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Ahorro y consumo responsable

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El ahorro individual y familiar es muy importante para hacer frente a imprevistos futuros (desempleo, enfermedades, solidaridad, etc.). Comprar con ahorro genera mayor bienestar que comprar con deuda ¿Por qué? Cuando el deseo por un bien se pone como objetivo de ahorro hacemos un camino para alcanzarlo. Cuando el proceso termina, somos doblemente felices: obtenemos el bien y disfrutamos el logro de nuestro esfuerzo al controlar nuestros deseos.

Cuando consumimos con deuda, disfrutamos del bien y después recordamos que nos quedan 12 meses por pagar. El ahorro necesita de consumo responsable y por tanto debemos controlar nuestros deseos. Para un ahorro exitoso debemos saber qué tanto nos afectan los estímulos de las campañas publicitarias pro-consumo y cómo reaccionamos cuando ingresamos a los supermercados y centros comerciales. El autoconocimiento es de vital importancia, ya que los estímulos estarán siempre presentes en nuestra sociedad.

Sabemos que las economías tienen fluctuaciones y que el desempleo está a la vuelta de la esquina. Estar endeudado genera riesgos que si no son compensados con bienes que generan alguna rentabilidad, no tiene sentido (como bienes de capital). ¿Por qué nos endeudamos en bienes de consumo? Los seres humanos valoran más el presente que el futuro. Esta valoración nos lleva a no dimensionar los costos de nuestro actuar presente en nuestro futuro.

Nuevamente el autocontrol es de vital importancia y sin duda, el obtener la gran mayoría de los bienes de consumo con deuda habla de nuestro escaso conocimiento y manejo de nuestros deseos.

El control de nuestros deseos de consumo no es algo fácil, tomará tiempo y algunos malos ratos (igual que cuando queremos bajar de peso), pero nos hará más felices. No sentiremos tan frecuentemente esa insatisfacción que genera el entrar a una tienda y frustrarnos porque no podemos llevarnos la tienda completa para nuestra casa.

Denis Muñoz

Académico

Facultad

Economía y

Negocios

U. Andrés Bello.

Batalla Naval de Coronel

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En heroica acción naval protagonizada el 1º de noviembre de 1914 frente al puerto chileno de Coronel se enfrentaron en reñida batalla una escuadra alemana comandada por el Almirante Maximiliano Graff Von Spee y una formación naval inglesa a cargo del Almirante Christopher Craddock, cuyo tronar de cañones se escuchaba con fuerza en Talcahuano y puertos adyacentes.

La flota alemana estaba integrada en su primera línea de combate por los cruceros "Scharnhorst", "Gneissenau", "Dresden" y "Nuremberg", mientras que la segunda línea la conformaban el "Leipzig" y el "Prince Eitel". La alineación inglesa la encabezaba el crucero protegido "Good Hope" (Buque Insignia), crucero protegido "Monmuth", crucero ligero "Glasgow" y el "Otranto".

Al acercarse los alemanes a la altura de la península de Tumbes, sus vigías avistaron a los buques ingleses aproximadamente a las 16:00 horas, dando inmediatamente el Almirante Von Spee, las órdenes de batalla, disponiendo que el Leipzig" y el "Prince Eitel" se alejaran de la zona de peligro.

Los ingleses a su vez, junto con avistar y reconocer a la escuadra alemana, pusieron todo su andar rumbo al sudeste con la intención de replegarse con rumbo a las aguas territoriales chilenas, siendo interceptados por los alemanes que rompieron el fuego de sus cañones a una distancia de 10.500 metros, respondiendo el "Good Hope" de inmediato, pero a los pocos minutos era dejado fuera de combate.

Al retirarse el "Good Hope" de la línea de combate muy averiado, los alemanes concentraron sus fuegos sobre el "Monmouth", a la vez que el "Glasgow seriamente dañado se alejaba de la línea de fuego poniendo rumbo hacia el Estrecho de Magallanes. Lo mismo hacía el "Otranto". Hundido ya el "Monmouth", los alemanes volvieron nuevamente su puntería sobre el "Good Hope" que con su Almirante firme en su puesto de mando se hundía a las 19:30 horas. Este fue el desenlace final de la gran batalla naval desarrollada en aguas territoriales de nuestro país durante el transcurso de la Primera Guerra Mundial.

Manuel

Chamorro

Moreno

Suboficial (r) Armada

La fiesta

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Antiguamente, todas las culturas, en los cinco continentes, festejaban: rituales, festivales, carnavales, ceremonias, procesiones que tenían que ver con los ritmos de la naturaleza, empezando por los equinoccios y solsticios.

Luego, los festivales agrícolas de siembras, de fertilidad, de siega y recolección, las fiestas de los primeros frutos o primicias, en fin, fiestas de la agricultura, en general, gravitando alrededor de los cultivos del trigo, maíz, arroz, cebada ,vid y otros.

Fiestas relacionadas con antiguos mitos, como por ejemplo, Deméter y Perséfone o la Diosa Ceres o Baco y Dionisio, a modo de explicación del despliegue de las cuatro estaciones como precursoras del calor, o del frío y esterilidades. Así se sucedían a través del año, fiestas esperadas por la comunidad y para las cuales se preparaban tanto física como emocionalmente y, por lo tanto, poseían un profundo sentido vivencial.

Estaban los festivales ígnicos en Europa (de los cuales hemos heredado sus versiones, traídas por los españoles) como los llamados fuegos de Beltane, o fiesta de los Palos Mayo, conocida por nosotros como la Cruz de Mayo. Fuegos de Solsticio estival como la fiesta de San Juan y la Fiesta de Difuntos o de Todos los Santos; la fiesta de las Candelas que conocemos como de la Candelaria, la Cruz del Trigo, hay otras del solsticio invernal, como De Cuaresma, la llegada del Sol o Navidad, de Los Reyes Magos, Cirio Pascual. Fiestas de agradecimiento por la vida y rituales de purificación y en las cuales se evidencia totalmente la sabiduría antigua, para nosotros, la sabiduría del Eclesiastés, tan olvidado en nuestros días, con el sentido común, el criterio del respeto hacia los procesos y su temporalidad, tan simple como elemental , eso de que existe "un tiempo para nacer y un tiempo para morir, tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado". "Todo tiene su tiempo y nada hay nuevo debajo del sol".

Hoy, estando, como estamos, lo que se dice ser fiesta, es sólo un día feriado, alejada de los ritmos de la naturaleza, los que han sido reemplazados por los ritmos y tiempos humanos, en que todo (profesión, casa, auto, viajes: las cosechas) se quiere ya, ahora mismo, sin mediar proceso alguno de maduración entre los eventos, esta secuencia festiva se ha perdido definitivamente y hoy "La Fiesta", en general ,es perpetua (por cualquier motivo) es diaria, es continua y se le llama creativamente "carrete" y está asociada a la "nada misma y la cosa ninguna", sólo reunirse para tomar, tragar, fumar y ¿"conversar"? "Comunicándose" vía mensaje de texto simple o whatsapp. ¿Será que ante la complejidad de estos tiempos, la sensación transversal de sentirse sobrevivientes, permite ese tipo de festejo, porque el mundo se nos puede acabar ya? En todo caso, esto tampoco sería algo nuevo debajo del sol.

Esta necesidad de festejos es muy importante en la vida de la humanidad puesto que no han podido ser arrancadas ni menos reemplazadas del inconsciente colectivo, y hoy por hoy, las fiestas y sus derivados abundan y se desgranan desde el festival del furúnculo hasta el festival de los volados y de las sustancias ilícitas incluidas en esas candorosas ceremonias.

Violeta

Cáceres C.

Escritora.