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Ciudadanos exigen a empresas sueldos justos y respeto al ambiente

Investigación pretende aportar conocimientos específicos para la correcta toma de decisiones respecto del accionar de las firmas, de manera informada y ajustada a las percepciones y expectativas de los ciudadanos.

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La mejora de las condiciones laborales, el trato justo y las condiciones de seguridad, junto con el cuidado del medioambiente y la no contaminación, son algunas de las demandas que develó el estudio "Confianza ciudadana hacia la Empresa en Chile", realizado por Acción RSE e Ipsos, y que recoge la percepción de las personas de 5 de las principales ciudades del país, incluida Concepción y Talcahuano y que se detallará hoy en el Hotel Diego de Almagro de Lomas Verdes.

A las demandas antes mencionadas, se agregan transparencia e información más clara por parte de las empresas tanto a los propios ciudadanos como a los clientes, y son evaluados como pasos prioritarios que las empresas deben ejecutar en la práctica para lograr la confianza de los grupos de interés o de las comunidades con las que se relacionan.

El estudio consideró a hombres y mujeres mayores de 18 años, pertenecientes a los Grupos Socio Económicos C1, C2, C3 y D, residentes en las principales capitales regionales del país, según macrozonas: Antofagasta/ Calama, Santiago, Valparaíso/ Viña del Mar, Concepción/ Talcahuano y Puerto Montt.

Dicha investigación también demostró que el "pago de sueldos justos a los trabajadores", tiene una alta importancia en la evaluación del desempeño de las empresas en todas las regiones analizadas.

Es importante ser cuidadosos en la interpretación de este resultado, atendiendo a la naturaleza diferente de los desafíos analizados, por cuanto los salarios de las personas ocupan un lugar central en la vida cotidiana, para satisfacer necesidades básicas de la existencia, de modo que se espera que la relevancia que se le atribuya sea más bien alta. No obstante, resulta enriquecedor para el análisis centrarse en las diferentes evaluaciones que reciben las industrias regionales en este indicador, así como en las comparaciones que pueden establecerse entre los otros desafíos analizados.

En específico, en Antofagasta-Calama, Santiago y Concepción-Talcahuano el "pago justo de sueldos" es en general bien evaluado, mientras lo contrario ocurre en Puerto Montt y Valparaíso-Viña del Mar, siendo en ésta última ciudad lo peor evaluado en relación con el resto de los atributos.

Además, resulta especialmente llamativa la importancia otorgada al impacto ambiental, considerado altamente prioritario, salvo el caso de Santiago, y a su vez mal evaluados, sea en el caso de mineras, refinerías y fundiciones mineras, y forestales o pesqueras, posicionándolo como un tema de gran relevancia y pendiente a nivel país.

La contribución de las empresas, ya sea al desarrollo económico regional como a las comunidades, es también considerado relevante comparativamente. En ese aspecto, los niveles de evaluación son bajos y muy bajos especialmente en Puerto Montt, Concepción-Talcahuano, Santiago y Valparaíso-Viña del Mar en lo que se refiere a "aportes a la comunidad". Estos datos son relevantes para las empresas, considerando que gran parte del trabajo que éstas hacen en Responsabilidad Social Empresarial tiene relación directa con el aporte a las comunidades.

Los temas asociados al ámbito laboral, como la "calidad de vida" de los trabajadores y "contar con mejores puestos de trabajo", en general se ubican en posiciones de menor importancia relativa que los casos anteriores, normalmente próximos a aspectos como la contribución social y económica a la región, recibiendo en general buenas evaluaciones.

En la Región del Bío Bío, la principal problemática empresa-ciudadanos apunta a la industria manufacturera (madereras, plantas de celulosa, entre otras. (Ver recuadro superior derecho).

"Las grandes empresas son consideradas importantes actores sociales. No obstante, se considera que sus acciones de responsabilidad social benefician solamente a las comunidades aledañas, indicando un interés por compensar a los sujetos directamente afectados por el impacto ambiental que provocan, más que a la Región de manera integral. Así, de modo similar a lo hallado en Antofagasta, la principal crítica es que no se hacen cargo directamente del impacto medioambiental, sino mediante acciones de inversión social a poblaciones acotadas, más expuestas a dichas externalidades", describe el estudio.

En el caso específico de Santiago, dada la industria en evaluación, la "promoción del endeudamiento responsable" es un tema de gran importancia, siendo a su vez, el peor evaluado por la ciudadanía. Llama particularmente la atención en este caso y en Valparaíso, la baja importancia comparativa atribuida a los desafíos en general, lo cual ameritaría ser investigado en profundidad en el futuro. Con todo, en ambos casos las bajas evaluaciones recibidas indican que todos los desafíos son transversalmente relevantes de abordar.

A través del análisis de asociación de variables aplicado, el estudio pudo confirmar que estos desafíos además contribuyen estadísticamente a explicar los niveles de confianza hacia las empresas a nivel general de las regiones. Esto ocurre principalmente con las variables "pago de sueldos justos a los trabajadores", "aporte al cuidado del medioambiente" y "contribución al desarrollo económico de la región", siendo esta última la única que difiere de las señaladas espontáneamente por los consultados, en virtud de su importancia explicativa en el análisis de la muestra total. De esta forma, en base a los niveles de asociación hallados, puede afirmarse que estas variables pertenecientes a las dimensiones socioeconómica y ambiental, influyen en los niveles de confianza en las empresas.

En suma, las distintas explicaciones declaradas por los consultados, los requerimientos hacia las empresas de cada industria particular, así como los distintos desafíos ciudadanos estudiados y sus relaciones con los niveles de confianza, constituyen un marco de referencia que aporta al mejor entendimiento del fenómeno de la confianza ciudadana en las empresas. Sin embargo, esto debe ser considerado como un primer paso en la difícil tarea de integrar tanto a empresas y ciudadanos en un proyecto de desarrollo común, en que la adecuada comprensión de la problemática es un paso fundamental para avanzar en sus posibles soluciones, señala el documento.

A modo de conclusión, los desafíos de las empresas para con las comunidades o los clientes o los grupos de interés, son asegurar más y mejores puestos de trabajo. Un mayor compromiso social con aportes concretos a la comunidad. Aportar al cuidado del medio ambiente. Preocuparse de la calidad de vida de sus trabajadores. El pago de sueldos justos a los trabajadores. Contribuir al desarrollo económico de las regiones y, en el caso de la Región Metropolitana, promover el endeudamiento responsable.