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Trabajadores de Asmar cumplen tercer día en huelga de hambre

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"Los trabajadores y trabajadoras tenemos pocas herramientas de presión, lamentablemente la huelga es una de ellas".

Fueron las palabras de Cristhian Lagos, presidente del Sindicato de Asmar Talcahuano, emitidas ayer por el paro que hace 38 días mantiene él y cerca de 800 trabajadores de la agrupación por reivindicaciones salariales, y que radicalizó su movilización cuando tomó la decisión de iniciar una huelga de hambre la tarde del domingo pasado.

Así, Lagos reiteró la situación en la que hoy se encuentran las negociaciones con Asmar y la Armada de Chile. "Las condiciones han mejorado, independiente a la presión que hemos tenido como sindicato. La empresa ha tenido una voluntad mejor, están dispuestos a seguir conversando pese a las presiones que estamos dando y las condiciones están abiertas para aumentar nuestro petitorio inicial, para generar un mejor aumento salarial y mejorar el bono de término de conflicto", explicó.

De hecho, mañana a las 15 horas realizarán una nueva reunión con la empresa, conversación que podría extenderse hasta el fin de semana, con posibilidades de llegar a un acuerdo final este lunes.

Sin embargo, durante la mañana de ayer, aunque las relaciones con la empresa mejoran, los nexos políticos no, y el dirigente se encargó de informar que algunos parlamentarios habían prometido canastas familiares para los obreros en paro, lo que aún no cumple.

"Llevamos 37 días en huelga, no tenemos pago, andamos pidiendo plata en las calles para solventar a nuestras familias, porque sabemos que esto va a llegar a buen término, pero necesitamos ayuda. Lo quiero denunciar y va a llegar el momento en que castigaremos con el voto a quien corresponda", anunció Lagos.

Sumado a esto, un nuevo roce se produjo pasadas las 11 de la mañana, cuando la dirigencia provincial de la CUT se acercó a la Catedral penquista -lugar donde se encuentran los huelguistas-, situación que molestó a las bases del sindicato.

Sergio Gatica, presidente provincial de la CUT, llegó al lugar y declaró que "a más de 30 días, se hace necesaria y urgente la solución del conflicto. Creemos que todos los actores que puedan ayudar son válidos y debe ser pronto", anunciando conversaciones con la presidencia nacional de la CUT para gestionar una visita a Valparaíso y generar conversaciones con la jefatura de Asmar.

Pero, su presencia molestó a los trabajadores, quienes le obligaron a retirarse diciéndole que "no necesitamos su ayuda". Los acusaron de aparecer, bandera en mano, cuando el conflicto ya está por resolverse.

Cristhian Lagos conversó con Gatica, le dio la mano y solucionó el problema de manera pacífica y respetuosa. Luego aclaró el episodio: "Sabemos que nadie nos va a venir a solucionar el problema y se agradece la solidaridad de todos. Pero, cuando llegan y se abanderan en un conflicto a punto de reventar a los 37 días, es molesto".

"Hay que decir las cosas con respeto. Nos molesta que lleguen personas a abanderarse en último momento. Se lo dijimos y él entendió. La solidaridad es un tema, tener un discurso político, es otro", agregó.

Rodrigo Valenzuela tiene 48 años y es el vocero de los ocho trabajadores en huelga. Él la inició el domingo a las 19 horas, con el fin de presionar a la empresa para lograr sus demandas como trabajadores.

Ha bajado 2 kilos y se mantiene con medicamentos por su hipertensión. Y, aunque cuenta con el apoyo de su esposa Eliana y de sus hijos Cristóbal y Carolina, no ha sido fácil. El dirigente se emociona al relatar lo vivido estos días. "Es difícil contarle a los niños lo que uno esta haciendo, no lo entienden. Pero, hay que superarlo y seguir adelante. Son experiencias enriquecedoras, nos hace juntarnos más, recapacitar, reflexionar. Ver que las cosas no son conversar y conversar, hay que tener acción, si no, nada funciona", declaró.

Desde su perspectiva, lo más difícil de afrontar es "la tozudez de la empresa de no arreglarnos como corresponde. Ellos tienen los medios, todo para hacerlo, pero nos tocó lidiar con la Armada, que son un hueso duro de roer".