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Las razones del éxito de un festival esperado por años

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Asumieron los riesgos con la satisfacción de realizar una primera versión exitosa del festival In-Edit Nescafé en Concepción.

Finalmente, tuvieron que pasar 10 años para que esta fiesta centrada en documentales de música arribara a la ciudad más melómana del país.

Independiente de las palabras siempre auspiciosas de la producción, lo concreto es que el Festival anduvo y se proyectó bien, en una época "navideña" complicada.

Diciembre es el mes más marcado y diferente del año en su primera y segunda quincena. Es decir, del 1 al 15 es opuesto a las fechas que van del 15 al 31 en cuanto al aura que se respira en Santiago o Concepción. Si los primeros 15 días corresponde al fin del año de estudios, los segundos responden a intereses de consumo propio de la época. Además, los estudiantes ya desaparecieron de la urbe.

Por lo tanto, contar con alrededor de 100 personas en la Alianza Francesa viendo el documental de Virus, un domingos, a las 16.30 horas, es un éxito por dónde se analice. Y ello, independiente de que la pieza dirigida por Sergio Costantino sobre Federico Moura y la banda argentina fuera de las más bajas vistas, entre los 18 títulos seleccionados para la capital del Bío Bío. Carecía de punto de vista, ritmo y latido.

Como una crónica anunciada, lógicamente "Lovestory" -documental exhibido inmediatamente después sobre Love- tuvo una muy baja convocatoria (no más de 30 personas). Al respecto, pongo en negritas lo de "lógico", pues era la historia de una banda desconocida para el gran público melómano, aunque fundamental en el devenir de los sonidos pop en estos tiempos de internet y redescubrimientos.

QUEREMOS VERLO EL 2014

De un lado u otro de la vereda, la mirada indica funciones con más de 100 personas y otras con 30 ó 40. Entendiendo esto, el Festival debería tener asegurada una nueva versión. Quizás, en una fecha más cercana a la que se realiza en Santiago -este año fue del 5 al 15 de diciembre- un poco antes o, simplemente, en paralelo. El consejo sería no hacerlo del 20 al 22 que es víspera de Navidad.

Ello sólo para superar las 1.700 personas de este 2013. Claramente, esa condición "melómana" del penquista quedó marcada para siempre, considerando además que la proporción con Santiago es uno: tres en fechas adecuadas. Seguramente, si In-Edit Nescafé fuera entre el 20 y 30 de diciembre en Santiago, el corte de tickets sería más bajo.

Por todo los anterior, el Festival en Concepción fue exitoso, también por la calidad de los títulos exhibidos. También por las emociones que nacen de algunos cuadros que ayudan a comprender la historia de la música popular.

Vayan entonces todas las felicitaciones para Isabella Cichero y el equipo de In-Edit Nescafé que llegó a la capital regional, desde el pasado jueves, jornada inaugural.

Diversidad de público, edades, intereses y un sinfín de aspectos sobre el acercamiento a la música de cada uno tuvo acá un momento de felicidad. Esto, ya sea por las imágenes de "Pina" -sala con más de 100 personas en Cineplanet- o la reveladora historia de los Love vista por unos pocos. Ambas, sin embargo, marcaron un hito para todo interesado que durante tres días tuvo una fiesta de "música para sus ojos".