Las costas de Dichato estaban bien preparadas para recibir a los visitantes y había atención en restaurantes, parte del comercio abierto y varias entretenciones en la playa.
La costa de la zona parecía ayer tarde una sola gran playa, porque todos los balnearios recibieron muchos visitantes, en una actividad tradicional en nuestra Región, que es el paseo del primer día del nuevo año. También es habitual que el movimiento en las calles comience bastante más tarde, luego de los festejos.
Los balnearios de la laguna San Pedro se observaban con mucho público, al igual que Playa Blanca, en Coronel, en la mitad del territorio nacional continental. También había gente en Penco y mucho público en las playas tomecinas de Bellavista y El Morro, prácticamente unidas por el público que se instaló también entre el estero Bellavista y el muelle pesquero.
En Tomé, que comienza a crecer con la ampliación de su avenida Latorre, también había un intenso movimiento turístico en torno a la explanada, el sitio habitual de venta pescados y mariscos, tortillas y jaibas, y de cocinerías.
Sin embargo, un balneario que sigue ganando adeptos o recuperando sus veraneantes en nuestro litoral es Dichato. Aunque aún se están desarrollando allí trabajos de muros en los extremos de la ex estación y en Villarrica, y del parque de mitigación en la parte central, de Obras Públicas y del Ministerio de Vivienda respectivamente, el paisaje dichatino ha cambiado positivamente y eso es reconocido por sus habitantes y por las visitas.
Ayer, la playa estaba repleta y el pueblo tenía una fuerte actividad turística, que hacían sonreír a la gente del lugar que ve un futuro más promisorio y un verano rentable, como pocos.
Largas caravanas de vehículos enfilaban hasta tarde hacia el balneario principal de la comuna tomecina, y pasadas las 19 horas compartía el regreso a Concepción con un ritmo similar. En varios puntos de la carretera había carabineros controlando el tránsito.
En la noche de Año Nuevo hubo un show en las nuevas instalaciones junto a la playa, que según los dichatinos fue todo un éxito. A algunos, como María Inostroza y su hija María Victoria, lo más satisfactorio fue sentir a los chillanejos muy presentes y también a santiaguinos, e incluso extranjeros.
María Victoria, que entra a la educación superior este año y que ayer ayudaba a su madre en el carro de mote con huesillos y confites, contó que cuando el cantante del grupo Hechizo preguntaba ¿Dónde están los de...? e iba nombrando ciudades, los más entusiastas eran los de Chillán, lo que a los dichatinos les llenó de satisfacción, porque siempre se han sentido como su balneario oficial y ahora ya los tienen de nuevo en casa.
Muchos se quedaron y ayer descansaban en la playa donde, junto a la brisa marina y el sol, había muchas entretenciones.
Mientras, un pequeño tren circulaba ayer con turistas por la calle costanera, los viajes en lancha, en banano o los paseos en kayak y en bicicletas flotantes eran parte de la oferta en la playa.
José Correa, uno de los dichatinos que arrienda kayak a $1.500 los 20 minutos, entrega a cada cliente un cronómetro para que controle su tiempo. Reconoció que era una buena jornada.
Nicolás Opazo, un joven emprendedor con sus bicicletas acuáticas, cobraba $1.500 por persona los 25 minutos. Dijo que a la gente le gusta mucho ese paseo y ayer era un buen día, a pesar de que se había anunciado una llovizna, que parecía un error de pronóstico.
Las lanchas para 32 pasajeros, que navegan hasta frente a Pingueral y permiten observar la bahía de Coliumo en toda su belleza, parecían buses de locomoción colectiva. Salían permanentemente completas y ya había filas de entusiastas pasajeros con sus chalecos salvavidas listos para embarcarse en la siguiente, de siete embarcaciones dispuestas para el efecto. El pasaje cuesta $2 mil. "Somos pescadores en invierno y trabajamos en turismo en verano. Somos como colectivos, a la gente le gusta mucho el viaje. Primera vez que vemos tanta gente, Dios quiera que todo este verano esté así, porque muchos empiezan hoy sus vacaciones", comentó Gonzalo Salgado, que junto a su colega José Cofré, llamaban al público a embarcarse.
Dijeron que algunos pescadores deben seguir trabajando en el oficio, para abastecer de productos frescos a los restaurantes y cocinerías dichatinas, cuyo fuerte son los platos marinos.
En el sector Villarrica, los restaurantes que atendían público seguían hasta tarde con la tarea. A las 16 horas, donde "Tía Maigo", sólo quedaban mariscales y pescado. Estaban agotadas las machas a la parmesana, los carapachos y el pastel de jaiba.
Frente a Dichato, desde cerca, una patrullera de la Armada marcaba presencia en el área.
Muchos grupos familiares caracterizaban la población playera. Desde el abuelo hasta los nietos más pequeños, todos compartían bajo toldos o junto a los quitasoles. Era el caso de la familia penquista de Luis Cortés, con sus hijos y tres nietos, que cada vez que pueden cumplen con la tradición de reunirse para el paseo anual. Su hija Andrea , que vino de Santiago, no dejó de elogiar los cambios del balneario.
Los Toledo Castillo, de Tomé, tenían determinado cumplir con el tradicional paseo, tras la noche de fiesta familiar. A la hora de elegir, se quedaron con Dichato. Juan, el jefe de familia, que es motosierrista, espera con ansias el 15 de este mes, cuando sale con vacaciones, tras dos años seguidos de trabajo.