El consumo de frutas, verduras y abundante líquido ayudará a cuidar la piel desde adentro. No hay que olvidar el uso de bloqueador solar.
Aunque la principal recomendación es siempre usar bloqueador y evitar exponerse al sol, con la llegada de las vacaciones uno de los destinos favoritos, ya sea dentro del país o en el extranjero, son las playas.
Es por esto que el cuidado de la piel, tanto antes de tomar sol como después, es un paso importante que no puede ser dejado de lado.
Pero los ojos son otro sector que debe ser protegido. Según la Dirección Meteorológica de Chile, los niveles de radiación en el país han llegado a índices extremos, superando ampliamente los 10 puntos, que ya son considerados de peligrosidad solar.
Esto se debe a que, la delgada capa de ozono, sumada a los cielos completamente despejados, son parte de los factores que provocan que los rayos solares penetren de manera directa y con mayor fuerza en ojos y piel.
CUIDADO DESDE DENTRO
La piel no sólo se cuida desde afuera. Una correcta alimentación puede ayudar a prepararla para la exposición solar.
Así lo afirmó la nutricionista Paula Rodríguez, quien sostuvo que las frutas y las verduras deben ser integradas como parte de la dieta diaria, especialmente las que son de la estación.
"En primer lugar hay que aprovechar las frutas de la temporada, que tienden a tener mayor porcentaje de agua, ayudando a la hidratación", señaló.
Sin embargo, también la alimentación puede colaborar para que la piel obtenga un atractivo color bronceado.
Para esto el consejo va de la mano con el consumo de vegetales ricos en vitaminas A, C y B5.
"La zanahoria, el tomate y la betarraga pueden ayudar a activar la melanina y potenciar la pigmentación de la piel, por lo que una buena idea es consumirlo de forma frecuente, puede ser fresca, como ensalada o jugo", detalló.
Pero además, durante estos días es necesario mantener una dieta saludable, moderando el consumo de carnes.
Por el contrario, las frutas y verduras deben ser priorizados, dado su alto contenido de vitaminas antioxidantes como la A, C y E.
Esta última es la que se encarga de la degeneración celular, ayuda regenerar piel en caso de cicatrices y acné, y contribuye a aumentar su flujo sanguíneo. Está presente en aceites, frutos secos, pescados, camarones y vegetales.
Sin embargo, un adecuado ciclo de sueño ayuda a la producción de células, además de permitir que recuperen su fuerza, lo que va en directo beneficio de la piel, manteniéndose en buen estado.
Asimismo, para mantener la piel saludable se debe dejar el hábito de fumar, ya que el tabaco provoca vasoconstricción y disminuye la síntesis de colágeno.
La hidratación es siempre primordial, por lo que los días de altas temperaturas, se debe aumentar el consumo de agua y líquidos para tener una piel suave e hidratada.
En tanto, hay que reducir el consumo de bebidas gaseosas y azucaradas, y diuréticas (como alcohol y la cafeína), y preferir zumos de fruta.
PREPARACIÓN
Exfoliar la piel, al menos tres días antes de tomar sol, ayudará a que el bronceado se uniforme.
Pero además, realizando este simple paso se estimulará la producción de colágeno y elastina, atenuará las líneas de expresión o arrugas y mejorará el aspecto de la piel.
"La exfoliación permite limpiar en profundidad y eliminar las células muertas o capas superficiales de la piel, para favorecer la regeneración celular y estimular la microcirculación. Hoy existen en el mercado exfoliantes para todos los gustos y todas las pieles", afirmó Catalina Aguirre, cosmetóloga asesora de Blubag.
Según explicó, el exfoliante de rostro debe ser de textura suave y es conveniente aplicarlo con mayor insistencia en las aletas de la nariz, evitando aplicarlo en la zona del contorno de los ojos. Para el cuerpo, en tanto, se pueden utilizar exfoliantes más fuertes.
"Después de esta exfoliación integral, ya se puede estar preparada para recibir los primeros rayos de sol. Eso sí, no hay que olvidar aplicar protector solar, con factor sobre 30 para el cuerpo y la cara", finalizó.
Todos los días hay que aplicarse protector solar de amplio espectro con FPS 15 o mayor. Esto debe realizarse al menos 3 veces al día (15 minutos antes de salir a la calle) y con mayor frecuencia en las zonas más expuestas: rostro, cuello, pecho, brazos y piernas.
Las pieles mate pueden usar factores de protección entre 15 y 30,
mientras que las pieles más blancas y sensibles lo ideal es que se
apliquen entre 30 y 50+. Cada persona es única así que se debe tener mucho cuidado con los antecedentes familiares, presencia de lunares
y manchas. Lo recomendable es visitar al dermatólogo una vez al año.
Se debe utilizar gorro o sombrero y anteojos de sol, evitando
comprarlos en la calle, sino sólo en ópticas establecidas y al usarlos
hay que fijarse que la imagen no se vea deformada
Los niños menores de 6 meses no pueden exponerse al sol y los más grandes deben usar protectores pediátricos con factor 50+.
No se debe exponer al sol entre las 12 del día y las 4 de la
tarde, horas en que se produce el peak de radiación solar.
En los días nublados el sol es igual de dañino al estar tras las nubes.
Hay que tomar mucha agua y aplicarse crema humectante después del baño, ya que la piel expuesta al sol se reseca mucho.
No hay apuro para conseguir un bronceado sano y duradero por lo que lo mejor es adquirirlo lentamente. Algunas verduras, frutas y hortalizas, como la betarraga y la zanahoria, ayudan a mejorar el tono.