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Desde el mar directo a la mesa: emprendedora abrirá primer delivery

Jéssica Cabrera, sindicalista y empresaria de Coliumo, inició innovador proyecto.

Con estas unidades incorporará una capacidad adicional de recubrimiento equivalente a 125.000 m3 al año de melamina y 36.000 m3 al año de tableros delgados pintados.

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Desde pequeña, la vida de Jéssica Cabrera (38) estuvo ligada al mar. Sus padres y abuelos se dedicaban a la pesca y al cultivo de cholgas y almejas en Coliumo, la caleta que la vio crecer y en donde hoy, tras una serie de intentos, de nuevo apuesta sus fichas para hacer crecer el rubro acuícola en la Región.

Y para ello ideó una innovadora fórmula. Creó el primer delivery de ostras y ostiones que espera lleguen a todos los hogares, sin pagar elevados costos. Los productos provendrán de su "Granja Marina Coliumo", que comenzará a partir de enero del próximo año.

Soltera y sin hijos, Jéssica inició formalmente este trabajo en 1997, cuando junto al sindicato de pescadores del sector, formaron un grupo para potenciar el cultivo de moluscos con el apoyo de Sercotec, que tras cuatro años de trabajo les informó que no podrían seguir financiándolo, y los pescadores, al ver que no tenían de dónde sacar el dinero, abandonaron el proyecto. Eran 11 hectáreas de agua.

"Me quedé prácticamente sola, con el apoyo de un par de personas y de mi familia que me dijo que si ya había partido con el tema no podía dejarlo botado así es que me armé de fuerza y seguí. Asumí costos y responsabilidades, finalmente con el apoyo de algunas personas, que no eran de la caleta seguimos en el proyecto", dice.

VENCIENDO LA CRISIS

Alta, de cabello oscuro y piel morena por su constante exposición al sol y trabajo, comenta que desde niña salía a recolectar algas y se inició en la pesca artesanal, una experiencia que complementó con sus estudios de Técnico de Gestión de Empresas del Instituto Profesional Aiep, de la U. Andrés Bello.

Al mismo tiempo trabajaba en la Universidad de Concepción en el área de investigación y, además, lideraba a los sindicatos pesqueros. "Peleaba con todas las autoridades regionales para luchar por nuestros derechos. Necesitábamos más recursos para seguir, y fui muy enfática en ese tema", recuerda.

La crisis que hoy vive el rubro sin duda es tema para ella, pues su mismo padre, quien prácticamente toda la vida se había dedicado a la pesca, tuvo que reorientarse al área de la construcción. "Mi papá se dio cuenta de que los recursos no iban a durar para siempre", cuenta.

Su mayor caída la vivió el 2010, cuando estaba a punto de recoger sus cosechas. En 2009 invirtió todos sus ahorros, cercanos a los $20 millones, en guardias, mantención de motores y semillas. "Tenía 200 mil choros zapato, y otros cultivos. Lo perdí todo para el terremoto y tsunami", relata.

Pero, pese a lo vivido, no se echó a morir. Pocas semanas después del megasismo se encontró con un estudiante de biología marina, quien la incentivó a presentar en conjunto un proyecto a Innova para reimpulsar el sector acuícola. Logró adjudicarse la suma de $10 millones. "La idea era reforzar el cultivo de productos gourmet, como los ostiones", señala.

Durante las próximas semanas adquirirán un vehículo refrigerado, para que los productos lleguen en las mejores condiciones a la mesa de los consumidores.

"Esta es la primera empresa de la Región que sacaría productos del mar a través del formato delivery, es decir, del cultivo directo a la mesa en menos de cuatro horas. Los precios no serán elevados. Por ejemplo, la ostra costará $350 la unidad. Además, en Coliumo queremos tener un local donde haya una pileta con agua circulando para que los consumidores tengan todo fresco", cuenta.

"No sólo pensamos repartir dentro de la Región. Podríamos mandar nuestros productos a Santiago desde el aeropuerto", sostiene.

Creará, además, una página web que incorporará cámaras online, para que los clientes puedan ver en qué proceso se encuentran las ostras u ostiones que vayan a consumir, y puedan convencerse de que están lo más frescos posibles. También está realizando estudios de mercado con alumnos de Ingeniería Civil Industrial de la UdeC, para apoyarse en un mejor modelo de negocios y asegurarse de que su emprendimiento tenga los frutos esperados.

Para esta joven emprendedora este nuevo intento por sacar adelante el sector acuícola en la Región, es parte de su estilo de vida y de los objetivos que se ha propuesto.

"Creo que sólo me podría retirar cuando deje de existir. Además, es una buena opción para darle trabajo a la gente de la caleta y que se produzca un crecimiento a nivel regional", concluye.

Masisa pone en marcha ampliación de línea de productos

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Con una inversión de US$18,5 millones, Masisa realizó la puesta marcha de su nueva línea de tableros pintados, otra de melaminizado y nuevos centros de distribución de productos en el país, que se abastecerán desde la Planta Cabrero de la empresa.

El proceso forma parte de la nueva etapa de crecimiento de la compañía, ya que con estas líneas incorporarán una capacidad adicional de recubrimiento equivalente a 125.000 metros cúbicos al año de melamina, y 36.000 metros cúbicos al año de tableros delgados pintados.

Para Luciano Tiburzi, gerente de Operaciones de Masisa, el objetivo de esta nueva apuesta consiste en lograr una ampliación, otorgándole un valor agregado a los productos.

"A través de la innovación, queremos llevar soluciones a los clientes, buscando distintas alternativas de productos que puedan servir para construir muebles, arquitectura de interiores, cierre y recubrimiento de muros, siempre respetando el uso del medio ambiente y la calidad que nos ha distinguido", comentó.

Este tipo de productos le permitirá a Masisa introducirse mayormente en el mercado chileno, en donde pretende alcanzar un 40% de participación. Además, proyectan ampliar sus cifras de exportación, con un 60%, a países como Perú, Colombia, México, Centroamérica, y al Sudeste Asiático, a Taiwán y Corea, además de algunos países del Oriente Medio.

EXPECTATIVAS

Dichas inversiones significaron la contratación de un promedio de 100 personas mensuales por un período de 10 meses, alcanzando a 160 personas en el peak de la construcción. Además, se incorporará a 22 colaboradores permanentes para la operación de las nuevas líneas.

La maquinaria, tanto de la línea de pintados como la de melamina, es de origen alemán. "Contamos con la mejor tecnología disponible. Nuestro sello y marca están respaldadas por más de 50 años en productos de calidad. Siempre hemos sido innovadores en la industria que operamos y especialmente en la ampliación del mix de productos", destacó Luciano Tiburzi.

"Si bien no podemos hablar de expectativas de crecimiento, sí estamos optimistas por seguir manteniendo un desempeño por encima de lo que estamos presupuestando, a través de productos amparados por nuestra garantía de calidad", concluyó el gerente de Operaciones de Masisa.