Armar una biblioteca en el hogar fomentará lectura y creatividad de su familia
Leer abre el mundo e influye positivamente en el desarrollo cognitivo y emocional, lo que se ve reflejado en distintas áreas, desde lo social a lo intelectual. Por ello, es importante inculcarlo desde la infancia.
La lectura es la puerta de entrada a un mundo mágico, donde las aventuras no tienen límite y la imaginación reina en la mente del lector. Sandra Urra, docente de la Escuela de Educación de la Universidad Santo Tomás, explica que leer es una herramienta fundamental que permite conocer, reflexionar o analizar. "Potencia nuestras capacidades cognitivas. Leer es comprender y sin comprensión no hay lectura real, sólo decodificación mecánica", añade. Es por lo mismo que la psicóloga Lorraine Lewis comenta que mediante el acto de leer se estimula las funciones ejecutivas del pensamiento, tales como la atención, concentración o el juicio; al mismo que tiempo que se adquieren beneficios intelectuales como fortalecer las redes neuronales y ampliar el vocabulario. "Es una fuente de estimulación que, finalmente, se ve reflejada en todas las áreas del desarrollo, desde lo social hasta lo intelectual", afirma.
Sandra Urra menciona que es importante que exista acceso a distinto tipos de material de lectura pues las personas leen para informarse, divertirse, estudiar, perfeccionarse, orientarse, entre otros motivos. Pero, lo que es fundamental, es que el momento de leer sea una instancia de agrado. "Es un gusto adquirido desde un contexto enriquecedor, que fomenta su uso en distintos aspectos", dice.
INCULCAR EN LOS NIÑOS
Es por lo dicho anteriormente, que en los niños se debiera desarrollar el gusto por leer. Hay algunos que plantean que hay que hacerlo desde la primera infancia e, incluso, hay quienes recomiendan que la madre lo haga mientras su hijo está en el vientre. Aunque, Lewis asevera que el proceso de lecto-escritura comienza ocurre a los cinco o seis años, cuando los pequeños adquieren la maduración suficiente para lograr esa función; el proceso lector comienza sin ser intencionado cuando los niños tratan de adivinar lo que dicen los cuentos, letreros, etiquetas y otros textos. "En Educación Parvularia no es un objetivo la enseñanza de la lectura, por lo que en términos formales, esta enseñanza comienza en primero básico", añade Sandra Urra.
Debido a eso, la profesional aconseja leer a los niños y leer con ellos, comprar libros y compartirlos, o hacerlo desde Internet. La idea es generar una rutina de lectura diario de entre 10 y 15 minutos. Pero, enfatiza en que "nunca hay que castigarlos diciendo 'hay que leer porque te portaste mal' o 'anda a la biblioteca castigado'. Tampoco hay que imponerles nuestros gustos, ya que los niños que sientan interés en la tecnología, estarán motivados a leer de ello".
LECTURA ENTRETENIDA
"Si lo que queremos es que los niños disfruten leyendo, entonces debemos asociarlo con un momento lúdico, con un juego, con un espacio para pasarlo bien", dice la bibliotecóloga de la Universidad Santo Tomás, María Hilda Ramos, quien añade que existen variadas técnicas para acercar a los más pequeños a esta experiencia, como por ejemplo generar espacios y rutinas de lectura entretenida y compartida.
"Lo ideal es que en cada casa existiera una biblioteca que incluya textos infantiles. No necesitamos grandes espacios para ubicarla, sino sólo una estantería que permita distribuirlos y hacerlos visibles para todos los integrantes de la familia", comenta.
SEPARAR POR COLORES
María Hilda Ramos explica que una buena y fácil forma de ordenar los libros es hacerlo con etiquetas de colores según el contenido. "Por ejemplo, a todos los libros de animales le pondremos un adhesivo rojo, a los de historia uno azul, a los cuentos infantiles uno verde y así; de tal manera que para los niños sean fácilmente reconocibles sus preferencias", aclara.
Propone además que sean ubicados a una altura adecuada a las edades y estaturas de sus hijos, "debemos perder el miedo a que el libro se dañe. Lo que en realidad buscamos es que pueda sacarlo, leer y aprender de sus páginas cada vez que sienta la necesidad de hacerlo, por eso, los textos infantiles deben quedar en las primeras repisas e ir subiendo a medida que también crece la edad de nuestros lectores", recalca.
Además, para fomentar la asociación con el juego, recomienda que la biblioteca puede estar ubicada cerca del lugar de juegos que requieran del desarrollo de la imaginación del niño o niña, tales como legos o cartas.
NO PUEDE FALTAR
La experta, dice que en una biblioteca nunca debería faltar una enciclopedia para niños y otra para adultos, así como tampoco diccionarios, libros-albúm (que tienen texturas), ni los textos de literatura clásica. Estos últimos, manifiesta la bibliotecóloga, "permiten ampliar nuestra cultura general, conocer cómo era comprendido el mundo en otro momento de la historia y aprender de culturas diferentes". "Siempre es bueno leerlos", destaca.
Dice además que en material infantil, los libros con historias de detectives, aventuras y misterios son los favoritos a partir de los 10 años y una de sus grandes virtudes es que desarrollan la imaginación.
Ella reconoce que formar una biblioteca en casa no es barato, pues Chile es un país donde los libros pagan altos impuestos; sin embargo, aconseja que para comenzar a armarla, una opción es comprar textos usados, que son más económicos, eso sí, advierte en que sean revisados minuciosamente antes de adquirirlos para que no le falten páginas o estén deteriorados.