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Prometer amor eterno y dejarlo todo por el otro es un error

Autor del libro "Enamorados o esclavizados", dice que por cuestiones culturales y educativas, las mujeres tienden a hacer mayores sacrificios por amor.

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Dejar todo por el otro, prometer amor eterno, querer con locura y creer que no se puede vivir sin la pareja son algunos de los principales errores que se cometen durante una relación, aseguró el psicólogo italiano Walter Riso, autor del libro "Enamorados o esclavizados".

"Algo estamos haciendo mal con el amor. Se ha convertido en un problema, pero no tiene que ser así. Hay que apropiarse de amor. Existe un amor inteligente que implica autonomía y respeto", señaló Riso a Efe en una entrevista.

El autor define su nuevo libro como un "manifiesto de liberación afectiva" que supone ir en contra de todas las creencias y mandatos sociales que nos hacen ver el amor como un problema, ya sea de celos, infidelidad, abandono, dependencia o violencia machista.

El objetivo es lograr que las personas tengan "un amor más realista", más acorde con la autoestima, menos obsesivo, menos idealizado y con menos miedo a la pérdida.

El principal obstáculo, según el escritor, es que el amor "mal manejado" puede llegar a esclavizar a las personas, quitarles las libertades básicas y hacer que se corten los vínculos afectivos con familiares o amigos.

"El amor no necesariamente genera felicidad, sino que te puede aplastar. Pensamos que el amor tiene que ser obsesivo, que te tiene que enloquecer, pero cuanta más obsesión, menos sano es. No hay que decir tú me enloqueces, sino tú me apasionas", agregó Riso. También explicó que otra creencia errónea es que para tener una buena relación con la pareja hay que renunciar a la propia identidad. En cambio, recomienda tener un "individualismo responsable".

"Si tienes que renunciar a tu vocación, principios o valores, no te conviene. Hay que pensar que sacrificio con amor no pega. Un amor inteligente implica autonomía, autorrespeto, ser dueño de uno mismo. El amor tiene que respetar la carta universal de los derechos humanos", afirmó. Además, sostuvo que por cuestiones culturales y educativas, las mujeres tienden a hacer mayores sacrificios por amor. Riso dijo que el 20 % de las parejas logra amar siendo libre, que el 50 % de la gente se separa y del 50 % que no se separa, la mitad no vive bien.

Sin embargo, aclaró que para él amar en libertad no es libertinaje sino que es un amor orientado al desarrollo de la propia personalidad, "porque si renuncias a tu personalidad terminas odiando al otro". "Jurar amor eterno me parece una locura.

¿Cómo voy a jurar sobre una emoción? La otra persona puede volverse explotadora, enamorarse de otro, cambiar de sexo... Uno sólo puede comprometerse a las cosas que dependen de uno mismo, como ser sincero o respetar al otro", concluyó.

En "Enamorados o esclavizados: un manifiesto de liberación afectiva" también se explica un nuevo fenómeno conocido como "la cultura del desechable".

"La gente termina rápidamente una relación porque no tiene paciencia. La idea es tener un poco de paciencia, pero no pensar que hay que aguantar a alguien, lo que hay que hacer es elegir bien", dijo Riso.

Y agregó que "ahora cambiamos el automóvil siempre que podemos, el celular deja de funcionar al año, si no cambias la computadora queda obsoleta. Esta velocidad en la que vivimos hace que las relaciones afectivas también se vean afectadas".

Quemadores de grasa no son la solución para disminuir de peso

El consumo de estos productos se ha vuelto cada día más popular, en un afán de buscar opciones para perder peso de manera rápida. Pero, éstos podrían causar daños a nivel cardiovascular, renal y respiratorio.

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Mejora el tiempo, noviembre está llegando y, con ello, la desesperación por eliminar esos kilitos aumentados durante el invierno puede llevar a las personas a cometer algunos errores.

Las estrictas dietas a las que se someten, principalmente las mujeres, son un claro ejemplo, por su conocido 'efecto rebote'. Peor todavía, sería recurrir a los, ahora populares, 'quemadores de grasa'.

Es por ello que los expertos llaman a la precaución.

Pero, ¿de qué se trata? Enrique Urra Castro, químico farmacéutico y académico de Química y Farmacia de la Universidad San Sebastián, dice que los 'quemadores de grasa' son "sustancias que potencialmente pueden incrementar la movilización y oxidación de grasas, lo que se conoce como efecto termogénico".

Carla Guzmán Pincheira, nutricionista de la misma casa de estudios, menciona que, tal como su nombre lo dice, un 'quemador de grasa' es todo aquel producto que ofrece el mercado, cuyo objetivo principal es eliminar la grasa. "Están compuestos por muchos elementos, pero dentro de los más comunes y relevantes se encuentran carnitina, cromo, cafeína, además de contener algunos de ellos diferentes vitaminas", agrega.

Por su parte, Enrique Urra explica que estimulan la actividad del sistema nervioso simpático y conducen a un aumento en el gasto energético en reposo y a la oxidación de grasas, las que pueden ser utilizadas como fuente energética.

Muchos creen que, al estar hechos de sustancias naturales, no generan daños. Pero, en ese punto el químico farmacéutico es enfático: "Lo importante es tener muy claro que una sustancia de origen natural no es sinónimo de inocuidad y que no se encuentra exenta de efectos adversos".

Entre los llamados 'quemadores de grasas' que se ofrecen en el mercado, el docente afirma que "son formulados sobre la base de sustancias naturales, por ejemplo, alcaloides derivados de la efedra o cafeína, así como algunos productos poseen componentes sintetizados".

Como se elaboran a partir de productos naturales, la nutricionista declara que tienen un valor nutricional, por lo que, según ella, cada producto debiera tener en su envase el etiquetado nutricional correspondiente, donde aparece la energía que aporta por porción y la cantidad de micronutrientes incluidos en él.

RIESGOS CARDIOVASCULARES

Los especialistas de diversas áreas recalcan que el control del peso requiere llevar hábitos saludables como una dieta equilibrada y actividad física. En cambio, los medicamentos y los suplementos alimenticios no son la solución.

"El control del peso corporal a largo plazo requiere de cambios permanentes, tanto en los hábitos de ingesta alimentaria como en el nivel de actividad física. Por tal motivo, el manejo de estos pacientes debe realizarse a través de un enfoque integral por un grupo multidisciplinario de profesionales. En ese sentido, la eventual utilización de estos productos, debe ser evaluada por un profesional idóneo", recalca Urra.

"Antes de usar estas sustancias, es recomendable que el paciente sea asesorado por un grupo de profesionales, que debe abordar de manera integral el problema de sobrepeso", comenta.

No obstante lo anterior, el docente comenta que especial precaución deben tener las personas con alguna patología cardiovascular, niños y embarazadas.

Carla Guzmán manifiesta que tampoco deben consumir este tipo de productos las personas sedentarias, por lo tanto, dice, "si personas de ese grupo requieren disminuir de peso y ganar masa muscular, la principal forma será sobre la base de un adecuado plan de alimentación y una rutina correcta de ejercicios".

Por otra parte, asevera que existen muchos deportistas que consumen estos productos diariamente con el fin de potenciar el efecto del ejercicio sobre su cuerpo. Por lo mismo, la experta destaca que "el 'quemador de grasa' no es selectivo y puede afectar a nivel arterial lo que genera como consecuencia las famosas taquicardias o palpitaciones rápidas del corazón. Es importante no automedicarse y en caso de requerirlo o tener dudas a si es factible o no consumir dichos productos, hay que acercarse al profesional competente y establecer bajo supervisión la dosis correcta".

EFICACIA

Urra aclara que no existen estudios controlados, "que avalen de forma sólida la real eficacia, seguridad y los tiempos por los cuales debiesen utilizarse estos productos".

El químico farmacéutico plantea que la combinación de efedrina/cafeína (sin registro sanitario en nuestro país para el tratamiento de la obesidad) "ha demostrado elevar hasta en un 10% el gasto energético en reposo, aumentando la utilización de grasas como combustible energético". Sin embargo, debido a los efectos adversos a nivel cardiovascular como taquicardia e hipertensión arterial, la tendencia mundial ha sido prohibir esta combinación.

"Otras sustancias a las que se les han atribuido esta propiedad, tienen efectos muy discretos, y no han demostrado una real eficacia en la reducción del peso", dice.

Y, como su consumo se hace cada día más masivo, Carla Guzmán sostiene que el principal riesgo es el daño renal por la sobrecarga que producen a este nivel, además de problemas respiratorios.

Por lo tanto, ambos profesionales hacen un llamado a evitar estos productos y a preocuparse de alimentarse bien y hacer actividad física.