El gobernador de la provincia, José Manuel de la Sota, pidió a los uniformados "perseguir a los delincuentes y saqueadores".
Los desmanes generados en Córdoba durante un acuartelamiento de la policía provincial causaron el miércoles la muerte de un joven de unos 20 años, quien recibió un balazo en el tórax durante los saqueos en el barrio Villa Ciudad Evita. "No tuvimos oportunidad de asistirlo", precisó el director del hospital San Roque de Córdoba, Daniel Mercado.
En tanto, el subdirector del Hospital de Urgencias, Rodolfo del Boca, confirmó ayer un segundo muerto: un anciano de 85 años que sufrió una descompensación cuando un grupo de ladrones ingresaron para robarle en su vivienda.
En tanto, la cifra de heridos no estaba clara, ya que mientras el gobierno provincial dijo que eran 60, el intendente de la capital, Ramón Mestre, afirmó que 110 personas con heridas de bala habían sido asistidas en los dos hospitales municipales.
Tres mil policías permanecieron acuartelados por más de 24 horas a raíz de un conflicto por demandas salariales, hasta la firma de un acuerdo con el gobierno provincial.
"No hubo un estallido social, operaron bandas de delincuentes organizados que aprovecharon la ausencia policial", afirmó el gobernador José Manuel de la Sota en rueda de prensa, sobre la ola de violencia que se desató al caer la noche del martes en Córdoba, la capital provincial, 700 km al noroeste de Buenos Aires, ante la ausencia de control policial.
Un joven de 20 años murió de un balazo en el tórax, anunció el director del hospital San Roque, Daniel Mercado, sin poder precisar si se trataba de un asaltante o de un vecino.
"Llegamos a un acuerdo (con el gobierno) gracias a Dios para toda la gente. Disculpas a todos los cordobeses", declaró uno de los uniformados, al levantar el acuartelamiento en una sede policial en el barrio Cerveceros.
Los patrulleros policiales blanquirrojos comenzaron a ganar la calle, donde ya reinaba la calma, salvo episodios aislados de saqueos.
La protesta involucró principalmente a los agentes de baja graduación, en un prolongado conflicto cuya cara visible fueron las esposas de los policías que montaron un campamento de protesta.
Los reclamos salariales se agudizaron luego de que en septiembre paás dinero disponible", explicó.
El acuerdo firmado establece un sueldo básico líquido de un agente en unos 8.000 pesos (1.300 dólares), un 50% más de lo que ganaban pero la mitad del aumento que reclamaban los policías.
Durante la noche y la madrugada, bandas de delincuentes, muchos de ellos en moto, se desplazaron por distintos barrios de Córdoba, asaltaron y causaron destrozos en comercios y supermercados, a raíz de la falta de custodia policial, ante la impotencia de comerciantes y vecinos.