Condiciones para el fútbol
El Estado debe asumir una serie de compromisos para viabilizar una actividad privada como es el fútbol rentado, con cargo a recursos públicos de todos.
Los desencuentros que esporádicamente se han dado entre el Estado y el fútbol, debido a materias como autorizaciones, recintos o seguridad, tuvieron hace unos días uno de los episodios más críticos en su historia reciente, luego de que el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (Anfp), Sergio Jadue, condicionara su respaldo al plan Estadio Seguro debido al control de los aforos por parte de las autoridades y a la fijación de los horarios de los encuentros de "alta convocatoria", por motivos de orden público.
"Debemos revisar si seguiremos siendo parte de eso", dijo en su oportunidad el timonel del balompié rentado nacional, sembrando no sólo la duda, sino que también abriendo una distancia casi inédita con el gobierno, el que respondió a través del jefe del programa Estadio Seguro, Cristián Barra, y del intendente de Santiago, Juan Antonio Peribonio, titulares de organismos públicos que paradójicamente deben hacerse cargo de detalles de una actividad privada, como lo es el fútbol profesional.
El conflicto, en el fondo, revela una relación al menos debatible entre el balompié rentado y el Estado. El fútbol profesional es también un negocio de carácter privado, con fines de lucro, compuesto mayormente por sociedades anónimas, que paradójicamente se desenvuelven gracias al apoyo del gobierno en diversos aspectos. Los partidos de fútbol deben contar con un contingente policial que pagan todos los chilenos. La mayoría de los clubes ocupan estadios que han sido levantados y son administrados, también por el sector público. Autoridades policiales, de tránsito, gobernaciones e intendencias deben preocuparse de lo que ocurre fuera de los partidos, antes, durante y después. En otras palabras, para tratarse de una actividad privada, el fútbol sustenta gran parte de su funcionamiento, su operación, gracias a lo que le entrega el Estado, por lo general, de manera gratuita.
Es por eso que la disconformidad que en su oportunidad expresó la administración de la Anfp a acatar el horario establecido para el partido entre la Universidad Católica y Colo Colo desarrollado el domingo, es un tema digno de discusión. Los antecedentes muestran que el Estado está en la posición de establecer condiciones al fútbol chileno.