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Aprender bien una profesión, cuestión de humanidad

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El aprendizaje humano y el aprendizaje de una profesión tienen mucho en común, por no decir que son lo mismo. No obstante, la idea de aprender una profesión se ha vinculado decimonónicamente a la obtención de un título que "se saca" mediante el manejo de herramientas y técnicas ejercidas como ciencia, arte o tecnología, y más aún profesadas en beneficio de la humanidad.

Pero a la luz de sobradas evidencias, esto ha redundado, entre otros aspectos, en más segregación social, enfermedades, contaminación e intolerancia. A eso hemos contribuido por varios siglos gracias a "nuestro profesionalismo".

Así y todo en ocasiones se continúa reproduciendo un modelo de formación humana, paradójicamente alejado de la cuestión humana y carente de sentido globalizador para los jóvenes que aspiran a ser profesionales.

Las teorías sobre aprendizaje son diversas y apuntan, en mayor o menor grado, a establecer la estricta relación entre la forma cómo se enseña y, como consecuencia, la calidad y profundidad de lo que se aprende.

En eso quisiéramos ver reflejados los avances de la humanidad: mejores índices de salud, economía, trabajo y educación.

El proceso de aprendizaje de una profesión, así como cualquier otro aprendizaje de menor o mayor complejidad, conlleva la aplicación de ciertos principios pedagógicos, que a lo largo de la historia de la educación se han estudiado y sistematizado como aporte y sustento de la práctica educativa formal o informal. Estos, por simples o complejos, peligrosos o virtuosos, se tienden a pasar por alto, desnaturalizando su poder y alcance para el desarrollo de la cognición humana.

Conocer la motivación del otro, respetar su singularidad humana, facilitar la construcción social del conocimiento, recibir apoyo de un mediador, favorecer la experiencia por sobre la instrucción descontextualizada son, entre otros, los principios pedagógicos que debieran intencionar la formación de un profesional que mañana tendrá que hacer frente a nuevos desafíos, con pensamiento complejo, habilidades combinables y comportamiento ético.

La "nueva Contabilidad"

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La convergencia a las actuales Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS/IASB) de aquellas tradicionales Normas de Contabilidad impulsadas por el Colegio de Contadores de Chile A.G. desde los inicios de 1973, han implicado un cambio trascendental en la taxonomía hasta aquí utilizada.

Surge la interrogante, tanto entre las nuevas generaciones de Contadores Auditores que se forjan en las aulas de nuestras Universidades e Institutos Profesionales de la Región, como de parte de sus formadores, sobre la posible obsolescencia de la que podrían verse afectados los tradicionales Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (Pcga), dado el reemplazo de aquellos por las actuales hipótesis contables.

Hay quienes sostienen un cambio total en la forma y metodología de la contabilidad por la entrada en vigencia de las Normas Internacionales de Contabilidad.

Sin embargo, la duda a esta interrogante la resuelve rápidamente la propia NIC 1 al recoger dentro de las hipótesis contables que configuran el marco conceptual de esta "nueva contabilidad" a un número no menor de los tradicionales principios contables que se contenían en el Boletín Técnico N° 01: Hipótesis de Empresa en Funcionamiento (Principio de Entidad en Marcha); Hipótesis Contable del Devengo (Principio del Devengado); Uniformidad en la Presentación (Principio de Uniformidad y Consistencia); Materialidad o Importancia Relativa y Agrupación de Datos (Principio de Materialidad e Importancia Relativa); entre otros.

Considerando que este proceso iniciado en enero de 2009 al interior de las Sociedades Anónimas con presencia mayor al 25%, culmina en su primera etapa, con la convergencia de las Pymes a partir del enero del presente año, inicia su segundo y último proceso consistente en la incorporación de la totalidad de Organismos Públicos a partir de enero de 2015, para cuyos efectos un número importante de Profesionales dependientes de la Contraloría General de la República se encuentran en etapa de capacitación y diseño de las denominadas N.I.C.S.P (Normas Internacionales de Contabilidad de los Servicios Públicos).

Lo antes dicho deja en clara evidencia la existencia de una gran oportunidad de mercado para el desarrollo profesional y laboral de las promociones que inician su egreso de las aulas a partir del presente año, poseedores de un título profesional, en Carreras como Contabilidad y Auditoría, dado que como expertos en Normas de Contabilidad Internacional y Normas Internacionales de Información Financiera, ello les representaría la existencia inigualable de ventajas comparativas frente al resto de sus pares egresados de promociones anteriores.

Prueba Pisa

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Los resultados de Chile en la prueba Pisa 2012, ponen una vez más el acento en el tema educativo y en la calidad del proceso formativo de nuestros estudiantes.

¿Por qué seguimos ubicados por debajo de la línea de aprobación, a pesar del alto aporte fiscal al ámbito de la educación?

Los avances en aspectos como la cobertura escolar, la generación de estándares orientadores para la formación docente de nivel profesional y la entrega de recursos a las universidades para fortalecer la formación inicial, entre otras iniciativas, son avances importantes, sin embargo, estos resultados nos dicen que no son suficientes.

Si a los resultados de la prueba Pisa, los asociamos con los del Simce, PSU y la prueba Inicia, es fácil asimilar las profundas carencias en torno al tema educativo y nos hacen volver la mirada a una realidad que está vigente y que exige cambios sustanciales. Como primeras líneas de acción deberíamos concentrarnos en dos aspectos fundamentales.

Primero, reforzar el proceso de enseñanza de la lectura en la educación preescolar y básica como instancia fundante de la obtención de otros aprendizajes. Esto es una prioridad ineludible. El niño que lee y comprende lo que lee no tiene fronteras.

En segunda instancia, es esencial fortalecer la formación inicial docente que se imparte en las escuelas de educación, cambiando el foco de atención desde la enseñanza al aprendizaje, del alumno de pedagogía al alumno escolar, pues lo que debe ser nuestra meta es que ellos aprendan con sus profesores.

El alumno que rinde la prueba Pisa ha estado varios años de su vida en una escuela. Que no logre resultados mínimos esperados es una injusticia que no podemos dejar pasar.