Perito del caso Larraín descarta que lo hayan comprado
Mario Peña y Lillo conversó con Emol respecto al sumario que el SML abrió en su contra.
"No soy doloso ni soy un delincuente". Con esas palabras, el jefe (s) del Servicio Médico de Parral, Mario Peña y Lillo, se defendió ante los cuestionamientos en los que se ha visto involucrado luego de que el lunes una segunda autopsia realizada al cuerpo de Hernán Canales -quien fue arrollado por el hijo del senador Carlos Larraín, Martín Larraín- estableciera incongruencias entre las características del cadáver y la descripción que realizó en su informe.
"La hice honestamente", aseguró a Emol, agregando que quizás "no con la acuciosidad que se hizo después".
Esto último en alusión al procedimiento que se llevó a cabo en el Servicio Médico Legal de Cauquenes ante la presencia de la perito de la entidad Vivian Bustos, la doctora Carmen Cerda -en representación de la parte querellada- y el médico forense Luis Ravanal, contratado por la familia de la víctima, quien incluso aseguró a este medio que la primera necropsia nunca había sido realizada.
El análisis en cuestión -realizado con fecha 18 de septiembre, horas después del accidente- concluyó que la causa de muerte de Canales fue producto de una anemia aguda severa compatible plenamente con el atropello que sufrió, descartando que su deceso se haya producido por la intervención de terceros.
Asimismo, en su informe Peña y Lillo establece que "aún con socorros médicos oportunos y eficaces, era imposible salvar su vida", teoría que ha sido refutada por la parte querellante desde los inicios de las indagatorias.
"Se hizo bajo el modo habitual", continuó el médico legista en defensa de su informe, afirmando además que "lo más probable es que haya todo un contexto político", debido a que el joven imputado por el hecho, formalizado por cuasidelito de homicidio, es hijo del parlamentario de RN.
"Hice lo que debía, pero fue un caso connotado y me tocó a mí estar entremedio", lamentando asimismo sobre el sumario que se abrió en su contra y que generó, además, que el Ministerio Público ordenara una investigación paralela para determinar presuntas responsabilidades y eventuales ilícitos.
Al respecto, descartó tener un abogado que lo represente ante eventuales acusaciones, argumentando que "no he cometido ningún delito y no tengo por qué estar ocultando información. Llevo 20 años haciendo lo mismo".
Por último, negó haber recibido presiones externas, enfatizando que "nadie me ha contactado ni comprado".
LESIONES TRATABLES
"Las lesiones (que encontramos en la segunda autopsia) eran médicamente tratables y, por lo tanto, recuperables de haber recibido auxilio y asistencia en forma oportuna".
Así lo asegura el médico Luis Ravanal, quien ofició como perito de la parte querellante en la segunda autopsia que se le realizó al cuerpo de Hernán Canales
La defensa de Martín Larraín, el abogado Rodrigo Avila, fue categórica en aclarar que no hubo ningún tipo de intervención en ese procedimiento, ya que incluso cuando ésta se realizó (el día 18 de septiembre) aún no se sabía que el conductor del vehículo involucrado era el hijo del senador.
Según Ravanal las incongruencias entre las dos autopsias representan un vuelco en el caso "porque las lesiones, si bien eran graves y que ocasionaron la muerte, eran médicamente tratables y eso es fundamental para cambiar la figura penal. Hablamos de lesiones hemorrágicas: confirmamos que tenía un desgarro en el hígado, fracturas en las costillas y en las extremidades inferiores".
El senador y presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, evitó ahondar sobre las supuestas incongruencias y cuestionamientos ligados al proceso judicial que enfrenta su hijo Martín Larraín.
"La situación es dolorosa para nosotros, eso está claro", señaló escuetamente a los medios.
Respecto a las contradicciones detectadas en el primer informe emanado del Servicio Médico Legal de Parral, respecto a la muerte de Hernán Canales tras ser arrollado por su descendiente, el legislador reiteró no estar al tanto de ello.