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Concepción es zona libre de las intrigantes "Mamás de la danza"

Exitoso programa de BIO, "Dance Moms", se ha transformado en una de las apuestas más vistas del cable. Expertas de la Región lo analizan y remarcan las diferencias que existen con las academias penquistas

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La presencia del baile en la televisión por cable es amplia y va desde la ingenuidad de "Angelina Ballerina" hasta competencias a muerte con famosos que incursionan en aquel arte. Sin embargo, el caso que más impacto está teniendo en Latinoamérica no se centra precisamente en los sutiles movimientos, sino en la intrigas de las madres de las alumnas de una academia. Se trata de "Dance moms", el programa más visto en la historia del canal Bio.

En principio la serie se basaba casi exclusivamente en las progenitoras siguiendo a sus talentosas hijas por distintas competencias en Estados Unidos, luchando además por conseguir que sean protagonistas, que estén en primera fila y destaquen sobre el resto. Pero al poco andar apareció una figura avasalladora que se ubica precisamente entre las mamás y los logros de sus hijas, la directora de la academia, Abby Lee Miller. La robusta maestra y coreógrafa exige a las pequeñas danzantes al máximo, a tal punto que algunas terminan llorando en los ensayos, acentuando el conflicto con las madres, quienes no se guardan nada a la hora de discutir.

Todos estos conflictos pueden parecer de una frivolidad extrema, pero el éxito del programa se sustenta en el equilibrio de distintos ingredientes; entre ellos el sorprendente talento de las pequeñas bailarinas, con las respectivas presentaciones en las competencias al final de cada capítulo. Otro elemento es la aparición de una academia rival, Candy Apples, con quienes se da una ruda, aunque divertida competencia.

La serie ha sido un suceso en todo el mundo, pero especialmente en países de habla hispana como México y Venezuela; pero ¿qué tanto se acerca lo visto en "Dance Moms" a nuestra realidad?; al menos en nuestra región parece ser muy distinta.

¡HORROROSA!

46 años de trayectoria hacen de Juanita Toro una de las voces más autorizadas para hablar de la danza en nuestra zona, y más aún si reconoce que ha visto el programa y que le ha generado cierto impacto. "Lo que he visto me parece un horror, es impresionante la tortura psicológica que aquella mujer (Abby Lee) le propensa a esas niñas. También me genera extrañeza su corpulencia, sin embargo al parecer ese semimonstruo tiene conocimiento, por los resultados que consigue. Los giros que dan esas niñitas es algo muy difícil de lograr a tan corta edad", sostuvo.

En cuanto a la intromisión de las madres en la actividad de las niñas, Juanita dice que lo que se ve en el programa son casos extremos. "Acá, por suerte, no se da. Obviamente hay anécdotas comunes, la mamá que sugiere algún cambio de vestuario o que piensa que la niña no avanza como ella quisiera, pero la mayoría son muy apoyadoras y respetan mis decisiones", comentó.

"Otro caso que se ha dado es que hay algunas madres que proyectan su sueño de niñez y juventud en sus hijas, pero eso ya está quedando en el pasado. Hoy se respeta más las decisiones de los menores, cuesta ir en contra de su voluntad. Una vez me tocó una niñita que estaba muy triste pues su mamá se enojaba porque no quería aprender danza clásica. En ese caso le pedí que no la trajera más", dijo la maestra, quien agregó que de vez en cuando recibe algunos regalitos.

"Son cositas chicas o flores, pero con la mejor intención, por ejemplo para mi cumpleaños o para la Navidad. Lo que pasa es que igual se generan lazos de afecto conmigo y entre ellas. Por ejemplo las mamás cuando esperan a sus hijas se ponen a bordar y conversan, muchas se hacen amigas y después se juntan. También las acompañan a los encuentros en otras ciudades. Es un aspecto muy bonito de esta labor que pocas veces se comenta", agregó Juanita Toro.

RAYAR LA CANCHA

En el caso de academias asociadas a otra cultura, se suele dar que hay madres que incentivan a sus hijas a practicar la danza como una manera de respetar y valorar los orígenes familiares. Tal como sucede con las escuelas de baile árabe o español. En este último género destaca el caso de la maestra de flamenco Viviana Medina, quien también dio su opinión sobre el tema.

"De la realidad local, he tenido la suerte que las madres han sido muy respetuosas con mi labor, creo que es porque me encargo de explicarles como es el trabajo antes de que empieza el año. Les hablo de las fortalezas y debilidades de las niñas, durante el año las invito a ver clases y siempre las trato con la verdad. Pero he sabido de otras escuelas en que las madres están siempre presentes y opinan de todo, claro que se molestan si las niñas no están adelante o son las principales; pero eso siempre dependerá del profesor, que pone las reglas antes, y que no permita que se den este tipo de situaciones", sostuvo la destacada maestra.