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Imaginación hará de Halloween una celebración saludable

Niños deben evitar aquellos productos que tiñen la lengua y, por supuesto, el alto consumo. La fruta y la jalea son buenos aliados en esta fiesta que, aunque no es nuestra, se ha vuelto tradición en Chile.

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El próximo 31 de octubre serán muchos los niños que saldrán disfrazados y en grupos, la mayoría acompañados de sus padres, a recolectar dulces por sus vecindarios.

Aunque para los más tradicionales la fiesta de Halloween y todos sus productos asociados sean incomprensibles, es un hecho que la fecha se ha tomado el comercio y el interés de los niños.

Sin ir más lejos, desde hace varias semanas que los estantes de los supermercados se llenaron de diversas golosinas para la ocasión, así como también objetos como máscaras y disfraces.

Por lo mismo, si ya no se puede ir contra la celebración, lo mejor es mejor unirse a e la y velar para que sea lo menos dañina posible, ya que un festín de golosinas puede resultar más peligroso que el susto que pueden causarle a los más pequeños los terroríficos artículos de momias y monstruos que acompañarán durante la jornada.

"En la noche de brujas, los niños pueden llegar a reunir alrededor de 250 golosinas y barritas de chocolate, acumulando hasta 9.000 calorías, 200 gramos de grasas y 1.500 gramos de azúcar, situación nada saludable considerando los altos índices de obesidad infantil que presenta nuestro país", dice Carolina Salazar Ibacache, nutricionista y académica de Nutrición y Dietética de la Universidad San Sebastián.

Su colega Andrea Hidalgo Fernández, también docente de la citada casa de estudios, dice que Halloween "es una de las fechas más esperada por los niños y, obviamente, los dulces se transforman en los protagonistas de la celebración, se ingieren grandes cantidades de golosinas, lo que conlleva a un consumo exagerado de calorías".

Si bien algunos pueden pensar que un día de exceso no genera mayores dificultades, la nutricionista Carolina Salazar plantea que "el consumo de golosinas de manera ocasional no representa mayor problema para la salud infantil, sin embargo, la ingesta excesiva de estos productos puede llevar a aumentar su consumo habitual llegando incluso a convertirse en un mal hábito".

Por lo tanto, aconseja que para no perder el espíritu de la festividad, "es importante impulsar actividades saludables".

UTILIZAR LA IMAGINACIÓN

En el objetivo de evitar que los niños se den un atracón de calorías, un rol fundamental cumplirán los adultos a cargo.

Pero, ¿cómo puede lograrlo? La respuesta es con imaginación. Y es que los padres deben idear maneras creativas para que celebren la fecha.

Un ejemplo para lo anterior sería darle más énfasis a los disfraces que a las golosinas o, también, organizar juegos divertidos con los amigos de sus hijos.

Existen muchas maneras de entretener a los más pequeños, más allá del consumo de pastillas y chocolates.

"El Halloween saludable para los niños puede incluir actividades grupales con sus amigos, en que se puedan disfrazar y entregar alternativas saludables como mandarinas que se vean como calabazas, brochetas de frutas en vez de malvaviscos, plátanos con decoración que los hace parecer fantasmas, entre otras muchas ideas", dice Carolina Salazar.

La experta recalca que es responsabilidad de los padres ofrecer buenas y entretenidas alternativas para que la noche de brujas sea mucho más que un evento lleno de dulces y travesuras.

Por su parte, Andrea Hidalgo expresa que medidas sencillas para contrarrestar el exceso de calorías, sería darles una colación saludable antes de que salgan a recolectar dulces y pasarles una bolsa pequeña para que la llenen con menos dulces.

Pero, algo que se debe tener en cuenta es que lo peor es prohibir, porque se quiera o no, Halloween ya es parte de la vida de los niños chilenos.

La nutricionista Andrea Hidalgo entrega algunas recomendaciones para hacer de Halloween una festividad saludable y, a la vez, divertida para los niños.

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Ejemplos de lo anterior sería obsequiar barras de cereales, mandarinas, frutos secos, frutillas, entre otras opciones.

Esto se puede lograr preparando alimentos entretenidos que reemplacen a los ricos en azúcar. Por ejemplo, helados de yogur descremado o jaleas con formas divertidas, así como también brochetas de frutas con figuras.

-: Evitando los que tiñen la lengua.

Con el objetivo de verificar la información nutricional, corroborar la fecha de vencimiento y que estén registradas por el Servicio de Salud correspondiente.

Esto, aunque es una práctica que debe ser habitual en todos, es primordial después de la ingesta de golosinas, ya que los alimentos altos en azúcar favorecen el desarrollo de caries.