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Bienvenido un nuevo año

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Intérprete, Marco Valle.

Tan sencillas palabras para transmitir que todo lo que usted desea y quiere alcanzar está en la palma de sus manos y que sólo necesita creer para vencer. Los imponderables van a estar siempre, así como situaciones ajenas a su voluntad, no obstante es usted y su fe, quienes tienen el control de su vida y no todos los agentes externos con los que nos enfrentamos durante un año.

Si su año 2013 tuvo "de un cuánto hay" de emociones. Perfecto, eso ya fue y significa que usted es una persona que puede resistir esos embates, por tanto la vida le está dando un nuevo año para equilibrar, sanar, recuperar y volver a empezar.

Qué extraordinario desafío tener la posibilidad de planear, soñar y trabajar en consecución de nuestras vidas. ¿Qué desea para este año?, ¿qué quiere hacer de nuevo?, ¿qué necesita para ser feliz?.

Permítase, regálese la vida que quiere, no piense en cosas pequeñas, recuerde que cuanto más usted decrete lo que desea, más se acerca lo que desea; y que entre más miedo, más se aleja de su sueño.

Piense que hoy es un nuevo tiempo y ahí está esperándole para que disfrute con alegría y convicción de todo lo bueno que vendrá.

Tome decisiones considerando poner "un ojo en la meta y el otro en el camino" y del mismo modo ajuste sus planes si así la situación lo amerita, recordando que "en la vida lo más estable es el cambio".

Quiero agradecer un nuevo año de este espacio, sus mails y permanentes retroalimentaciones. Para ustedes deseo un año de renovación y equilibrio, una buena salud para que alcancen sus sueños, sabiduría para tomar decisiones y que el amor este presente cada día en sus vidas.

*cnavarretek@gmail.com

Carola Navarrete Kelly,

psicóloga

La obesidad altera el crecimiento óseo en la adolescencia

Investigación hecha con jóvenes con sobrepeso y obesidad, descubrió que la densidad mineral ósea crece de manera exponencial en ambos sexos, después de la pubertad.

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Los adolescentes obesos tendrían menos masa ósea para su peso corporal, según revela un estudio de Brasil. Tanto la grasa corporal como la masa corporal magra afectan el crecimiento óseo, pero aún se desconoce si los huesos de los adolescentes más obesos son suficientemente fuertes para soportar su peso, un problema que podría tener consecuencias en el corto y el largo plazo.

La densidad mineral ósea "crece exponencialmente en ambos sexos" durante el estirón después de la pubertad, según publican los autores en Nutrition.

Allí publican los resultados de un estudio sobre 377 adolescentes, de entre 10 y 19 años, de Brasil, donde "la prevalencia del sobrepeso y la obesidad es del 30 por ciento, como en los adolescentes de Estados Unidos", dijo por correo electrónico la doctora Tamara Goldberg, de la Universidad Estatal de San Pablo.

El equipo excluyó a los niños que tomaban suplementos con calcio y hierro o ciertos medicamentos y que eran vegetarianos o consumían gran cantidad de fibra.

Ningún participante fumaba, bebía alcohol ni hacía actividad física regular. El IMC mostró que el 42 por ciento tenía un peso normal, el 13 por ciento tenía sobrepeso, el 38 por ciento era obeso y el 7 por ciento era extremadamente obeso.

Con una absorciometría dual de rayos X, el equipo comparó los cambios de la masa corporal magra y los porcentajes de grasa en las distintas categorías de peso. Halló que, mientras la masa magra se mantenía estable, el porcentaje de grasa corporal aumentaba a medida que lo hacía el peso. Y la densidad mineral ósea y el contenido mineral óseo no crecían tanto como el porcentaje de grasa. En las adolescentes con la mayor cantidad de grasa corporal, la densidad ósea del fémur y la columna no era tan alta.

En los varones, la densidad ósea y el contenido mineral no aumentaron junto con la grasa corporal en ninguno de los huesos evaluados.

Mientras que algo de grasa corporal extra tendría una función protectora en las mujeres, Goldberg aseguró que la obesidad mórbida no está asociada con la densidad ósea normal, incluso en los adultos.

"La prevención de la obesidad es la mejor protección para reducir la incidencia de los trastornos cardiovasculares metabólicos (hipertensión, diabetes, dislipemia) y otros factores de riesgo que interfieren en el crecimiento de la masa ósea", sostuvo.

El estudio no prueba que la grasa excesiva sea negativa para la masa ósea, sino sólo que estarían asociadas.

Reforzar contenidos académicos en verano no es beneficioso

Aquellos padres que quieran que sus hijos potencien sus falencias en cuanto a lo académico, deben considerar que las vacaciones son para pasarlo bien. Los expertos, por el contrario, aconsejan que los reforzamientos se deben llevar a cabo cuando inicie el año escolar.

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Llegó el 2014 y, con ello, niños y jóvenes dejan atrás el colegio, liceo o universidad. Pero, muchos, al cerrar el año académico, lo hicieron con falencias en algunas materias, quizá otros repitieron de curso o de ramos -en el caso de la universidad-, así como también hay un grupo de jóvenes que darán la PSU en algunos meses más.

Pareciera que es demasiado temprano para abordar esa temática, pero hay muchos padres que quieren que sus hijos 'amplíen sus conocimientos' durante las vacaciones, inscribiéndolos o contratando clases particulares para reforzar aquellas falencias o vacíos académicos.

Quizá, quienes optan por lo anterior crean que están haciendo algo beneficioso. Pero, según los expertos, esto no es recomendable.

En primer lugar, dice la psicóloga educacional y académica de la Universidad San Sebastián, Patricia Mozó, "porque las vacaciones de verano para los niños y adolescentes, al igual que para los adultos, son un espacio para recargar energías y para conectarse con otros ámbitos de la vida".

La profesional explica que, además, los motivos por los que no se aconseja tomar reforzamientos de contenidos durante el verano, se pueden abordar desde dos puntos de vista. En primera instancia, si el niño no ha tenido una buena experiencia durante el año escolar, "el reforzamiento es una vuelta a esa mala experiencia, pues es recordarle el fracaso, y, probablemente sin el acompañamiento necesario, siga fracasando", enfatiza. Por otra parte, afirma que también se debe considerar que el desarrollo se construye sobre la base de vivencias de variadas índoles. "Si durante el verano se le da la misma, no se le da espacio para que tenga otras que son igualmente útiles: la práctica de deporte que contribuye al desarrollo físico, la exploración de la naturaleza o de nuevas amistades, o desarrollar competencias sociales", ejemplifica.

TIEMPO PARA PASARLO BIEN

Uno de los aspectos más negativos de realizar reforzamientos académicos en las vacaciones, es descuidar el valor del descanso, así como también de la recreación y el ejercicio sano. Así lo cree Aladino Araneda, académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de la Santísima Concepción. "Durante los meses de verano hay que realizar actividades que les permitan a los niños o jóvenes desarrollar estrategias cognitivas, fortalecimiento afectivo, además de ejercitación cuerpo-mente", comenta.

Lo que el académico sí recomienda, es leer bastante y escuchar música, incluso conversar sobre temas variados. "Eso ayuda mucho más que resolver facsímiles para la PSU durante el verano", recalca.

A lo anterior, Mozó añade que en las vacaciones los niños deben pasarlo bien, disfrutar jugando o compartiendo con sus pares (hermanos, primos o amigos) y con sus familias.

También cumple un rol fundamental el hecho de que vivan experiencias emocionalmente positivas, pues son importantes en la construcción de la personalidad. "Por lo mismo la recomendación es que si, por ejemplo, al niño le gusta nadar y es bueno para eso, los padres busquen espacios donde pueda hacerlo, inscribiéndolo en clases de natación", manifiesta.

EL PROBLEMA

Cuando un niño o joven repite de curso o reprueba algún ramo -ya sea en el colegio o en la universidad, el problema, aclara Aladino Araneda, está en el proceso de aprendizaje o en los factores asociados a ello. Por ende, su principal consejo es "que los padres recaben en sus profesores las deficiencias que tienen sus hijos a nivel de proceso y acerca de los factores que les afectan negativamente sus estudios".

"Si el problema es la presión o la estructuración de ambientes, entonces los padres deben buscar el desarrollo de actividades en donde sus hijos aprendan a tolerar mayores dosis de presión o a acatar normas rígidas", dice. Según él, ésa es la mejor oportunidad que papás y mamás tienen para conocer a sus hijos, y ayudarles fortalecer aspectos de personalidad.

En ese sentido, Manuel Rain, jefe de carrera de Pedagogía en Educación Básica de la Universidad Santo Tomás de Concepción, menciona que "lo primero que se debe tener en consideración son los hábitos de estudio, que funcionan igual que los demás hábitos que se deben desarrollar en los niños, por lo tanto, para tener los resultados esperados, deben ponerse en práctica durante todo el año".

EL MEJOR MOMENTO

Respecto a los vacíos que quedaron de años anteriores o algunas debilidades detectadas, afirma, lo más conveniente es que éstos se refuercen a la hora de desarrollar contenidos similares. "Las debilidades no se pueden superar por sí solas y tampoco se logra a través de una imposición u obligación", añade.

Es justamente por lo anterior que Patricia Mozó asevera que el inicio del año académico, en marzo, es el mejor momento para conversar con el profesor o profesora del niño o joven, para tomar una decisión en conjunto. "Al conversar con el docente, los papás podrán saber exactamente qué necesita reforzar su hijo o hija. Por ejemplo, alumnos con dificultades de compresión lectora podrían tener mal rendimiento en matemática a causa de que no entienden la formulación de los problemas y no porque tengan dificultades en la operatividad matemática", manifiesta. Siguiendo la lógica anterior, está claro que un padre podría pensar erróneamente que lo que necesita su hijo es un reforzamiento de matemática, cuando no es así.

Otro aspecto a considerar es que al iniciar el reforzamiento en marzo, la idea es que vaya a la par con los aprendizajes que le corresponden en ese año académico.

OPORTUNIDAD

"Es importante tener en cuenta que los aprendizajes de temáticas significativas son las que perduran en el tiempo; por lo tanto, si los padres esperan que los niños sean capaces de memorizar todo lo estudiado durante el año, están en un error", asevera Manuel Rain. "Muchos de estos conocimientos cobran real sentido cuando los volvemos a utilizar como base para un contenido relacionado o para conectar con una nueva información", agrega.

Debido a lo anterior es que, más allá de mirar y darle demasiada importancia a las falencias o debilidades de los hijos en el ámbito académico, haciendo que refuercen contenidos durante el verano, los padres aprovechen este período para conocer las potencialidades de sus hijos y buscar espacios para que éstas se expresen.

Patricia Mozó sostiene que "las vacaciones son la oportunidad para conocer a los hijos, hay experiencias que no se dan en la época escolar, es la ocasión para saber qué le gusta, con qué sueña, cómo ve el mundo, contarle nuestras experiencias cuando teníamos su misma edad". Es decir, concluye, "es una instancia para compartir la vida, acompañando a los hijos para que las experiencias que viva, que son las que construyen el desarrollo, sean más nutritivas".