Secciones

"Las víctimas existen, porque la comunidad no se hace cargo de los agresores"

Ana María Arón, doctora, psicóloga e investigadora; viajó a Concepción para exponer en un encuentro académico en el que profundizó de manera especial en el quehacer de los equipos de trabajo que atienden a mujeres que sufrieron abusos.

E-mail Compartir

"Es durísimo… pero alguien tiene que hacer la pega", dice la doctora Ana María Arón Svigilsky, ya bajo el escenario del Auditorio Marta Montory de la Universidad San Sebastián, luego de participar del seminario "Intervención Psicoterapéutica Reparatoria en Mujeres Víctimas de Agresión Sexual" organizado por la carrera de Psicología de la citada casada de estudios, en conjunto al Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) y la Fundación León Bloy.

Admite que es un trabajo que cuesta realizar día tras día, pese a que ella se dedica hace años a la temática. Es psicóloga de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Ph.D. de la University of Wales, Inglaterra; profesora titular, docente e investigadora de la Escuela de Psicología de la PUC, y directora del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato de esa misma Escuela. En su participación en el seminario, explicó el fenómeno de violencia sexual contra la mujer, "Abordajes y Desafíos de los Equipos de Intervención".

"Nosotros intercedemos a nivel individual, pero se debe comenzar a trabajar antes con potenciales agresores y potenciales víctimas, desde el jardín infantil", recalca. "Ningún sector tiene el monopolio del tema de la violencia", agrega.

En ese sentido, explica que "no es responsabilidad sólo del Sernam, ni de la PDI, ni de organismos de tratamiento, sino de todos. Es algo que se debe abordar a través de la educación, de la salud, hasta de los credos. Es un tema de sociedad", asevera.

Pero lamenta que esto sea mucho más difícil en entornos como el de Chile, "donde desde siempre ha habido una creencia colectiva de que el hombre puede agredir a la mujer, aun cuando eso nos parezca injusto. Pero de alguna forma lo concebimos", sostiene.

Es de allí que la profesional asevera que "las víctimas existen porque la comunidad no se hace cargo de los agresores. Estamos en deuda con el tema del agresor, y eso tiene que ver exclusivamente con prevención. No podemos solucionar todo sólo interviniendo a las víctimas; el tema de agresiones sexuales es mucho más complejo. Se ha demostrado que en adolescentes agresores los índices de reivindicación son más auspiciosos, sin embargo, con adultos los resultados son más discretos", señala, refiriéndose a posibles tratamientos realizados con hombres que ejercen la agresión.

"Otro aspecto vital es que el contexto completo debe ser reparador. Deben estar en sintonía todos los centros asociados a los efectos de la violencia, policía, tribunales, Cesfam, hospitales y Servicio Médico Legal. Debe existir un idioma común, ya sea en agresiones sufridas por niños o por mujeres", reflexiona.

CONTENCIÓN

En una temática que Ana María Arón pone énfasis en, es en cómo optimizar el desempeño de los equipos profesionales de trabajo con mujeres abusadas, no sólo porque no son suficientes, sino que también porque de su eficiencia dependerá la reinserción de las agredidas a una vida relativamente 'normal'.

"Hay que compenetrarse con la víctima, desde el primer encuentro. Y no hay otra solución. De esa primera intervención dependerá todo el futuro del trabajo conjunto", dijo en su exposición, presenciada en su mayoría por sicólogos que se desempeñan como terapeutas y asistentes de mujeres agredidas.

DESGASTE EMOCIONAL

"La relación permanente con la violencia, con la pobreza, va desgastando a los profesionales. Es normal cuestionarse si la situación podrá solucionarse o no. Surge desánimo ante el tema. Se da una suerte de 'agotamiento emocional