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Discriminación a los asistentes de la educación

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La ley N° 20217 publicada en el Diario Oficial el 14 de diciembre del presente año en su artículo 35 contiene una odiosa discriminación que afecta a los Asistentes de la Educación que trabajan en los establecimientos de educación particular subvencionada, exceptuando a quienes se desempeñan en los establecimientos educacionales de administración delegada que son también de dependencia particular.

Es la primeras vez desde 1996, fecha en que se legisla para conceder bonos especiales a quienes laboran en educación escolar, que se excluye a quienes lo hacen en la educación particular subvencionada y afecta al sector de más bajos ingresos de nuestros establecimientos.

En efecto, de acuerdo al convenio firmado el día 29 de noviembre, entre el Ministerio de Hacienda y un conjunto de organizaciones gremiales, este beneficio fue refrendado por la agrupación denominada Confederación Nacional de Asociaciones de Funcionarios Asistentes de la Educación de Chile (Confemuch). Dicha agrupación, estuvo de acuerdo con lo indicado en el artículo citado, discriminando a sus propios afiliados que laboran en establecimientos subvencionados particulares, sin ninguna razón plausible.

Es más, se trata de un acto de discriminación que ninguna autoridad reparó, y que genera un acto más, destinado a favorecer solo a un grupo de trabajadores (subvencionados municipales), en desmedro de otros, que realizan las mismas funciones, pero que están en el sector particular subvencionado.

En vista de lo anterior, y ante el escaso eco de nuestras comunicaciones con el Ministerio de Educación, solicitamos a las autoridades que se despache a la brevedad un proyecto de ley, que haciendo uso de los recursos de libre disposición, remedie esta arbitrariedad y disponga que el bono se aplique también a los asistentes de la educación que laboran en los establecimientos particulares subvencionados, en las mismas condiciones que los beneficiados con la ley.

Mi amiga cristiana

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He vuelto a visitar a una amiga luego de un tiempo, para constatar nuevamente lo mismo: Mi amiga es una buena cristiana, lo declara ella misma en un elaborado e ingenioso manifiesto, porque ella es muy aguda, selectiva y creativa.

Ella en su cristianismo ayuda, por ejemplo, al caído en pobrezas, no a cualquiera, sino a aquel o aquella que tuvo un pasado de opulencias pero conserva aún, al menos, un buen nivel intelectual; ese merece dádivas y compensas. Me doy cuenta que para ella la pobreza es relativa. No es lo mismo la pobreza aquella de no tener dinero para renovar el auto por otro último modelo, o no tener para viajar a Europa o EE.UU., a no tener el pan nuestro de cada día, ese que reza precisamente, a cada hora de comida, al menos cuatro veces al día.

Se queja constantemente de pobrezas extremas. Y en su austeridad cuida hasta la última chaucha, lo que resulta muy loable y digno de imitación. Me recuerda, ella, lo difícil de ser cristiana y le agradezco muchísimo, pues debo superarme.

Jesús nos dijo, por ejemplo, entre otras enseñanzas aquello de: si tu hermano te golpea la mejilla, tú le pones la otra y le perdonas setenta veces siete; si un hermano te pide la túnica, tú le entregas tres; que no tiene gracia alguna que ames a tus amigos, porque a los amigos naturalmente se les ama, la gracia está en amar a tus enemigos y que es más fácil ir por la vida pasando camellos por ojos de agujas, a que el pudiente viva en el reino de la generosidad. Y algunas veces el mayor acto de generosidad es sólo "escuchar al otro", lo que mi amiga, desconoce cuándo se trata de ella misma, pues gusta mucho de escucharse.

Me cuesta mucho ser cristiana y si existe alguna diferencia entre mi amiga y yo, es que mi amiga supo de Jesús casi a los cuarenta años y le conoce muy bien. Yo que lo bebí desde la cuna, aún no logro ser una buena cristiana. De aquí puedo deducir algo muy inquietante para mi tranquilidad, y es el tener padres que te enseñen alguna religión desde una temprana edad, porque adquieres (en mi caso) el mal hábito de juzgar y comparar: el vivir como "cristianos" entre cristianos.

Mi amiga, seguramente, previo a esta Navidad, una vez más, hará una minuciosa limpieza, en un rotativo por sus provistas casas y reunirá todas aquellas sobras que no necesita, para entregarlas a las Hermanitas de los Pobres, y con eso cumplirá cabalmente con sus deberes solidarios para con su prójimo, para experimentar así el máximo de su felicidad, entrega, satisfacción y desprendimiento. Luego se concentrará en brindarte personalmente "su tiempo" junto al mejor de sus obsequios y que se trata, precisamente, de entregarte a granel "consejos" que nunca le has solicitado y de paso convencerse a sí misma de que ella es una persona muy, pero muy buena, que tú no sabes apreciar puesto que no pones en práctica "la receta del éxito" que te ha estado brindando en bandeja y tú -torpemente - has ignorado.

Mi amiga es de misa y comunión casi diaria y muy devota de la Santísima Virgen; gusta de asistir a variados ritos religiosos, más que nada para ver y ser vista y generalmente su mano izquierda sabe perfectamente lo que hace su mano derecha y viceversa y vive en el limbo, mientras cuenta con una variedad de hilos, por aquello de que "no da puntada sin hilo", aquí en nuestra región que, a estas alturas es otra gran olla de habas, también por aquello de que "en todas partes se cuecen habas".

A mi amiga le estoy muy agradecida porque de ella aprendo cada vez que la veo, de lo que también deduzco que debería hacer el esfuerzo de visitarla más seguido. En realidad, estas amigas así son varias, pero también puedo ser yo misma pues "no hay mejor espejo que el amigo viejo".

Feliz Navidad para todas mis amigas (después de esto, las que me queden).

Dios nos libre y nos favorezca.

Riesgos de las dietas exprés

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Las dietas restrictivas y sin control profesional pueden ocasionar más de algún inconveniente, como que la recuperación del peso perdido no tarde en manifestarse, junto a la sensación de un nuevo fracaso en este intento de mantener un peso adecuado.

El objetivo que debe cumplir cualquier tratamiento dietético en aquellas personas que han ganado algunos kilos en la temporada de invierno, como también aquellas personas que han mantenido un sobrepeso y las que presentan algún grado de obesidad, es lograr un balance energético negativo que permita la disminución de un porcentaje del exceso de grasa corporal adquirido y posteriormente la mantención de ese peso perdido.

Normalmente las personas se inventan o adquieren esquemas de alimentación muy restrictivos, donde la baja de peso se logra por la pérdida de la masa muscular y no por la pérdida de masa grasa.

La recuperación de ese peso perdido no tarda en manifestarse, junto a la sensación de un nuevo fracaso en este intento de mantener un peso adecuado.

Si los aportes de alimentación en un tratamiento dietético para perder peso son inferiores a 1200 calorías/día, la persona debería recibir suplementación con algunos micronutrientes tales como: fierro, calcio, potasio y vitaminas del complejo B para evitar carencias.

Muchas de esas indicaciones dietéticas mágicas aportan menos de 1200 calorías /día; por lo que el riesgo de presentar signos carencial es latente.

Por lo tanto, se recomienda la supervisión de un profesional nutricionista para evaluar el grado de sobrepeso y, de acuerdo a esto, indicar un plan de alimentación equilibrado que permita una pérdida de peso médicamente adecuada.