Usar el correo como una sala de chat, recibir un mensaje fuera del horario de trabajo y tener que acusar recibo elevarían los niveles de estrés.
Un equipo de la Escuela de Negocios de Kingston, en Inglaterra, identificó los siete hábitos que menos toleran las personas del uso del correo electrónico.
Los investigadores denominaron a estas acciones los "pecados capitales del e-mail", encontrando que por lo general, estos comportamientos no hacen más que estresar a las personas y producir en ellas sentimientos negativos o dañinos.
Según el informe, consignado por el diario "Daily Mail", el primero de esos hábitos "odiosos" es el "pimponeo" de correos, que se refiere a conversaciones triviales que se expanden en una seguidilla infinita de correos. En otras palabras, los usuarios mantienen una conversación similar a la que se desarrolla en un chat, pero esta vez a través de la casilla de correo electrónico.
Recibir e-mails fuera del horario de la oficina o el trabajo es la segunda actitud que, según el estudio, los usuarios más detestan de esta herramienta tecnológica. El reporte subraya que el cada vez mayor uso de teléfonos inteligentes hace que las personas tengan una menor posibilidad de desconectarse del trabajo.
El tercer hábito cuestionado tiene que ver con la impersonalidad: enviar un correo a un compañero de oficina que se encuentra a no más de dos pasos del puesto de trabajo puede causar molestia, según la investigación, y esa molestia se incrementa si el tema del correo es un asunto que debiese tratarse personalmente, advierten los autores, liderados por Emma Russell.
Ignorar si un mensaje fue leído es la cuarta situación que menos toleran los usuarios. La incertidumbre de no saber si la información fue recibida -especialmente cuando ésta es importante- aumenta los niveles de estrés, ubicándose en el cuarto ítem resaltado por el estudio. Este hecho se produce porque los servicios de correo por lo general no cuentan con sistemas de confirmación, como sí lo poseen herramientas de mensajería como Line o el chat de Facebook.
El quinto hábito es probablemente más común en las casillas de correo corporativas o Outlook, que generalmente tienen la opción de solicitar acuso de recibo de un e-mail. Tener que confirmar que un correo fue leído es, según la indagación, un fastidio para muchos usuarios.
El uso del correo electrónico es masivo y, con ello, la cantidad de mensajes recibidos puede ser, en muchos casos, muy alta. Hay quienes no se dan el trabajo de contestar cada correo que les llega, pero hay otros que, de acuerdo con el informe, pretenden ser lo más eficiente posible y contestar todos los e-mails que les llegan, aunque sea con una línea de respuesta. Sin embargo, dice Russell, este hábito puede convertirse en un fastidio para el destinatario, quien suele esperar que su correo sea leído con detención y con la importancia que se merece.
La lista de la doctora Russell finaliza con una palabra que para los usuarios de correo electrónico es sinónimo de "basura":el spam. La autora hace hincapié en lo molestoso que es el hecho de recibir mensajes que sólo buscan promocionar un producto o servicio y que, para colmo, a veces llega en grandes cantidades.
Por ello, muchas personas han adoptado la costumbre de no revisar el buzón de spam. El problema se produce cuando un mensaje con real importancia llega a ese apartado y el usuario lo ignora.
Impersonalidad
Enviar un correo a un compañero de oficina que se encuentra a no más de dos pasos del puesto de trabajo es uno de los hábitos menos tolerados.
Incertidumbre
Ignorar si un correo electrónico fue recibido y leído es la cuarta situación que más detestan los usuarios, de acuerdo con esta investigación inglesa.