ahora por fin podrán tener un baño digno, dentro de sus casas y por supuesto las comodidades necesarias que todos los chilenos debiéramos tener", recordó el coordinador regional.

Justamente, una de las fundadoras de este campamento fue Ana Salazar Sánchez, quien llegó allí junto a sus dos hijas, siendo la tercera familia en instalarse en el terreno.

Esos tiempos no fueron fáciles. Ana instaló fosas sépticas reiteradamente, y debía pagar cerca de $40 mil mensuales para la limpieza de la misma. Por esta razón, tender ropa en el patio, o permitir que sus hijos jugaran allí era impensado.

Algo similar le ocurrió a Eslayner Rojas Rojas. Junto a su mujer, en ese tiempo embarazada, fueron una de las primeras familias en llegar al sector en el año 2000, donde se tomaron un terreno bajo la premisa "de aquí nadie nos mueve".

Hoy, tiene una casa en el mismo terreno que se tomó, la que construyó con ayuda de sus suegros. Ellos también durante mucho tiempo compartieron agua para cocinar, asearse y limpiar. Y hasta el día de hoy lo hacen, a la espera de la conexión definitiva.

Margarita Cerna Vidal tiene una casa nueva. Hace dos meses terminaron de construirla, ya que recibió un subsidio luego del terremoto. Hoy sólo espera contar con los servicios básicos.

"Esto eran unas vegas horribles, llenas de basura. Y nos tomamos el terreno. Hubo gestiones, se formó un comité y comenzamos a avanzar de a poco, hasta ahora que lo más grande que hemos logrado es tener alcantarillado", recordó.