El director de la Agencia de Seguridad Nacional rehúsa recibir a los eurodiputados. El Parlamento investiga el sistema de espionaje masivo de Washington.
Una delegación del Parlamento Europeo aterrizó ayer en Washington para pedir las explicaciones que reclama toda la UE por el escándalo del espionaje.
Se trata de la primera ocasión que tendrá una institución comunitaria de exigir aclaraciones en persona tras saberse que las escuchas han alcanzado a las más altas instancias europeas, incluida la canciller alemana, Angela Merkel.
La resistencia estadounidense a esclarecer los hechos marcará también este viaje. El director de la agencia nacional de seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), Keith Alexander, rehusó recibir a la delegación.
El Parlamento Europeo lleva meses intentando construir un relato comprensible del espionaje al que se ha sometido a ciudadanos e instituciones comunitarias, pero los episodios de los últimos días acentúan la necesidad de respuestas.
Con ese objetivo, nueve eurodiputados se reunirán durante dos días con representantes de la Casa Blanca, diferentes departamentos del gobierno (Interior, Comercio, Tesoro), varios congresistas, así como con representantes de los gigantes tecnológicos y de la sociedad civil. "La comisión de investigación del Parlamento no puede completarse sin estas visitas. Y en un encuentro cara a cara siempre se consigue más", explica Claude Moraes, el eurodiputado que dirige la misión a Washington.
Todo esto también coincide con que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aprobó explícitamente el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la canciller alemana, Angela Merkel, en 2010, según informó ayer el diario germano Bild am Sonntag que cita a una fuente de la Inteligencia estadounidense conocedora de estas operaciones.
"Obama no detuvo las acciones en aquel momento, las dejó seguir", afirma una fuente citada por el periódico alemán. La Casa Blanca, incluso, encargó un exhaustivo informe sobre Merkel. El presidente estadounidense no confiaba en la canciller alemana y encomendó a la NSA averiguar "quién es exactamente esta mujer".