La ralentización de la economía se ha ido reflejando gradualmente en la percepción de los consumidores.
La confianza de los consumidores en Bío Bío se ubicó en un nivel moderadamente pesimista, luego de encontrarse levemente pesimista en octubre, según reveló el Índice de Percepción del Consumidor (Ipeco) que elabora mensualmente el Centro de Estudios en Economía y Negocios, Ceen, de la Universidad del Desarrollo, en conjunto con Mall Plaza.
Los resultados fueron mixtos en su percepción sobre la actualidad, ya que por un lado en la visión del desempleo actual los pesimistas aumentaron 14,5 puntos porcentuales (p.p)., mientras que en la visión sobre la economía actual retrocedieron 3,1 p.p. En cuanto a las expectativas, destaca el retroceso de optimistas en la visión sobre los ingresos futuros en 10,7 p.p.
A nivel general, el Ipeco retrocedió 3,5 puntos en noviembre, alcanzando los 128,8 puntos. El índice Coyuntural disminuyó 10,6 puntos, llegando a los 169,8 puntos, mientras que el índice de Expectativas se mantuvo, alcanzando 114,2 puntos.
Para entender el retroceso del Índice Coyuntural, se debe observar qué sucedió con las variables que lo componen, es decir, situación económica y desempleo actuales. En relación a lo primero, los consumidores declararon un leve retroceso en su visión, luego de un aumento marginal tanto de los optimistas (3,2 p.p.) como de los pesimistas (en 3,4 p.p.), con lo que representaron aproximadamente el 34,9% y 16,1% del total, respectivamente.
En cuanto al desempleo actual hay también un leve retroceso en la visión de los consumidores, como resultado de una caída marginal de los optimistas (en 2,9 p.p.), y de un aumento marginal de los pesimistas (en 3 p.p.).
En relación al Índice de Expectativas, que es el que pondera las variables de percepción acerca del desempleo, situación económica e ingreso familiar, en un horizonte de 12 meses, registró un retroceso moderado en el optimismo en casi todas las visiones. En relación al desempleo futuro, los consumidores se situaron en un nivel levemente optimista, mientras que las percepciones sobre la situación de la economía futura y de los ingresos futuros retrocedieron al nivel de optimismo leve y moderado respectivamente.
La caída fue más marcada en la visión sobre el desempleo futuro, debido a que los optimistas retrocedieron de un 40,3 a 36,4%, mientras que los pesimistas se mantuvieron en un 20,8%. En cuanto a la visión sobre la economía e ingresos futuros, ambas retrocedieron, principalmente por una caída en optimistas en 5,4 y 4,3 puntos porcentuales, respectivamente.
En noviembre, la confianza de los consumidores en el estrato ABC1 fue la única que aumentó, resultado de un mejoramiento en la visión sobre el desempleo futuro, porque los pesimistas retrocedieron 21,3 p.p. y los optimistas aumentaron 3,0 p.p. Por otro lado, retrocedieron moderadamente los optimistas en las visiones sobre la situación económica futura un 15,1 p.p.
En el estrato C2, la confianza de los consumidores retrocedió a un nivel levemente optimista, caída que estuvo determinada por retrocesos moderados en todas las visiones, aumentando pesimistas y retrocediendo optimistas en cada una de ellas. Las variaciones más destacadas se dieron en las visiones sobre el futuro, ya que los optimistas retrocedieron entre 5,3 y 6,8 p.p.
La confianza en el estrato C3 se mantuvo en un moderado optimismo, luego de un retroceso leve en su visión de la actualidad, mientras que la visión sobre expectativas aumentó. Sobre la situación económica futura, los optimistas aumentaron 11,7 p.p., mientras que los pesimistas lo hicieron 10,5 p.p.
La confianza de los consumidores en el estrato D se mantuvo en un nivel moderadamente optimista, luego de retrocesos marginales en la mayoría de las visiones. Solo aumentaron las visiones sobre la situación económica actual e ingresos futuros. En contraste, disminuyeron fuertemente los optimistas en la visión sobre el desempleo actual desde un 45,7% a un 26,9%.
Finalmente, la confianza de los consumidores en el estrato E se mantuvo en un nivel levemente optimista en una comparación histórica, luego de una caída marginal tanto en el índice coyuntural como en el de expectativas.
El aumento de 0,4% del IPC en noviembre algo por sobre las expectativas, puede haber contribuido al retraso en la reducción de la tasa de política monetaria. Adicionalmente, los indicadores de actividad, como el IVCM o el índice de producción industrial de la Sofofa aumentaron su crecimiento en octubre, aunque esto sería transitorio.
En este contexto de desaceleración gradual, las remuneraciones también han disminuido paulatinamente su crecimiento, lo que anticiparía que la percepción de los consumidores tenderá hacia un nivel neutral en los próximos meses.