El objetivo del pedazo de estructura es generar memoria entre los penquista. Varios transeúntes opinaron que es un elemento significativo que debe permanecer en la comuna.
A pesar que lleva algunos meses instalado en la esquina de calles Tucapel con O'Higgins, en Concepción, el pedazo de escombro del edificio Alto Río que está ahí sigue atrayendo la atención de los transeúntes que circulan por el lugar. Algunos lo aprecian como un elemento que sirve para recordar a quienes fallecieron el 27/F, pero otros, decididamente, piensan que es de mal gusto su presencia.
La Fundación Alto Río, conformada por afectados por la caída de la estructura, la donó a la capital regional el 13 de octubre del año pasado, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Reducción de Desastres, considerando que posee un valor simbólico importante para la historia local.
La presidenta de la institución, Mónica Molina, adelantó que están mediando el traslado de la pieza a otro punto, el cual están definiendo, ya que hay algunas opciones que no quiso adelantar. "Estamos haciendo las gestiones para llevarlo a un lugar diferente para que sea exhibido de manera más segura y con menos controversia", indicó Molina.
INTERACTUAR
"No teníamos ningún interés que (el escombro) fuera monumentalizado. Queríamos animar a reflexionar a las personas para que no olviden los aprendizajes posteriores dejados por el terremoto", comentó Molina.
Recordó que la instalación del fragmento también estaba dentro del contexto del resultado del segundo juicio por el desplome del edificio, en el cual se condenó a los tres ejecutivos de la inmobiliaria y constructora que desarrollaron el proyecto, por eso se instaló a metros de los tribunales penquistas.
En referencia a algunos rayados o manchas que presenta el escombro, Mónica Molina señaló que "la idea era para que la gente pudiera interactuar con el fragmento, a diferencia con los grandes memoriales o estatuas, esto es parte de los que ocurrió en nuestra ciudad, es parte de nuestra historia", insistió la presidenta de la Fundación Alto Río.
MENSAJE CAPTADO
Al parecer, el mensaje que se trataba de entregar con el fragmento de edificio destruido fue captado por muchas de las personas que circulan por Tucapel con O'Higgins.
Gabriel Acevedo es de Talcahuano y ayer tuvo la oportunidad de ver por primera vez el escombro. "Yo creo que por la memoria está bien, hay tanta inversión que han hecho acá con el memorial y esto es algo simple, es mucho más significativo y llama más la atención", comentó en el lugar.
"Esto crea más conciencia a futuro para que los constructores o los arquitectos, que hacen estos edificios, los hagan con cariño y sin tan mala base, tan pobre, con esos fierros que parecen los dedos de uno, era imposible que soportara ese terremoto", señaló Lucía Flores.
Añadió que el fragmento genera recogimiento, "al pensar que, por culpa de descriteriados, haya sucedido esto, que nunca debió pasar", manifestó con energía.
MAL GUSTO
Flor Bazaes opinó diferente, puesto que consideró que se trata de un elemento de mal gusto que no debería estar en las calles penquistas.
"Es tan feo el pedazo de concreto, hay un tema estético, y saber también lo que significa esto. Recordar lo que pasó en esa fecha es doloroso, sobretodo para gente que vivió en el edificio que puede pasar por acá y volver a ver esto, realmente, es de mal gusto", insistió.
EN EL PLAZA
"¿La Fundación Alto Río es la que construyó el edificio?" preguntó Vanessa Canto, quien se acercó a leer la placa colocada en el escombro.
Al aclararle que se trata de gente que fue afectada por el desplome, opinó que el pedazo de concreto debería estar en la Plaza Independencia, "porque pasa más gente allá. No lo había visto antes y nos recuerda la negligencia de las personas al construir algo como esto (apunta los fierros retorcidos que salen del fragmento), cualquier sabe que esto no aguanta, se debió condenar a más personas en el juicio", señaló.
Cabe recordar que antes del término del año pasado la defensa de los ejecutivos condenados en el segundo juicio oral por el desplome del edificio, Juan Ignacio Ortigosa, Felipe Parra y Ricardo Baeza, presentó un recurso de nulidad para intentar repetir nuevamente el proceso. Las causales de la acción judicial iban dirigidas a infracciones a las garantías constitucionales de sus clientes, por lo tanto corresponde que sea revisadas por la Corte Suprema. Efectivamente, el recurso ingresó al máximo tribunal el pasado 3 de enero, por lo que ahora éste debe determinar si tiene competencia para dirimir el recurso o lo envía a la Corte de Apelaciones de Concepción para su vista.