Estación Espacial Internacionalun símbolo de la colaboración entre países
Rusia, Estados Unidos, Japón, Canadá, la agencia espacial Europea, además de Brasil son los países que trabajan conjuntamente en la Estación Espacial Internacional (EEI), que acaba de cumplir, el miércoles, 15 años desde que su primer módulo "Zarya" (amanecer en ruso), llegó al espacio.
Poco después se le unieron módulos estadounidenses y los enormes paneles solares que le proveen de energía, además de laboratorios y otras áreas para ir configurando a lo largo de los años la estación actual, que tiene un poco más de 830 metros cuadrados y pesa cerca de 450 toneladas.
La EEI está continuamente habitada por humanos desde el 2 de noviembre del año 2000 y ha sido visitada por más de 200 personas, la mayoría de las cuales son astronautas que cumplen misiones de tres a seis meses en el espacio. Actualmente vamos en la misión 38, la que, además de celebrar este aniversario, estuvo a cargo de llevar por primera vez en una caminata espacial la antorcha olímpica (juegos de invierno Rusia 2014).
La estación también ha recibido a los primeros turistas espaciales, alrededor de 7, que han pagado unos 20 millones de dólares por el privilegio de ocupar una plaza vacante en los transbordadores que llevan a las nuevas tripulaciones de la EEI. A pesar del precio existe una larga lista de espera para pasar unos días, con entrenamiento de astronauta incluido, en el espacio.
Viajando a una altura promedio de 400 kilómetros desde la superficie terrestre, la EEI se mueve a 27 mil kilómetros por hora orbitando la Tierra 16 veces al día, suficiente distancia para llegar a la Luna.
Además de demostrar que la colaboración entre países con fines científicos no sólo es posible sino también efectiva, en los laboratorios de la Estación Espacial Internacional se han hecho importantes avances científicos en salud, observación de la Tierra y educación, entre otras áreas.
Más de 69 países han enviado investigaciones a los laboratorios de la EEI que han entregado múltiples beneficios a la humanidad como avances en neurocirugía, purificación del agua, monitoreo del uso del suelo o telemedicina.
Actualmente la tripulación número 38 habita la estación y desarrolla una serie de experimentos y caminatas espaciales para mantener la nave en condiciones óptimas por a lo menos siete años más, ya que se piensa que debería estar operativa hasta 2020.